El Tang sigue siendo el estandarte de la gama europea del gigante automovilístico chino BYD. El SUV eléctrico de casi cinco metros de longitud fue el primer turismo de la marca asiática en comercializarse en Europa (en concreto en Noruega, donde se convirtió en un modelo relativamente popular). También el primero que MARCA Coches pudo probar en la primera presentación internacional de BYD en Europa, hace apenas dos años.
En este tiempo aquella prometedora enseña china, un auténtico gigante en su inmenso mercado local, 'amenazaba' con una ambiciosa estrategia de lanzamiento en Viejo Continente que, después de año y medio no sólo contempla seis modelos (Dolphin, Atto 3, Seal, Seal U -híbrido enchufable y eléctrico- Han y Tang) sino que incluso estrena ahora la primera renovación de uno de ellos, precisamente la del todocamino que porta su estandarte europeo.
El renovado BYD Tang, en España a finales de año
Aunque no llegará a España hasta finales de este año, aprovechando el despliegue de BYD en Alemania con motivo de la Eurocopa de fútbol (de la que es patrocinador principal), MARCA ha tenido la ocasión de subirse al Tang 2024, que viene con varias mejoras respecto al original.
El todocamino del segmento E ha crecido (de 4,87 a 4,97 metros de longitud) y se ha renovado estéticamente tanto por fuera como por dentro. En el exterior se reconoce por la peculiar estética de los modelos chinos, denominada Dragon Face, a la que ya nos vamos acostumbrando. Los 'ojos' de esa cara son full LED mientras que la 'nariz' la forma un embellecedor con las siglas de la marca (Build Your Dreams), elemento sobre el que los diseñadores aún pueden evolucionar bastante (nos parece demasiado simple incluso aunque las parrillas de los eléctricos sueles ser más sencillas).
Por detrás está más logrado, aunque lo mejor es su rotunda presencia general. Es un coche con un gran porte, elegante -no se recarga con líneas artificiales pero tampoco resulta soso- y que da sensación de construcción sólida. Nada que ver con los prejuicios que podamos aún conservar sobre los coches chinos.
Una sensación que se acentúa en su interior, de corte bastante europeo, sin pegas en cuanto a ajustes -al menos a simple vista- y, como pudimos comprobar en dos viajes relativamente largos (250 km cada uno), realmente confortable.
Todo se controla desde la enorme pantalla central de 15,6 pulgadas (que, como es seña de identidad de BYD puede rotar para cambiar de formato vertical a apaisado), que se complementa con un cuadro de relojes de 12,3 pulgadas y un head up display. No hay botones físicos -lo sentimos mucho, pero nos parecen necesarios, especialmente para la climatización-, salvo los que acompañan al selector del cambio (entre ellos los que nos permiten modificar el nivel de retención en deceleraciones y entre los programas de conducción -Eco, Normal, Sport y Snow-).
Y, aunque la presentación general de los menús sigue siendo, para nuestro gusto, demasiado simplona, ha mejorado en algunos detalles, como la incorporación del idioma castellano (de España) a su asistente vocal o la compatibilidad inalámbrica con Apple CarPlay y los móviles iPhone.
Su interior puede acoger hasta siete pasajeros, en cuyo caso el maletero -que con cinco ocupantes ofrece nada menos que 940 litros hasta el techo- se reduce a 235 litros. La banqueta central es deslizante (la plaza central no es especialmente cómoda ni, en general, ancha) y el a la fila del fondo se hace de forma bastante cómoda al poder adelantar y elevar los asientos de la segunda línea.
Más batería y más autonomía
Las prestaciones eléctricas del Tang descansan en uno de sus elementos clave: la batería. BYD monta pilas propias (que también vende a otros fabricantes, entre ellos Tesla... o Xiaomi), en este caso una Blade Battery de 108,8 kWh, un gran salto frente a la anterior de 86,4.
Como se deduce de su enorme capacidad energética, las autonomías del SUV (ojo, casi cinco metros y 2,6 toneladas en vacío) son sobresalientes: 530 km en recorridos combinados y más de 680 si sólo circulásemos por la ciudad. En nuestra prueba, de 280 kilómetros en autovía y, en ocasiones, a alta velocidad (aprovechando que la legislación alemana lo permite), los consumos siempre estaban claramente por encima de los 20 kWh/100 km.
Aunque nuestra prueba no fue 100% significativa (el recorrido fue casi íntegro en autovía, incluidos tramos sin limitación de velocidad), sí nos permite asegurar que estamos ante un todocamino eléctrico realmente confortable. Sus nuevos asientos son inmensos y ofrecen de serie incluso función de masaje. Además, el rodar del Tang es verdaderamente sólido, con un tacto de dirección que da confianza en todo momento.
Eso sí, nos queda pendiente para el futuro una prueba con un recorrido más variado para valorar su dinamismo en curva, sobre todo. En ese escenario podremos valorar mejor las propiedades de su suspensión inteligente DiSus-C con amortiguación adaptativa en condiciones más difíciles. En autovía y a nivel de comodidad, cumple con buena nota.
El todocamino chino sólo ofrece una configuración mecánica bimotor, con tracción integral y 517 caballos de potencia (los mismos que el actual pero, atención, 700 Nm de par máximo, 20 más que antes), suficientes para moverlo con soltura (aunque sin explosividad, que tampoco casaría con su carácter general).
Eso no quiere decir que no acelere con mucha presteza (4,9 segundos para el sprint de 0 a 100) hasta los 190 km/h, la barrera electrónica que BYD le impone para garantizar en la medida de lo posible una autonomía. A la hora de recargar, el Tang 'se traga' hasta 170 kW de potencia en corriente continua (una buena cifra... aunque ya empieza a quedarse rezagada ante la competencia) y 11 kW en doméstica (no hay opción de un cargador más potente de AC).
Equipado a tope
El BYD Tang es uno de los coches más fáciles de configurar del mercado... porque no tiene más que los colores como opción para pensar sobre ella (y tampoco mucho porque sólo hay tres de carrocería y dos de interior). El resto lo tiene todo: desde las llantas de aleación de 21" de serie calzadas con Michelin e-Primacy de serie (el neumático francés es una de las novedades del modelo 2024, y se agradece) al a través de móviles con tecnología NFC.
Además, equipa techo solar panorámico de serie, un equipo de frenos firmado por Brembo (y se nota), hasta 32 asistentes a la conducción, tapicería de cuero Napa, equipo de audio con 12 altavoces, portón trasero con apertura gestual... Habrá que ver a qué precio sale al mercado, pero si tenemos en cuenta que el actual cuesta 60.220 euros... el Tang seguro que no será -ni mucho menos- el más vendido de la gama BYD pero, mientras llegan opciones más atrevidas desde China, nos sirve para valorar hasta dónde puede llegar esta enseña en Europa.
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