Por más perdedores como Max Verstappen...

Max Verstappen no ganó el Gran Premio de España. Oscar Piastri fue el que primero pasó por la bandera a cuadros de la llena recta principal de Montmeló y el neerlandés llegó quinto -acabó 10º por la sanción-, vacío e intentando todo. Quiso ganar una carrera que estaba perdida, con una McLaren en modo Mercedes de la tiranía de la era híbrida. Pero el tetracampeón no se rindió, lanzó su ataque y sigue luchando. Contra todo y contra todos. Por más perdedores así...

Porque fue juez con una estrategia a tres paradas. También dio la cara en una relanzada en la que salió con el duro que le dejó su equipo. Perdió con los McLaren y con Leclerc, pero fue el animador de la carrera. El Mundial, eso sí, será una prueba de heroicidad ante dos coches tan rápidos como los McLaren.

Verstappen pierde como un campeón

La Fórmula 1 tiene a un favorito claro en Oscar Piastri. El de Montmeló era el cacareado fin de semana de los cambios de regulación técnica y solo sirvió para una paliza de McLaren. El coche papaya es inmejorable y arrasó con el australiano como ejecutor. Mucho ritmo, gran cuidado de las gomas y sin dejar que Max Verstappen les desquiciase. El neerlandés lo intenta, pero Piastri gana. Es complicado así.

Verstappen, aun así, luchó con todo. Propuso un cambio de estrategia y desquició a McLaren. Solo se perdió en la relanzada, víctima de los pocos neumáticos que tenían en su equipo. Eso le destrozó y terminó perjudicándole en las últimas vueltas hasta que todo estalló en la batalla ante Russell. Le dejó sancionado y con solo un punto. Pero fue el animador.

¿Alguien puede con McLaren?

Barcelona fue un recital de Piastri. La nueva normativa no ha cambiado nada, los papaya son el gran coche de la parrilla. Y el australiano va decidido. Dominó desde el inicio, mandó con su ritmo y gestionó la cosa a la perfección tras el coche de seguridad que provocó Antonelli. El piloto de moda.

La duda está clara: ¿alguien podrá contra el australiano y su McLaren? No tiene mucha pinta, aunque Max Verstappen promete guerra y quiere seguir con vida hasta la última línea de meta. Es el mejor de los perdedores. Pierde... como un campeón.

Dos puntos de oro

Fernando Alonso entró 9º en la meta de Barcelona. Son los dos primeros puntos del 2025, un botín merecido y justo. Alonso luchó hasta el final, lanzó su ofensiva con la goma blanda tras el coche se seguridad y puntuó. Por fin. Ya está aquí. 

Por el camino, Alonso demostró que no se corta con nada ni nadie. Intentó todo tipo de adelantamientos, lanzó al AMR25 en lugares que otros no se atreven. Y la Fórmula 1 premió, por primera vez, a un piloto que entrega todo en cada vuelta. Son dos puntos que valen oro puro.

Leclerc es el jefe de Ferrari

Ferrari fichó a Hamilton hace más de un año, prescindió de Carlos Sainz y el tiempo va enseñando que quizá era algo precipitado. Porque Hamilton no es el líder de Ferrari y Leclerc, con el que Sainz peleaba de tú a tú, se ha hecho más fuerte si cabe. Amarró un podio enorme en Barcelona, tras aguantar todo en las primeras vueltas y lanzar su ofensiva tras el coche de seguridad.

Aunque tendrá la sombra de duda del movimiento en la recta de meta. Desde su perspectiva, Leclerc parecía ir en línea recta. Desde la de Verstappen, es una maniobra al límite del reglamento. Podría perder el podio y no pasaría nada.