La primera ronda eliminatoria empieza con un interesante Porto – Málaga. Los portugueses vienen de quedar segundos en el grupo de uno de los principales favoritos para ganar el torneo (el Espanyol); los malagueños, por su parte, perdieron el segundo puesto en la última jornada.
Parecía que iba a ser un partido sencillo para el Porto, pero el Málaga salió con ganas de demostrar que ha venido a Ribadumia a poner la cantera de los boquerones entre las más grandes de España. Un toma y daca digno de un partido de alto nivel, hasta que Simão Trindade, con un disparo desde fuera del área, puso el 1-0 en el marcador; resultado con el que llegamos al descanso. La segunda parte fue un asedio constante del Porto sobre la portería de Santino Dieni, y en el minuto 23 Gonçalo Dinis marcó el segundo gol, que acabó con las aspiraciones del Málaga.
El segundo partido de esta fase enfrentaba al Sporting de Portugal y al Deportivo de La Coruña. Los de Coruña se medían al mejor equipo portugués de la fase de grupos. El Sporting quiso dominar desde el minuto uno y, con la batuta de Raí Martins en la sala de máquinas, encerró al Deportivo buscando el error defensivo. Este llegó en una desafortunada acción que provocó una cesión de un defensor al portero coruñés. Libre indirecto que Duarte Constantino no desaprovechó y puso el 1-0 en el marcador.
El golpe fue muy duro y desconcentró a los del Dépor; solo dos minutos después, una jugada individual de Nuno Tavares por la banda, en la que dejó atrás a dos defensores, terminó con una definición entre las piernas del portero, duplicando la ventaja de los lusos. En la segunda parte, el guion del partido fue el mismo y, a los tres minutos, Lisandro Morais marcó el 3-0 que se mantuvo hasta el final del encuentro, dándole el pase a cuartos al segundo equipo portugués.
Y llegó el duelo esperado de la primera ronda: el derbi sevillano. Un derbi que, sobre el papel, debía decantarse hacia el lado de la Giralda. Pero un derbi nunca entiende de estadísticas ni de momentos. En la primera parte hubo mucho respeto; ambos equipos jugaron muy seguros, sin forzar ni arriesgar lo mínimo. Un partido muy táctico, de los que les gustan a los entrenadores, pero no a la grada. En la segunda parte todo cambió: el Betis decidió poner toda la carne en el asador y consiguió dar el primer golpe con un tanto de Gonzalo Gómez. El partido continuó igualado, pero un despiste del portero del Sevilla, que se quedó protestando una decisión arbitral, permitió al Betis anotar el segundo tanto. La inercia fue la creadora del tercer y último gol.
Y llegamos al último partido de la primera ronda, el que cierra y confirma los cuartos de final. En este caso, el Real Madrid se enfrentaba al Benfica, que buscaba conseguir el triplete de equipos portugueses en los cuartos. Pero el Madrid tiene ese ADN para los momentos difíciles, ese “no sé qué” que aparece cuando más se necesita, y este fue uno de ellos. No habían pasado ni 30 segundos cuando Eduardo Malo lanzó un zambombazo desde fuera del área que hizo temblar las redes portuguesas.
Pero la maldición de Guttmann al Benfica no aplica al fútbol base, y Racin Abdulai cabeceó un centro magnífico que se coló lejos de las manos de Rafael Ruiz. El partido llegó al descanso con empate. En la segunda parte, el encuentro se rompió y ambos equipos nos deleitaron con incontables ocasiones en ambas porterías, pero la falta de acierto o las grandes actuaciones de los porteros impidieron modificar el marcador. Faltando tres minutos, Eduardo Malo anotó su segundo gol.
Los blancos se las veían felices, pero en la última jugada del partido, un disparo lateral fue bloqueado por el portero madridista; sin embargo, el rechace lo aprovechó Diogo Salvador para poner el 2-2 justo cuando el colegiado marcó el final del partido. Primera tanda de penaltis en la fase final del AF7. La lotería —o el buen hacer— desde los once metros le dio al Benfica el pase por 2-3.
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