París se ha convertido esta noche en una gran fiesta tras la brillante victoria del PSG en la final de la Liga de Campeones, que ya ha quedado manchada por el inicio de disturbios en distintos puntos de la ciudad.
La Torre Eiffel se iluminó con los colores rojo y azul del Paris Saint Germain, mientras que para el final del encuentro ya había 81 detenidos por diversos incidentes en distintos puntos de la ciudad, anunció la Prefectura de Policía de París. La última cifra provisional divulgada por las autoridades es de 294 detenidos a las 00.00 GMT del domingo, aunque por ahora no se ha informado de que se hayan producido heridos.
Una cantidad "masiva" de personas se ha congregado en la Avenida de los Campos Elíseos para festejar el triunfo del equipo parisino, anunció la Prefectura de Policía de París, que ha desplegado 4.500 agentes en la ciudad y su área metropolitana.
Ya antes del inicio del segundo tiempo del partido, en los Campos Elíseos se habían producido incidentes por grupos de "revoltosos", muchos de ellos encapuchados, que no estaban viendo el fútbol sino que buscaban enfrentarse a las fuerzas del orden, informó la Prefectura.
Añadió que los agentes tuvieron que utilizar un camión con cañón de agua para proteger la plaza de la Estrella, donde se encuentra el Arco del Triunfo, donde las barreras instaladas habían sido superadas "por un gentío que no mira el partido" y que "busca el o con las fuerzas del orden".
En los Campos Elíseos, se ha detectado la presencia de "revoltosos que buscan causar incidentes" y arrojan proyectiles y fuegos artificiales a la policía.
También ha sido movida la salida del estadio del PSG, el Parque de los Príncipes, donde el entusiasmo por la victoria por 5-0, ha habido también problemas en la Puerta de Saint Cloud, por ejemplo con grupos de aficionados zarandeando autobuses.
Un automóvil fue incendiado en esa zona, aunque los bomberos pudieron intervenir rápidamente protegidos por los agentes antidisturbios.
Además, un grupo de personas con bengalas entró a pie al Periférico, la autopista de circunvalación de París, para intentar cortar la circulación. Unidades antidisturbios han intervenido "sistemáticamente" para mantener la circulación, con otros 9 detenidos, añadió la Prefectura. Imágenes de redes sociales mostraban cómo esos agentes tuvieron que afrontar el disparo de fuegos artificiales contra ellos.
Fuera de la Puerta de Saint Cloud y de los Campos Elíseos, la situación sobre el conjunto de París y de su área metropolitana "es satisfactoria" y los grupos congregados en la vía pública "son festivos", aseguró la Prefectura.
Y es que por toda la ciudad, grupos de aficionados festejan de forma pacífica, aunque ruidosa, con gritos, cánticos y petardos, o con coches que circulan haciendo sonar sus bocinas.
Las autoridades han desplegado un dispositivo "masivo" de 5.400 agentes en París y su área metropolitana para prevenir y cortar incidentes, después de que ya hubo algunos cuando el PSG se clasificó para la final de hoy.
Las cargas, las carreras y los disturbios enseguida tomaron el protagonismo en las calles de París, blindada desde primera hora de la tarde ante el temor de que la final de la Champions pudiera acabar en una batalla campal, como así está sucediendo. Y es que los ultras del PSG son considerados de los más peligrosos de Europa.
También en Múnich se hicieron notar, para mal, los aficionados del PSG. Los más radicales protagonizaron incidentes en el tren rumbo al Allianz Arena y en el estadio encendieron bengalas en los dos goles, lo que provocó una importante humareda en todo el estadio. Los ultras lograron escapar a todos los controles de seguridad.
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