El playoff de ascenso a Primera División alcanza su desenlace con una final nunca antes vista y que detendrá por unas horas todo el panorama futbolístico español. Real Oviedo y CD Mirandés se enfrentarán en la última eliminatoria a doble partido cuyo premio final será la tan ansiada plaza en la máxima categoría del fútbol español. Aquel equipo que logre superar a su rival, acompañará al Levante UD y al Elche CF la próxima campaña en LaLiga EA Sports y dejará, por fin, la siempre competitiva y ajustada Segunda División.
El primer encuentro tendrá lugar este domingo en el Estadio Municipal de Anduva, mientras que la vuelta se disputará en el Carlos Tartiere, con el equipo asturiano siendo local por haber finalizado la temporada regular por delante en la tabla. Para este primer partido, el Mirandés parte como favorito y según las apuestas de Betfair, la probabilidad implícita de que se lleven el primer enfrentamiento es del 50% mientras que la del Oviedo es del 26,67%.
El equilibrio del playoff
Desde la temporada 2010-11, año en el que cambió por completo el sistema de ascenso a la máxima categoría del fútbol español, la nueva fase eliminatoria ha permitido a numerosos equipos soñar con la Primera División tras terminar la Liga regular fuera de los dos primeros puestos. Y es que a diferencia de lo que ocurre en otros países donde el tercer clasificado asciende de forma directa igual que el primero y el segundo, en España se disputa una eliminatoria entre el tercero, cuarto, quinto y sexto a doble partido en semifinales y en la final.
Bajo este nuevo formato se han jugado 14 finales de playoff con un balance totalmente igualado. En siete ocasiones logró el ascenso el equipo que jugó el segundo partido en su estadio, mientras que en las otras siete lo consiguió el equipo que cerró la eliminatoria como visitante. Esta situación refleja una igualdad absoluta en la eficacia del factor cancha y hace creer al Oviedo y al Mirandés con hacer historia rompiendo la igualada.
Esta estadística comenzó con la clasificación del Granada ante el Elche en la campaña 2010-11 y no fue hasta el año 2013 cuando otro visitante, esta vez el Córdoba en una eliminatoria recordada por la invasión de campo que impidió el ascenso de Las Palmas, subió a Primera División. Posteriormente, Osasuna ante el Girona en 2015, el Elche ante el Girona en 2019, el Rayo Vallecano también frente al Girona al año siguiente y el equipo catalán ante el Tenerife en 2021 y el Alavés contra el Levante en 2022 han sido los últimos equipos que se han llevado la final en el estadio de su rival.
En el caso contrario, el Valladolid en la temporada 2011-12 fue el primer equipo que celebró en casa ante su afición el ascenso. Más tarde el Almería al año siguiente contra el Girona, Las Palmas ante el Zaragoza en 2014, el Getafe ante el Tenerife en 2016, el Valladolid en Zorrilla contra el Numancia en la 2017-18, el Mallorca ante el Deportivo de la Coruña en 2018 y finalmente el Espanyol ante el propio Real Oviedo la pasada temporada, han sido los últimos equipos que han podido certificar el ascenso como locales.
Ahora, el Oviedo que viene de superar al Almería por 1-2 en Andalucía y tras hacer buena la victoria con un empate a uno en el Carlos Tartiere quiere certificar su clasificación a Primera División ante un Mirandés que es el gran soñador de la eliminatoria y que no se lo va a poner fácil. Bien sabe lo que es el Racing de Santander enfrentarse al Mirandés este año ya que ha sido el otro equipo que se ha quedado en el camino después del empate a cuatro de la ida y la contundente derrota en Anduva por 4-1.
Dos equipos para un mismo sueño
El Real Oviedo, uno de esos clubes históricos del fútbol español, no pisa la Primera División desde la temporada 2000-01. Después de aquel descenso el club cayó en una gran crisis institucional y económica que lo llevó, como muchos dicen, a jugar en el barro teniendo que militar en Tercera División. Poco a poco, fruto del trabajo duro y del esfuerzo, tanto de las diferentes directivas, jugadores y afición, el equipo ha ido poco a poco reconstruyéndose hasta que, en 2015, regresó al fútbol profesional, convirtiéndose en uno de los habituales de la Segunda División.
Cada año se ha hablado de que los asturianos pueden pelear por los puestos de ascenso directo o acabar colándose como uno de los ascendidos a través del playoff, pero todavía no han dado el paso definitivo para escalar a la máxima categoría. Sin ir más lejos, el año pasado, se quedaron a las puertas en la final frente al Espanyol y cayeron derrotados en su visita a Cornellá. Con la lección aprendida, los carbayones han afrontado esta temporada con la ilusión renovada de la mano de un Santi Cazorla en estado de gracia. Ahora, están ante una nueva oportunidad de demostrar por qué son uno de los mejore equipos de la categoría y por qué la plantilla puede competir, de sobra, en LaLiga Hypermotion.
Por su parte, el CD Mirandés está ante la final más importante de su historia. Con menos historia que el Real Oviedo, el club burgalés ha conseguido ahora asentarse, después de haber alternado su presencia en la categoría de plata con su paso por la Segunda B. Desde su ascenso a la categoría de plata en 2011, ha sido actor revelación en varias ediciones de la Copa del Rey, como en las temporadas 2011-12 y 2019-20 cuando alcanzó las semifinales. Ahora, después de haber vivido un verano convulso donde apenas contaban con jugadores para realizar la pretemporada y había dudas sobre su rendimiento en la competición liguera, los de Alessio Lisci están a un paso de hacer historia.
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