Cuando Sainz está de dulce, no le para nadie, ni Verstappen. Y además se ve desde el viernes, en la primera vuelta, casi desde el jueves en cómo entra al circuito. Se había preparado hasta el truco de videojuego de la clasificación e hizo la pole por primera vez con más de dos décimas.
Hoy no se ha puesto nervioso y le ha metido una lijada a Verstappen, saltando por los pianos, para hacerle un poster y colocarlo en casa. Se ha ido casi 10 segundos sobre Leclerc toda la carrera y ha ganado como lo hacía Schumacher en ese Ferrari, o Vettel unos más tarde, o Fernando en algunas de sus 11 victorias de rojo, a lo grande, pasando a los mejores y con un ritmo sideral. Muy merecido. Y con el pepino que tiene Ferrari desde Monza, igual no es la última. "Gracias Ferrari", ha dicho. Clase y categoría hasta el último día.
La cuarta victoria de Carlos en F1, y segunda de esta temporada tras la de Australia, le iguala en la tabla con nombres míticos como Eddie Irvine, Dan Gurney o Bruce McLaren, fundador de la mítica escudería. El 55 suma este triunfo al de Gran Bretaña 2022, Singapur 2023 y la citada de las antípodas recién operado de apendicitis. El madrileño roza ya, como ocurre con las 6 poles que atesora, estar entre los 50 mejores de la historia en este apartado, y le da a Ferrari un nuevo triunfo, el 258 en F1 (1094 carreras)tras darle la pole 253 el sábado.
Lo de Max estaba cantado. Salió vivo de la primera en Austin y hoy ha repetido en México así que tocaba cruz, y encima luego se ha encelado, enfurruñado, con Norris, ¿qué podía salir mal?. Esos 20 segundos de sanción animan el Mundial, el cotarro, la crítica y la polémica, la esencia de la F1. Se cebó Lando y se cebaron con él, pero va siempre tan al límite que se la juega. Veremos lo que le cuesta ya pilotando el tercer coche de facto.
Lawson ha entrado a lo grande en la F1, levantando el asiento a Ricciardo, pinchando a una leyenda como Alonso desde el primer día y hoy retrasando su doblaje por Leclerc y Norris ("vaya broma de tío", ha dicho Charles) y haciéndole una peineta a Checo Pérez, en su casa, México, y en su equipo nodriza, Red Bull. Desde luego es un carácter, pero progresar así, salvo que seas un portento, se complica sobremanera.
Justo el primer abandono del año le llegó a Fernando en su carrera 400. Un problema de frenos, no refrigeraban, avería técnica de un coche que ya debe ser el noveno, solo mejor que el Sauber. Un final inmerecido para un fin de semana fantástico y una cifra impresionante.
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