Real Sociedad y Real Madrid se vuelven a encontrar en las semifinales de la Copa. Es la quinta vez que sucede, con un 2-2 hasta ahora en el a la final. La primera vez fue en mayo de 1951, con doble triunfo donostiarra: 1-0 en Atotxa y 0-2 en Chamartín. El único tanto del partido lo marcó Salvador Artigas, a falta de siete minutos y al resolver un barullo que se montó en el área madridista.
El autor del gol había sido piloto de combate durante la Guerra Civil. Su biografía se encuentra en los archivos de la Asociación de Aviadores de la República (A.D.A.R). Nació en Barcelona, el 23 de marzo de 1913. A los 15 años entró en la cantera azulgrana, para llegar al primer equipo y debutar en un amistoso el 8 de septiembre de 1932: 2-3 contra el Sant Sadurní.
Al estallar la guerra militaba en el Levante. Entonces se inscribió en las convocatorias gubernamentales para alumnos-piloto. Viajó a Francia, donde realizó el curso de vuelo elemental en la escuela de vuelo de Agen. En El Carmolí, Murcia, completó su formación bajo la dirección del el comandante Isidoro Giménez.
La circular del Diario Oficial núm. 244 del 11/10/1937 del Ministerio de Defensa Nacional otorgaba a Artigas el título de piloto militar de aeroplano. Su antigüedad era del 29/09/1937 y el rango el de sargento de aviación.
Su destino
En el verano de 1938, en agosto, se incorporó a a la 3ª escuadrilla de Polikarpov I-16 Moscas del Grupo 21. Entró en combate en las batallas del Ebro y Cataluña. Su aparato era el punto izquierdo del Jefe de Escuadrilla Ángel Sanz Bocos, Vallecas.
Con la derrota republicana cada vez más cerca, su escuadrilla recibió la orden de replegarse a Toulouse. Antes de partir, un ataque nacional inutilizó varios aparatos, entre ellos el de Vallecas. Era el 6 de febrero de 1938.
Sólo pudieron despegar los Moscas de Artigas, José Balsa Gutiérrez y Carreras. Artigas no localizó el aeródromo de Toulouse pero reconoció el campo de Agen donde había hecho sus prácticas de vuelo y aterrizó con sus compañeros. El destino de todos ellos fue el campo de detenidos de Gurs, entre Olorón y Navarrenx, en el País Vasco francés.
Del día anterior, el 5 de febrero, data un oscuro episodio. Esa mañana, una patrulla de observación patrulla de protección de I-16 Moscas estaba preparada para salir. Era la de Vallecas, Artigas y Álvaro Pitarch Escorihuela. Este último, despegó en dirección a Barcelona sin aviso previo.
Poco después regresaron sólo Vallecas y Artigas, que informaron de haber entrado en combate y que Pitarch había sido derribado. La verdad era que había aterrizado en el aeródromo de Sabadell, ya en poder de la aviación franquista. Esa tarde, Fiats italianos ametrallaron el campo de Villajuiga, donde se reunían aparatos gubernamentales para replegarse. Llegaron demasiado pronto.
Vuelta al fútbol
Detenido en Francia, el fútbol acudió en su ayuda. A mediados de agosto de 1949, Artigas dio un giro brusco a su vida. Después de avanzar mucho para renovar por el Stade de Rennes decidió regresar a España. Le esperaba la Real Sociedad, y no hay constancia de que tuviera problemas para regresar.
Con la camiseta del Real Sociedad llegó a la final de Copa de 1951, la que el equipo vasco perdió en Chamartín por 3-1. Ese partido no lo jugó Artigas. Llegó tocado y, aunque viajó a Madrid, Benito Díaz decidió que era mejor alienar a Patri en el medio campo.
Después de colgar las botas, la carrera de Artigas fue larga como entrenador. Se ganó fama de duro, por lo que se el apodó Mister K.O. Entrenador de Real Sociedad, Barcelona, Elche, Athletic, Sevilla, Girondins... dejó métodos desconocidos entonces, tanto en el trabajo táctico, en el físico o en apartados que casi nadie tocaba como la alimentación. Contaban que físicamente era un elegido. Con el Barcelona llegó a la final de la Recopa de 1969, pero la perdió: 3-2 ante el Slovan de Bratislava en el St. Jakob de Basilea.
Fue seleccionador español junto a Miguel Muñoz y Luis Molowny, una solución de urgencia tras la destitución de Eduardo Toba en febrero de 1969 y como puente a Kubala.
El 6 de septiembre de 1997, Salvador Artigas falleció en Benidorm a causa de un ataque al corazón. Vivía desde hacía años a orillas del Mediterráneo, donde era habitual que se reuniera con antiguos compañeros de la aviación republicana.
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