- Real Madrid. Davide Ancelotti arranca su carrera en solitario
El Real Madrid atraviesa una situación extraordinaria, esta vez por lo espinosa y compleja que resulta. Con dos de los grandes objetivos de la temporada ya descartados —la Champions y la Copa del Rey—, el equipo de Carlo Ancelotti aún aspira a conquistar la Liga y el Mundial de Clubes. El primer reto es el campeonato nacional, al que llega en las últimas cinco jornadas con la necesidad de remontar cuatro puntos frente al Barcelona. En realidad, son cinco, debido al contundente 0-4 encajado en el Santiago Bernabéu. Y lo afronta en un momento extremadamente delicado, con amenazas que llegan desde varios frentes.
A la cabeza de todas las dudas se encuentra el rendimiento global del equipo blanco a lo largo de la temporada, desde agosto hasta hoy. El Madrid no ha logrado encontrar una línea de juego constante. Ha sido un conjunto de altibajos, algo evidenciado de forma contundente por las dos caras radicalmente opuestas que mostró en la final de Copa. En definitiva, un equipo irregular, poco fiable e incapaz de mantener un rendimiento sólido. Nada que ver con la temporada pasada, en la que cada partido ofrecía la garantía de que el Madrid sería un rival duro de roer. La diferencia se refleja en las cifras: solo dos derrotas en la campaña 2022-23, frente a las trece que acumula en la actual.
Esa forma de competir ha convertido al Real Madrid en un equipo con serias dificultades frente a rivales de su mismo nivel. Contra el Barcelona, al que se enfrentará la próxima semana en un duelo decisivo, acumula tres derrotas en tres encuentros, con doce goles encajados. Solo en la eliminatoria ante el decepcionante Manchester City de esta temporada se vio a un Madrid realmente competitivo. En el camino han quedado diversas frustraciones, especialmente en los dos partidos frente al Arsenal.
La situación de Ancelotti
El Real Madrid afronta la recta final por la Liga inmerso en un auténtico galimatías en torno a su entrenador. Cuestionado durante toda la temporada, tanto desde dentro como desde fuera del club, la eliminación en los cuartos de final de la Liga de Campeones ha dinamitado la continuidad de Ancelotti. Ni siquiera las dos Champions conquistadas en cuatro intentos parecen suficientes. Tanto es así que, incluso si logra el título de Liga, se da por hecho que sería solo una despedida brillante para el técnico más laureado en la historia del club. Un contexto nada ideal para intentar una remontada en la clasificación.
Defensa destrozada
El panorama en defensa no puede ser más desolador para el Real Madrid. Los cuatro titulares con los que Ancelotti contaba en agosto —Carvajal, Rüdiger, Militao y Mendy— están lesionados y descartados para lo que resta de temporada. Carvajal y Militao sufrieron graves lesiones de rodilla antes de Navidad.Rüdiger fue operado tras la final de Copa, en la que Mendy volvió a romperse por una lesión muscular severa. Como si no fuera suficiente, el regreso de Alaba, en quien se depositaban muchas esperanzas, resultó un chasco: volvió en enero lejos de su nivel y ha tenido que pasar de nuevo por el quirófano debido a un problema de menisco.
Con Tchouaméni al borde de la sanción a las puertas del Clásico, Ancelotti deberá decidir cuidadosamente qué hacer ante el Celta. Ir a Montjuïc sin el mediocentro francés es un lujo que el Madrid no puede permitirse. La situación en la defensa roza lo surrealista: Lucas Vázquez como 2 discutido, Valverde se ve obligado a jugar como lateral en un rol que no le agrada, y Asensio —que en julio tenía a seis centrales por delante— se ha convertido en el líder de la zaga. Vallejo permanece desaparecido, Jacobo Ramón ha sido convocado como emergencia y Fran García ha visto cómo Camavinga ocupa su puesto natural en el lateral zurdo. Dantesco.
69 goles encajados
Las lesiones en defensa son solo una parte de un problema mucho más profundo. Incluso con el equipo sano, el número de goles encajados ha sido excesivo durante toda la temporada. La cifra asciende ya a 69, muy por encima de los 50 recibidos en la campaña anterior. En ese dato se resumen muchos de los males que han lastrado al equipo. Y no se trata únicamente de la línea defensiva: la imagen de un equipo partido, donde los atacantes apenas colaboran en tareas defensivas, ha sido una constante. Ni siquiera los reiterados mensajes de Ancelotti pidiendo mayor compromiso han conseguido revertir esa dinámica.
Mbappé, el más criticado… y el mejor del ataque
Era difícil imaginar que la llegada de Mbappé al Real Madrid pudiera generar más frustración que ilusión. Pero así ha sido. Tanto, que el Santiago Bernabéu lo despidió con pitos en el partido ante el Arsenal. Aun así, el francés ha sido, con diferencia, el que más y mejor ha rendido del trío ofensivo que forma con Vinicius y Rodrygo. Al brasileño le afectó profundamente el desaire del Balón de Oro, y desde entonces sus grandes actuaciones han sido apenas fogonazos. Eso sí, no se le puede achacar una caída física. Algo que sí parece sufrir Rodrygo, cada vez más irreconocible. Más allá de que no marca en Liga desde marzo y que en todo 2025 apenas suma cuatro goles —tres de ellos en enero—, lo realmente preocupante es su nivel general de juego.
Sin segunda unidad
La temporada pasada, Ancelotti contó con un trío de suplentes que fue oro puro para el equipo: Nacho, Brahim y Joselu. En la actual, el técnico italiano no ha encontrado nada comparable. “Esta temporada no tenemos a Joselu”, lamentó Courtois nada más terminar el partido del Bernabéu ante el Arsenal. Nacho fue un pilar en la defensa tras la lesión de Alaba, Brahim resultó mucho más influyente que ahora, y Joselu aportó 18 goles, cuatro más de los que lleva Rodrygo en esta campaña. Ya sea por falta de confianza del técnico o por méritos insuficientes, lo cierto es que Güler y Endrick están muy lejos de igualar el impacto que tuvo la segunda unidad hace un año.
De ellos, el turco llama a las puertas del once a una semana de la final ante el Barcelona. Su buen rendimiento en la final de La Cartuja, unido al bajón de Rodrygo, invita a pensar que Ancelotti podría aumentar su confianza en el turco en este tramo decisivo de la temporada. Güler será uno de los que parta de cero con la salida de Ancelotti del Madrid y en los que habrá muchos ojos puestos en verano.
En este escenario lleno de obstáculos, el Real Madrid afronta el tramo final de la Liga, que bien podría marcar el final de la segunda etapa de Ancelotti al frente del club. Cuesta encontrar motivos de peso para creer en un nuevo título liguero, que además convertiría al técnico italiano en el primero desde Leo Beenhakker( 1987, 1988 y 1989) en conquistar dos Ligas consecutivas con el Madrid. Aunque con este club, y con su historia de nunca rendirse, nunca se puede dar nada por cerrado del todo.
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