Dacia quiere ser 'CO2 Neutral', pero no solo haciendo coches eléctricos

Dacia ha compartido su hoja de ruta hacia la descarbonización, que se engloba dentro de los planes que con este mismo fin está llevando a cabo todo el Grupo Renault. Ha sido Didier Michaud, responsable de plataformas y motorizaciones de Dacia, quien lo ha presentado en las instalaciones del Teatro Príncipe Pío de Madrid, flanqueado en esta ocasión por dos unidades del Bigster, el próximo gran lanzamiento de la marca rumana.

2040 y 2050

El compromiso de Dacia, como de todo el Grupo, pasa por convertirse en 'CO2 neutral' en 2040 en nuestro continente, para 10 años más tarde serlo en todo el mundo.

Para ello pretende valerse de unas estrategias que pasan por introducir vehículos eléctricos y electrificados, utilizar electricidad de origen ecológico para los procesos de producción, mejorar la eficiencia energética en los procesos de fabricación, emplear materiales más respetuosos con el medio ambiente y facilitar el a la 'energía verde' por parte de los conductores.

Estas estrategias ya se vienen implementando poco a poco y desde 2010 han permitido rebajar un 28% las emisiones de CO2 por vehículo desde su producción hasta su reciclaje. Aun así queda un largo camino por recorrer, ya que en 2023 la media de emisiones de Dacia por coche era de 41,2 toneladas de CO2, de las que un 13% correspondía a su producción, un 86% a su uso y un 1% a procesos de achatarramiento y reciclaje.

Concebidos de forma ecológica

Como recordaba Michaud, este objetivo les ha llevado a seleccionar muy bien los recursos en cada etapa de producción. Por un lado, estos Dacia ser concebidos de una manera ecológica, renunciando a buena parte de lo superfluo con el objetivo de que sean más ligeros, y por tanto menos contaminantes tanto en el consumo del coche como en la producción de sus componentes.

Por otro lado tienen claro que aprovecharán al máximo las economías de escala, por ejemplo mediante la utilización de unas plataformas que deben ser las mismas (con ligeras adaptaciones) desde el Sandero hasta el Bigster.

Un tercer pilar en el que se deben basar sus coches para conseguir la neutralidad en carbono de Dacia es la aerodinámica: espejos retrovisores, alerones en el portón, diseño de llantas y deflectores deben tener como prioridad mejorar estos valores de cara a reducir los consumos.

Y por último optarán por elegir cada vez un mayor porcentaje de elementos reciclados, renunciando a otros como el cuero o los cromados. En este caso aprovechaba Michaud para destacar las virtudes del llamado Starkle, que está formado en un 20% de poliprolinero reciclado y no necesita pintura, lo que además reduce el riesgo de que se vean los daños por golpes o roces.

En este sentido, y en cuanto a las emisiones de los coches durante su etapa de uso, Michaud nos recordó también que no solo contribuyen a la rebaja del CO2 los eléctricos, sino que los híbridos de Dacia rebajan en algo más de un 20% este dato, los micro híbridos con posibilidad de uso bi fuel (gasolina y GLP) en casi otro 20%, y tanto los micro híbridos como los bi fuel reducen sus emisiones aproximadamente un 10% cada uno.