"Espero que algún día puedas venir a ver un partido a Palestina". Las palabras son del secretario general de la federación palestina, Firas Abu Hilal, tras la dura eliminación mundialista que sufrió la selección de Cisjordania, al quedarse fuera del Mundial 2026 por un gol de penalti de Omán en el 96', cuando apenas quedaban unos segundos de encuentro. Palestina, que había ido ganando -el único resultado que le valía- a Omán durante toda la segunda mitad, tuvo además la ventaja numérica desde el 73' y ni por esas avanzó a la Cuarta Ronda de clasificación asiática.
"El vestuario está hundido, hemos llorado mucho. Que te eliminen así es muy cruel, es muy doloroso", nos cuenta Yaser Hamed, futbolista palestino nacido en Leioa, cuando el vestuario todavía está 'caliente'.
Los recuerdos a Gaza en la previa del partido eran constantes en la charla del entrenador Ehab Abu Jazar, promocionado recientemente desde la sub 23. Antes del encuentro, minuto de silencio por los fallecidos en la tierra de la selección que debe jugar fuera de su territorio.
Amán fue una fiesta del fútbol palestino que acabó en la peor de las tragedias. Todo parecía controlado, nada podía ir mejor: marcador a favor en la segunda mitad y el rival jugando con un futbolista menos.
Las coloridas gradas animaban sin cesar y los buses habían cumplido su tarea de traer a las gradas del estadio del Rey Abdullah II a cuantos más refugiados palestinos que estuvieran en Amán, mejor.
Palestina tuvo además la mala suerte de que en 'su' día de protagonismo, en el día de 'su' partido más importante de la historia, la selección local del país donde debe jugar exiliada hacía el festejo más grande de su historia del fútbol al haber clasificado Jordania por primera vez para un Mundial. No sólo el mismo día, sino a la misma hora que su partido, restándole focos locales y, probablemente, alguna ayuda más en la grada.
El fútbol es religión también para el pueblo palestino y en Jordania. Camisetas del Real Madrid, Barcelona, Argentina, Brasil... y alguna que otra del Palestino chileno, conjunto del país sudamericano que honra la memoria del pueblo palestino que se halla en gran diáspora en Chile.
El gol final de Omán acalló el estadio cuando ya nada parecía poder evitar que Palestina siguiera su sueño mundialista. "Así es el fútbol", nos comentaba un directivo palestino. "Algún día nos tocará sonreír", afirmaba otro jugador. "No sé por qué no perdimos más tiempo, no se debió jugar nada del tiempo añadido... puede que nos faltara experiencia", afirmaba otro directivo durante la cena post derrota.
Las caras largas, los lloros, las botellas de agua al aire, los golpes sobre el césped... la rabia palestina se hizo notar cuando el colegiado pitó el final. La alegría omaní empezó entonces a brotar: seguían vivos en el Mundial gracias a un penalti en los últimos segundos de partido. ¿Alguna manera mejor de ganar una eliminatoria?
Ahora los jugadores de Palestina emprenden el viaje de vuelta a sus países, algunos de origen otros de residencia. Suecia, Estados Unidos, Egipto, Dinamarca, España, Argentina... y Gaza, aunque estos últimos se han de esperar hasta el domingo "porque hay más problemas que nunca en el puente de entrada y se esperan grandes aglomeraciones", nos cuentan.
Palestina cayó eliminada del Mundial y lo peor es que no pudo hacerlo en casa, sino en el exilio jordano. Ojalá el fútbol algún día les pueda sacar una sonrisa y llevar esa alegría por la que cada jugador palestino se enfunda la elástica. Y de paso, que ningún país, se llame Palestina, Ucrania, Sudán, Yemen o Etiopía, tenga que volver a jugar como local fuera de su territorio por motivos políticos. Sigamos soñando...
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