De la escasez de centrales... al 'overbooking'

El centro de la defensa del Real Madrid está atravesando una temporada 23-24 que será recordada por la gran cantidad de dificultades acumuladas en la demarcación, que se inició en el primer partido oficial de la temporada, con la rotura de cruzado de Eder Militao. Un duro golpe en la línea de flotación de la defensa madridista, que apenas unos dias antes había perdido a otro baluarte como Thibaut Courtois por la misma lesión.

La lesión de Militao dio vuelo a Rüdiger, una de las sensaciones de la temporada en el equipo blanco. Más allá de sus goles salvadores ante Mallorca (Liga), Atlético (Supercopa) 0 City (tiro decisivo en la tanda anadora), el alemán se ha erigido en uno de los líderes de la caseta, uno de esos jugadores que cohesionan vestuarios.

Su pareja durante la mayor parte de la campaña fue un David Alaba que tuvo que ceder protagonismo a su compañero en el eje, lejos el austriaco de la versión que mostró en su primer curso de blanco, la exitosa campaña 21-22. Pero, a mediados del mes de diciembre, en un partido ante el Villarreal, la rodilla del ex del Bayern también se rompía, dejando al Madrid en una situación insólita: el portero y los dos centrales de la Decimocuarta, fuera de combate para varios meses.

Tras el percance de Rüdiger corrió el escalafón y Ancelotti recurrió a Nacho, con escaso protagonismo en la primera mitad de la temporada. Con todo, la situación aún podía ser peor, una vez que el Madrid decidió no ir al mercado de invierno para fichar un central, y asi ocurrió a primeros del mes de febrero. Rüdiger se lesionaba tras un choque con Greenwood en Getafe y Nacho caía en el siguiente partido del Madrid, el derbi de Liga en el Bernabéu. La crisis total llegaba en puertas de la visita a Chamartín del Girona, ya casi la única alternativa a la candidatura liguera de los blancos, que el Madrid afrontó con Carvajal y Tchouaméni como centrales. Los cuatro de la plantilla estaban lesionados. Pese a ello, el Madrid ganó 4-0 y frenó con solvencia al ataque del equipo de Míchel, el mejor de la Liga junto al de los blancos.

Rüdiger se perdió tres partidos, pero el Madrid no acusó el golpe a nivel de resultados pese a ceder dos empates en Liga y otro, muy sufrido, ante el Lepizig para sellar el pase a cuartos de Champions. La salud respetaba a Rüdiger y Nacho mientras se acercaba el retorno de Militao (como el de Courtois, frenado por una nueva lesión de menisco), que se concretó el pasado 31 de marzo, justamente ante el Athletic, el mismo rival ante el que se lesionó.

La presencia de Eder en ese partido fue testImonial, pero fue cogiendo minutos de calidad ante City y Barça para volver a ser titular el pasado viernes en Anoeta. Formó pareja con Nacho, ya que Ancelotti reservó a Rüdiger para Múnich. De hecho, la presencia del alemán en el centro de la defensa del Madrid en el Allianz es la única certeza en esa posición, a la que opositan también Nacho, la opción más factible, el propio Militao e incluso Tchouaméni, que ha jugado 10 partidos en este curso en esa posición, incluidos la ida de cuartos ante el City y el último Clásico del Bernabéu. De manera que de la escasez extrema ante el Girona se ha pasado casi a una situación de 'overbooking', con la poco habitual situación de cuatro aspirantes para tan sólo dos puestos en la ida de semifinales ante el Bayern.