La exótica Final Four que arranca este viernes en Abu Dhabi no tendrá equipos españoles. La última vez que sucedió eso fue en 2004 y curiosamente fue en la única edición que también se celebró fuera de Europa, en Tel Aviv. Sin clubes de la Liga Endesa, serán Panathinaikos y Fenerbahce (17.00 horas), por un lado, y Olympiacos y Mónaco (20.00 h), por el otro, los que luchen por el cetro continental. Se busca a los reyes de Oriente.
Los dos conjuntos griegos parten como favoritos en sus respectivas semifinales. En caso de que se confirmen los pronósticos, se viviría la primera final entre equipos del mismo país desde 1983. Nunca se vieron en la lucha por el título los gigantes del baloncesto heleno. Sería un partido de alto nivel... y altísimo riesgo.
El baloncesto que se juega en la Euroliga es ahora mismo mucho mejor que el de la NBA
El Panathinaikos defiende título y no hay conjunto con más historias al rededor. La de Ergin Ataman, que puede ganar su cuarta Euroliga en cinco temporadas. “El baloncesto que se juega en la Euroliga es ahora mismo mucho mejor que el de la NBA. Mucha gente está dejando de seguirla en Europa para seguir la Euroliga. Lo que venga en el futuro no es mi trabajo”, dijo el técnico en referencia al futuro del baloncesto continental, con el aterrizaje de la NBA en Europa como asunto recurrente en las conversaciones. Es una cuestión de debate en Abu Dhabi.
Las historias del campeón
Los atenienses llegan con la veteranía de Kostas Sloukas, con el galardón de MVP de Kendrick Nunn y con Juancho Hernangómez, nuestro embajador en la Final Four. Podría ser el primer español que gana dos títulos seguidos por primera vez en 57 años. No lo hace nadie desde 1968, cuando el Real Madrid repitió estando en sus filas José Ramón Ramos, Emiliano, Clifford Luyk, Lolo Sainz... Además, el Panathinaikos tiene la duda de Mathias Lessort, que ha estado cinco meses de baja tras romperse el peroné izquierdo. ¿Meter a un jugador sin ritmo aunque sea el mejor pívot de Europa?
Enfrente, el Fenerbahce de Sarunas Jasikevicius, especialista en llegar a la Final Four... y no ganarla. Conquistó cuatro como jugador, pero como entrenador será su sexto intento, el quinto seguido, algo que sólo habían hecho Zeljko Obradovic y Dimitris Itoudis. "Es más difícil como entrenador. Como jugador eres responsable de ti mismo. Tienes que prepararte tú y es sencillo: entrenas, haces tu trabajo y te vas a casa. Como entrenador hay muchas responsabilidades porque tienes a los medios, a tu cuerpo técnico, al club...".
La maldición del campeón de la temporada regular
El Olympiacos llega a la cita con una maldición a sus espaldas: el campeón de la temporada regular nunca gana. Pero, al mismo tiempo, quien eliminó al Madrid en cuartos siempre levantó el título. Una de las rachas se romperá. ¿Qué pesará más? Por calidad, los de El Pireo no deberían temer a nada ni a nadie. Su plantilla es profunda, experimentada y con enorme calidad, con Sasha Vezenkov y Evan Fournier al frente.
Mi amor por el Olympiacos es innegable y será para siempre, pero durante 40 minutos seremos rivales
El Mónaco parte como el aspirante con menos tradición y quizás el más débil, aunque le sobra músculo. Su técnico, Vassilis Spanoulis, se estrena en una Final Four midiéndose al Olympiacos, equipo en el que fue un ídolo: “Mi amor por el Olympiacos es innegable y será para siempre, pero durante 40 minutos seremos rivales”. No queda lugar para la amistad ni para el romanticismo cuando está en juego ganar una Euroliga.
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