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Andrea Fernández, coach de futbolistas: "Mi propósito es humanizar el fútbol"

Lleva 17 años acompañando a jugadores a conseguir sus mayores sueños y hacer historia

Andrea Fernández, junto a su hija Guadalupe.
Andrea Fernández, junto a su hija Guadalupe.
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Andrea Fernández se sienta con MARCA para compartir lo que significa para ella el coaching, algo que lleva haciendo durante los últimos 17 años de su vida. “A mí me conmueve mucho acompañar a mis jugadores desde el coaching, es mi filosofía de vida y mi forma de ir por el mundo, yo soy coach 24 horas al día", introduce.

Cada palabra de Andrea transmite una fuerza que conmueve, especialmente, cuando habla de quién es su "Champions" en la vida
"Definitivamente, mi hija Guadalupe; cuando me quedé embarazada a los 49 años, decidí que fuera con un donante; este fue uno de los actos de amor y valentía mas grande en mi vida". 

Cuando me quedé embarazada a los 49 años, decidí que fuera con un donante; este fue uno de los actos de amor y valentía mas grande en mi vida

Andrea Fernández, coach de futbolistas

Cuando Andrea habla de coaching está mostrando al mundo su filosofía, los valores y pilares que la acompañan en su vida y que son innegociables: "El primero es la libertad, en segundo lugar, la gratitud, porque cuando tú vas por el mundo llevando esa bandera de la gratitud, como lo llevan mis jugadores, la magia sucede. Otro valor es la apreciatividad, ver el mundo con otros ojos y poder reconocer el talento en otros, pareciera que hoy por hoy no está de moda irar, aplaudir a los demás y es algo que nosotros realmente promovemos. También tener una mentalidad ganadora me parece fundamental, que pueda sostenerse con valores y con mucha ambición. En el fútbol, nosotros somos de diseñar resultados extraordinarios, que rocen lo imposible, con una consigna clara que es cuidar el bienestar y el disfrute, porque si lo hacemos, cuidamos a ese ser humano. Como coach mi propósito es acompañar a mis jugadores a que se transformen en jugadores conscientes, con un sentido y un propósito". 

Andrea Fernández, con su hija Guadalupe.
Andrea Fernández, con su hija Guadalupe.

Todos estos valores, también han estado muy conectados en su camino para ser madre: "Como coaches, primero necesitamos diseñar nuestra propia filosofía y transitarla, para después poder acompañar a nuestros clientes, eso hice con el sueño de ser mamá. Entrené mi perseverancia, mi contundencia, mi gratitud, mi sentido de libertad, la toma de decisiones, gestioné mi mundo emocional, diseñar una meta casi imposible, disfrutar el proceso, sostener mi sueño, abrazarlo y no soltarlo nunca. Para mí eso es el coaching, me considero una persona muy comprometida con el servicio y con estar para el otro, acompañar a mis jugadores en todo, en las familias, en sus finanzas, en sus temas contractuales, en sus vínculos, sobre todo, en entrenar mucho el amor propio con ellos".

Como coach mi propósito es acompañar a mis jugadores a que se transformen en jugadores conscientes, con un sentido y un propósito

La vida de Andrea resulta fascinante e inspiradora: "Tenía cosas de coaching y no lo sabía, fui parte del voluntariado durante muchos años, para mí el coaching es estar al servicio del otro, a diferencia que hoy es mi profesión, siendo muy joven vendía zapatos en la calle, era vendedora ambulante, lo hacía casa por casa, tocando el timbre y algo que recuerdo como si fuera hoy, es que el 99% de las personas me decían que 'no'. En ese momento me frustraba mucho y hoy puedo decir que fue un gran entrenamiento, ya que una de las cosas que muchos se maravillan de mí, es cómo me sostengo ante los 'no', soy inquebrantable ante la adversidad, siempre fui una persona de mucha fe, creo en algo supremo, después cada uno que le ponga su nombre, para mí es Dios, para otro será Alá, Buda, el universo o la energía. Mira que interesante Diego, mientras converso contigo y recreo estos años me doy cuenta de algo que nunca me puse a pensar, siento que uní mi fe y mi sueño y eso hizo que sostenga el futuro que deseaba, había una cosa que tenia claro 'que no iba a morir vendiendo zapatos".

Andrea Fernández, junto a su hija Guadalupe.
Andrea Fernández, junto a su hija Guadalupe.

Esa fe la llevó a certificarse como coach y a aprender de los mejores, siendo valiente y decidida a cada paso que dio: “Me certifiqué como coach por primera vez con Joseph O’ Connor y su esposa Andrea Lages, Joseph me mostro, al acabar la formación, un libro que para él era la biblia del Coaching 'El juego interior del tenis' de Timothy Gallwey, en ese momento pensé si esa es la biblia quiero entrenar con el que la escribió y así fue como le escribí a Tim más de 150 mails que nunca me respondió. Hasta que lo conocí personalmente y le hice una propuesta, sin tener un centavo, le pedí que me entrenara para ser su discípula, soñaba con ser una gran coach de fútbol, aceptó mi propuesta y vino a Paraguay, disfrutamos una semana inolvidable, haberme entrenado con él fue definitivamente un hito en mi profesión. Timothy me enseñó a amar el coaching, me mostró una manera distinta de escuchar al otro, la primera vez que nos despedimos le agradecí y le dije 'gracias por enseñarme la fórmula para nunca más ser pobre', para mi hablar de Timothy significa honrar lo que aprendí, mi filosofía viene de él, es una persona que abrazo con toda el alma, de hecho, lo visito cada año. Guadalupe ya lo conoció, siento amor y gratitud hacia él y a su esposa que me han acogido siempre muy bien. Si bien el Coaching se estudia, a nosotros nos constituye nuestra historia, vengo de una raza muy amorosa y al mismo tiempo guerrera, que buen momento para honrar a mis abuelos ex combatientes, de ellos heredé la garra y de mis abuelas el amor incondicional".

Timothy Gallwey me enseñó a amar el coaching, me mostró una manera distinta de escuchar al otro

Andrea Fernández

Andrea siempre tuvo claro lo que quería conseguir en los futbolistas a través del coaching: "Cuando certifiqué como coach, ya había descubierto que quería aportar algo más en el fútbol, mi propósito es acompañar a jugadores de futbol, detrás de cada uno de ellos hay un ser humano, que más allá de la fama, el apellido y los contratos, sufren como el resto de las personas por miles de situaciones, alejarse de sus familias y amigos, no presenciar nacimientos de sus hijos o estar lejos de sus padres. Me encanta acompañarlos en una nueva forma de contarse el cuento, bajar la autocrítica, el exigente, y ver como ellos mismos se empiezan a mirar con mayor compasión". 

Andrea Fernández, junto a su hija Guadalupe.
Andrea Fernández, junto a su hija Guadalupe.

Algo en lo que Andrea enfatiza mucho es en cuidar el coaching y sus estándares, en los últimos años han aparecido en redes sociales muchos mensajes de coaches prometiendo 'que te van a transformar’ y quiere desmarcarse de esa moda: "Dentro de mi filosofía yo no hago que el jugador haga, se transforme o que él gane la Copa, ni siquiera lo ayudo, yo lo acompaño a través de una metodología para que él tome las decisiones que quiera o elija, es decir, el mérito es totalmente del jugador. Me produce mucho orgullo ver a tantos jugadores entrar en un espacio de reflexión, eso era impensado hace tantos años, definitivamente fue una bendición haber acompañado a tantos jugadores a diseñar futuro y hoy verlos vivir eso que en algún momento soñaron, recuerdo a Gerónimo Rulli debutando en Estudiantes de la Plata, a Rodrigo de Paul y Juan Musso en sus inicios en Racing Club, a Nahuel Guzmán aterrizando en México, a Kaku Romero conquistando Emiratos, hoy me emociona mucho verlos triunfar. Mas allá de una Copa del Mundo, una Copa UEFA, un Balón de Oro o una Champions Asia, ellos han logrado atravesar momentos complejos dentro del campo de juego y han sabido gestionar su dialogo interior, han encontrado sus talentos, sus dones, han creído en ese futuro inédito. De eso se trata el coaching, de animarse a conversar de imposibles y atrevernos a hacer historia. Cuando una persona se atreve a observarse se transforma en un ser humano valiente, no hay nada más desafiante que enfrentarnos a nuestras propias creencias y esos miedos que todos tenemos muy guardados, al fin y al cabo, el secreto está en los cuentos que nos contamos.” 

El coaching trata de animarse a conversar de imposibles y atrevernos a hacer historia. Cuando una persona se atreve a observarse se transforma en un ser humano valiente, no hay nada más desafiante que enfrentarnos a nuestras propias creencias y esos miedos que todos tenemos muy guardados

Andrea Fernández

El propósito de Andrea Fernández se mantiene intacto a día de hoy, a través de su escuela que es la única certificación de coaching de fútbol en el mundo: “Si bien nuestra visión es humanizar el fútbol, es nuestra misión expandir nuestra filosofía al mundo educativo, si somos capaces de llevar el coaching a la educación vamos a tener niños más sanos, creo que el coaching necesita ser parte de la educación en la escuela. Así como aprenden matemáticas, literatura y arte, podrían conocer las distintas emociones, un niño que sabe cómo gestionar el miedo, el enfado, la frustración y la alegría, cómo tomar decisiones y cómo aprender a decir que no, eso va a impactar en la sociedad. Para eso necesitamos que la filosofía del coaching llegue a los líderes del mundo de la política, educativo, corporativo, deportivo y organizacional". 

Y esto no lo dice una persona cualquiera, sino una voz autorizada como Andrea Fernández,una de las pioneras en el coaching y de las primeras en trabajar en un cuerpo técnico de un equipo de fútbol: "Se ha convertido en una moda hablar de la salud mental, pero en realidad el bienestar debería ser pilar esencial de la vida".

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