España vivía en la felicidad de la Eurocopa ganada meses antes en Viena cuando Joselu se puso por primera vez la camiseta de la selección. Era el mes de octubre de 2008 y Luis Milla comenzaba a dar forma a la sub 19 cuyo objetivo era el Europeo de la siguiente primavera.
De inicio, Joselu no estuvo en la convocatoria para los partidos con los que se iniciaba la ruta: Islas Feroe, Bielorruisa y Suiza, los tres en apenas cinco días. Pero el entonces delantero juvenil del Celta fue llamado de urgencia al caer lesionado Sergi Enrich. Se sumaba para viajar a Minsk a un equipo en el que estaban De Gea y Nacho.
Se cumplen ahora 15 años de aquella semana en la que José Luis, que era como Milla se refería a Joselu, arrancaba su carrera con España. Lo que parecía que era una experiencia olvidada se ha convertido en la historia de un goleador de primer nivel para el proyecto de Luis de la Fuente.
El nombre de Joselu, que durante meses revoloteó las listas de Luis Enrique sin que el asturiano diera nunca el paso de llamar a un delantero que no le cuadraba en su idea de juego, fue una de las caras nuevas de la selección cuando el pasado mes de marzo De la Fuente puso las primeras bases de lo que hoy es un bloque cada vez más claro y con trazas de solidez.
España salió tocada de aquella ventana. La victoria ante Noruega, más sudada de lo que decía el 3-0 final en La Rosaleda, fue engullida por la clara derrota en Escocia. Las dudas y zonas oscuras se multiplicaron, pero también salieron cosas buenas de esa primera toma de o de De la Fuente con la selección.
Por encima de todas, la aportación de Joselu. Dos goles en dos minutos (84 y 85) nada más entrar al campo ante los noruegos y un buen nivel en Hampden Park, donde estrelló una pelota en el larguero y reclamó dos penaltis que el árbitro y el VARle negaron, dejaron claro que era un jugador que le daba a España cosas que no tenía en su repertorio.
El Joselu que desde ayer está en Las Rozas en la semana clave para que España esté en la Euro 2024, la de los partidos ante Escocia y Noruega, es un jugador que con 33 años derriba barreras y da pasos de gigante para estar en Alemania.
Quienes tenían dudas cuando Joselu fichó el pasado mes de junio por el Real Madrid se han encontrado con una respuesta contundente. Joselu juega menos que en el Espanyol, algo que estaba claro, pero su poder goleador no se ha visto reducido por ser menos protagonista o por el peso de la camiseta del Real Madrid.
La temporada pasada, con el Espanyol, Joselu sumaba seis goles en LaLiga y había disputado todos los minutos: 720, una diana cada dos horas de juego. Ahora, el 14 del Madrid, en las mismas jornadas, solo ha marcado un gol menos: cinco en 521 minutos, para un media de un tanto cada 104 minuto en el campo. Su registro con el Espanyol lo podía haber igualado el sábado, pero Sergio Herrera adivinó sus intenciones en el penalti que evitó el 5-0.
Eficacia y rentabilidad
Tener a Joselu en el campo, un delantero de los de antes, se ha convertido en una excelente noticia para el Real Madrid y la selección. La efectividad del gallego nacido en Stuttgarthabla en blanco y en rojo.
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Con España, Joselu solo fue titular en la derrota en Glasgow, lo que hace que la relación entre los minutos jugados y los goles marcados sea asombrosa: seis partidos, cuatro tantos en 197 minutos, uno cada 49.
A los dos goles ante Noruega, que sirvieron para despejar un momento en el que la incertidumbre se había apoderado del partido, Joselu añadió en Enschede el más importante de los cuatro que lleva con España. Fue en la semifinal ante Italia en la Final Four. Cuando el partido se iba a la prórroga, Joselu fue el más listo para aprovechar un disparo de Rodri, vivir al límite del fuera de juego y batir a Donnarumma para meter a España en la final. Ante Croacia no marcó en los 54 minutos que tuvo, pero suyo fue el balonazo a la escuadra derecha de Livakovic con el que comenzaron los lanzamientos españoles para llevarse el título.
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Su cuarta muesca llegó en la goleada a Chipre en Granada con la que se cerró la venta de septiembre.
Con el corte en esos seis partidos que suma Joselu con España, su media de goles se coloca en unos dígitos que mejoran lo que fueron capaces de hacer los mejores artilleros que ha tenido la selección en sus ya 103 años de vida. Y cuando se amplía el arco a los grandes artilleros de la actualidad y de la historia tampoco se encuentran registros que rebajen esa capacidad de marcar un tanto cada 49 minutos sobre el verde.
Pero más allá de los números, lo más importante es que España ha encontrado en Joselu un goleador, una amenaza, un delantero que permite ampliar registros y aprovechar el potencial que tiene la selección cuando pisa el área rival.
