PRONÓSTICO DE APUESTAS

Fútbol

El Madrid reedita su obsesión central

No es la primera vez que le sucede. Desde la marcha de Alkorta (1997) hasta la consolidación de la dupla Ramos - Pepe (2010), el asunto era recurrente

La lesión del central brasileño deja mermada a la defensa del Real...
La lesión del central brasileño deja mermada a la defensa del Real Madrid

El Real Madrid tiene una nueva obsesión. Una obsesión central. Ese puesto en el eje de la defensa parece tocado por una maldición que hace caer lesionados de gravedad con pasmosa rutina. Actualmente, de la primera plantilla, Ancelotti sólo tiene disponible a Rüdiger. Alaba y Militao están convalecientes de sendas roturas de cruzado. En el caso del brasileño, la segunda casi, casi consecutiva que sufre. Primero fue en la pierna izquierda. Luego, en la derecha. El caso es que con la salida de Nacho (y remontándose algo más en el tiempo, la de Sergio Ramos) los blancos han ido despoblando esa posición.

Ahora, más allá del parche (parece) temporal de Asencio, chaval del filial, los blancos peinan el mercado para intentar incorporar algún jugador que refuerce el puesto y dé garantía de rendimiento para un club que quiere hacerlo sin perder sus opciones de ganar títulos. En las apuestas de Betfair, los blancos no son favoritos ni en Liga, ni en Champions, pero se mantienen aún en un segundo peldaño con opciones. En Europa, por ejemplo, gozan de un 16% de probabilidades. Las mismas que el FC Barcelona. Aún hay esperanzas en la capital.

Crisis central permanente

Lo de la búsqueda de un central de manera urgente no es nuevo para un club que durante buena parte de los 90 y hasta iniciados los 2000 tuvo en ese puesto, en el puesto de defensa central, otra obsesión sin solucionar hasta la llegada de Sergio Ramos, primero, y de Pepe, después.

Aquella dupla se consolidó en el eje de la defensa, aunque en verdad tardó en conformarse porque Sergio Ramos fichó por el Real Madrid para ejercer de lateral derecho. Ahí explotó sus primeros años de blanco y también en la selección española. Poco a poco, sin embargo, fue colándose en el eje de la defensa. Fue José Mourinho el que lo convirtió en central puro y acabó tapando las dudas que solían rondar siempre al eje de la defensa merengue. Un problema que el club blanco pareció solventar bien tras la partida de Ramos, pero que ahora, por culpa de las lesiones, vuelve ser un inconveniente.

Todo empezó sin Alkorta

En los 90 en verdad fue una despedida la que terminó de abrir un enorme boquete en el eje de la defensa. A finales de 1997, Rafa Alkorta, un central procedente del Athletic Club, se marchó para retornar a San Mamés. Central aguerrido y de corpulencia física, solía alternarse en el puesto con Manolo Sanchís, el eterno capitán merengue. Los dos bailaban alrededor de Fernando Hierro, éste sí, fijo en los planes de todos los entrenadores merengues desde que retrasó su posición de la mediapunta al eje de la defensa.

El caso es que el adiós de Alkorta provocó una honda preocupación y alentó un carrusel de recambios. En ocasiones, de rendimiento decente, pero no consolidado. En otras, de nombres casi estrambóticos y presencia exótica. Aitor Karanka, también procedente del Athletic Club, fue el primero que probó fortuna. Zurdo cerrado, el Real Madrid lo incorporó aquel mismo 1997, pero no terminó de consolidarse como titular indiscutible. De hecho, aquella temporada el Real Madrid se proclamó campeón de Champions (la famosa Séptima) con un eje de la defensa conformada por Hierro y Sanchís.

La Octava, con tres centrales

A partir de ahí, el elenco de candidatos fallidos a ser defensa central del Real Madrid fue eterno. Los hubo canteranos, como Fernando Sanz (hijo del entonces presidente Lorenzo Sanz) y García Calvo. Ninguno se consolidó en la primera plantilla. También hubo fichajes de llamativo pedigrí, como Iván Campo o Julio César, llegados, respectivamente, del Real Mallorca y el Real Valladolid y a los que la suerte no les sonrió en exceso.

Aunque, en el caso de Campo, apareció más adelante en alguna foto histórica como la de la final de la Champions que el Real Madrid le ganó al Valencia en 2000. Aquella noche en París, Vicente del Bosque alineó a tres centrales en un sistema que abrazó para, precisamente, poner fin a la debilidad merengue en el eje. El trío estuvo formado por Karanka, Iván Campo e Iván Helguera, firmado inicialmente como mediocampista, pero que acabó ejerciendo de defensa central en otro intento de taponar la sangría del puesto.

Pavón, Raúl Bravo, Rubén, Mejía, Samuel, Woodgate, Cannavaro o Metzelder fueron algunos de los otros centrales que fueron desfilando por el Real Madrid hasta encontrar la dupla consolidada de Ramos y Pepe. Su salida, con el paso del tiempo, ha ido creando una crisis central que ahora los blancos necesitan resolver para taponar la sangría de bajas y volver aspirar a todos los títulos como es costumbre en el Paseo de la Castellana.

Fútbol¿Qué es la Copa Intercontinental que jugará el Real Madrid en diciembre?
Fútbol¿Qué opciones tiene Rodri de fichar por el Real Madrid?
Fútbol¿Qué centrales libres puede fichar el Real Madrid? El mercado da pocas esperanzas