Cuando las temporadas llegan a estas alturas de competición, todos los detalles pueden ser determinantes a la hora de alcanzar un objetivo. Lo saben bien tanto el Almería como el Oviedo, inmersos en una lucha fratricida por alcanzar la última eliminatoria que abre la puerta del ascenso a Primera. Carlos Pomares, lateral de los carbayones, prefiere no pararse a darle muchas vueltas al encuentro que afrontarán en apenas 48 horas: "En los partidos de playoffs, poco hay que entender. Son igualados, con plantillas muy buenas en las que no es normal que alguien domine. En todos los playoffs que he vivido yo, no he visto un claro dominador en ningún partido".
Los partidos de 'playoffs' son igualados, con plantillas muy buenas en las que no es normal que alguien domine. En todos los playoffs que he vivido yo, no he visto un claro dominador en ningún partido
Pensar en planes capaces de sorprender a los rivales o de ser sorprendidos por ellos no cabe en la cabeza de los profesionales que tienen bastante castigo acumulado en las piernas y por eso tienen suficiente con poder llegar la mejor condición física posible a cada uno de los envites: "Lo fundamental es recuperar. Hay cansancio del viaje, del partido y de las emociones. Las emociones hay que saber gestionarlas porque si no lo haces, se te pueden venir en contra".
Más allá de lo que vivimos en el vestuario, también percibo más tranquilidad que el año pasado en la ciudad y en la afición. Nunca sabes lo que puede pasar
Y da un paso más: "Los que juegan bajan la carga de trabajo para llegar frescos, todos los equipos lo hacen. Los suplentes intentamos ahí coger ese ritmo, aún sabiendo que lo que no has ganado ya es difícil que lo ganes. Los entrenamientos bajan de carga por razones obvias e intentas hacer otro trabajo para poder llegar a ese ritmo competitivo".
Ilusión desbordada
El oviedismo ha vuelto a cargar las pilas de la ilusión. Si en la última jornada de Liga se batió el récord de asistencia, el miércoles, pese a ser partido entre semana, se espera que haya una cifra muy similar. Pomares ya no se sorprende con la reacción de los aficionados: "Cuando ya llevas años en un club como este, que vas conociendo todo lo que pasa en la ciudad, te enteras de cosas como que la gente sale antes del trabajo o pide el día para llegar al partido y disfrutar. Sabemos la respuesta que siempre da esta afición, ojalá todas fueran así".
Lo que sí detectan los jugadores que ya vivieron. La experiencia del pasado año es que el grado de ansiedad ha bajado. Todo el mundo parece haber aprendido de que el camino es muy largo, muy complicado y que es más sencillo recorrerlo desde la calma, que con una carga de presión: "Lo ideal sería que esa calma que veo ahora esté antes de vivir la experiencia, pero eso es muy difícil. Eso no pasa. Más allá de lo que vivimos en el vestuario, también percibo más tranquilidad que el año pasado en la ciudad y en la afición. Nunca sabes lo que puede pasar, mira el Cádiz este año, con una gran plantilla y un gran entrenador no han llegado"
Tuve un entrenador que decía que el equipo que más segundas jugadas gane, más opciones tiene de ganar el partido. Y se suele cumplir
Pomares es consciente de que hay "que ser cauteloso siempre y tener los pies en la tierra. Me gusta que haya esta cierta calma en el ambiente, o menos euforia, al menos. Es beneficioso para el club, los jugadores y la propia afición. Creo que se disfruta más vivirlo desde ese prisma".
Cuando a Pomares se le pide una explicación sobre la mejoría experimentada por el equipo es la llegada de Veljko Paunovic al club, el valenciano lo tiene claro: "La clave es hacer las mismas cosas a un punto más de intensidad, eso creo que es lo que nos faltaba. Paunovic nos ha dado eso, esa intensidad en el esfuerzo. Llegas antes a las disputas, en el momento exacto o incluso antes que el rival. Eso nos da continuidad en el juego. Tuve un entrenador que decía que el equipo que más segundas jugadas gane, más opciones tiene de ganar el partido. Y se suele cumplir".
Fede Viñas apura su regreso
Por otra parte, mientras los titulares de Almería ni siquiera se dejaron ver sobre el césped del El Requexón, sí hubo una sorpresa muy agradable para Paunovic. Fede Viñas apareció junto al resto de compañeros, luciendo un aparatoso vendaje en la rodilla derecha, pero pudo completar el entrenamiento.
Si no hay recaída ni las molestias van a más, podría estar incluso en la convocatoria con la idea de echar un cable si fuese necesario, y eso que sólo han pasado tres semanas desde que se produjese el esguince ante el Zaragoza.
El otro queserá alta seguro en la convocatoria es Ilyas Chaira. El extremo ya tiene el alta médica de su luxación de hombro y podrá sumar minutos si el técnico lo entiende necesario.
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