- Mamardashvili El gigante de Georgia espera a España en octavos
- Sagnol "Si estamos aquí, en parte es por el 1-7"
Antes de lanzar el penalti más importante de la historia de Georgia, Giorgi Kochorashvili (Tiflis, 1999) había tirado solo dos en su carrera. Uno, en Primera RFEF con el Castellón (gol, al Calahorra); y otro, en Segunda con el Levante ante el Valladolid, que paró Masip. Sin embargo, agarró el balón para marcar por la escuadra el primero de la tanda definitiva con la que Georgia logró una clasificación histórica para la Eurocopa. El futbolista del Levante alcanzó un sueño que albergaba desde niño, cuando anotaba los resultados de cada partido de la Euro 2008 en un calendario que le habían comprado sus padres. Entonces, en su país -independizado de la URSS en 1991- ni imaginaban participar en una gran cita futbolística. No solo lo han logrado, sino que se han clasificado para la eliminatoria de octavos para medirse a España, la selección que maravilló a Kocho, en aquella Eurocopa de Austria y Suiza.
El bautismo, que no el debut, de Kochorashvili con la absoluta de Georgia fue el 1-7 de España en la fase de clasificación en septiembre de 2023. Aquel partido lo vio desde el banquillo y fue una revelación para el seleccionador Sagnol. Desde entonces ha sido titular en todos los partidos oficiales (9) que ha disputado Georgia.
El mediocentro del Levante, con 25 años recién cumplidos, es uno de los futbolistas que sobresalen del equipo revelación del continente. Ha disputado los tres partidos completos en los que ha dado una asistencia, con un 93,34% de precisión en el pase, según los datos de la UEFA. Habla cuatro idiomas, entre ellos el español que empezó a chapurrear en 2017, cuando recaló en el Girona tras sobresalir en la Eurocopa Sub 19. Tras un año en el juvenil blanquirrojo y otro de cesión en el Peralada, Kochorashvili estuvo a punto de regresar a Georgia. Coincidió el descenso del Peralada a Tercera y el del Girona a Segunda, que no podía pagar la opción de compra del jugador georgiano.
Entonces, Tariel Khechikashvili, dueño del Saburtalo -rebautizado como Iberia, en la actualidad- se puso en manos del agente Antonio López, muy respetado en el mercado del Este de Europa, especialmente en Georgia. "Me pidió que encontrara un club que pagara por Kochorashvili", recuerda.
A Kocho lo habían visto jugar los técnicos de clubes de Primera cuyo filial militaba en el Grupo III de Segunda B (Barcelona, Espanyol, Valencia, Villarreal y Levante). Y fue un técnico del club granota, Herni, el que recomendó el fichaje, a pesar de que superaba los 250.000 euros, para un filial. "Cuando estábamos yendo a Valencia, llamó el Espanyol, con una oferta muy superior", recuerda López. "En el Levante vas a tener más opciones de llegar al primer equipo", le aconsejó.
Tampoco fue fácil la progresión de Kochorashvili en el Levante. Empezando por la pandemia y por las propias dificultades deportivas de los dos últimos cursos. La alternancia de entrenamientos entre el primer equipo -césped natural- y el filial -artificial- le provocó bastantes problemas musculares. "Hubo que pararlo un poco en el gimnasio en los períodos de baja porque estaba ganando mucha masa muscular". Físicamente el futbolista de Tiflis dejó de ser el '8' liviano que es difícil de frenar para convertirse en un mediocentro que reparte juego y estopa si es necesario.
Tras el descenso a Segunda en 2022, el Levante prefirió ceder a Kochorashvili al Castellón -Primera RFEF- para que siguiera adquiriendo experiencia. En Castalia disputó 40 partidos y marcó 4 goles, pero se quedó con las ganas de lograr el ascenso con el club blanquinegro. Y esta temporada se ha confirmado ya como uno de los jugadores con mayor proyección del club granota que lo renovó hace un mes hasta 2027. Con 25 años recién cumplidos, Kochorashvili ha sabido esperar su oportunidad.
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