El cerebro de los Hernández: la caída de Dennis a los infiernos de Aaron

La vida de Aaron Hernández es el relato 'perfecto' de una de las 'caídas a los infiernos' más mediáticas de la historia del deporte. La estrella de la NFL pasó de firmar un contrato millonario con los Patriots, a terminar condenado a cadena perpetua. Todo ello en menos de un año. Un descenso a las 'cloacas' de la sociedad que su hermano, Dennis, está experimentando de nuevo.  

Nacido el 6 de noviembre de 1989 en Bristol, Aaron se convirtió en uno de los mejores jugadores de fútbol americano de la Universidad de Florida. Los Patriots fijaron su mirada en él y en el 2010 fue seleccionado en la cuarta ronda del Draft. Dos años después firmó un contrato millonario de cinco años, con un bono de 12.5 millones de dólares. 

Lo tenía todo: éxito deportivo, fama, un contrato de 40 millones de dólares en cinco años... Pero quizá, todo esto fue demasiado. La muerte de su padre, 'El Rey', fue el principio del fin. Conocido en su vecindario de Bristol, también fue jugador de fútbol americano. Aaron le respetaba más que a nadie pero una muerte repentina, cuando se sometía a una cirugía rutinaria, 'condenó' a la joven estrella de la NFL.

¿Ser homosexual en la NFL?

Fue en junio de 2013 cuando Aaron asesinó a su amigo Odin Lloyd. Un homicidio 'a priori' inexplicable, que terminó con la joven promesa de la NFL suicidándose en su propia celda tras ser condenado a cadena perpetua. Aunque Dennis SanSoucie, amigo de instituto de Aaron , resulta fundamental para comprender la única salida que encontró Hernández.

Era impensable que una estrella de la NFL fuera homosexual. Algo que según su amigo de juventud, más que imposible, era una realidad (que nunca pudo afrontar públicamente). SanSoucie contó que en su día ambos experimentaron sexualmente. "Continuamos porque probablemente lo disfrutamos. Sí, estábamos en una relación en ese entonces, pero en ese momento, no lo veíamos así", explicó Dennis.

No fue la única motivación que terminó con Aaron suicidándose en su propia celda. Su cerebro y los continuos golpes recibidos debido a la 'dureza' del fútbol americano tuvieron mucho que ver. La encefalopatía traumática crónica (ETC), detectada tras su muerte, permitió esclarecer o al menos encontrar una explicación a sus actos.

La familia autorizó la extracción del cerebro de Aaron tras su suicidio y las conclusiones alcanzadas tras estudiarlo fueron determinantes. Presentaba un estado similar al de alguien afectado por esa enfermedad degenerativa que tuviera al menos 60 años de edad. De hecho, los científicos que lo estudiaron lo consideraron el caso más grave jamás registrado en alguien de su edad. Aaron tenía un deterioro 'brutal' en sus lóbulos frontales, elementales en el juicio y la toma de decisiones.

Más causas... penales

El asesinato de su amigo no fue la única causa a la que Hernández tuvo que enfrentarse a lo largo de su vida. Un año antes de la violenta muerte de Odin Lloyd, los cadáveres de dos inmigrantes de Cabo Verde aparecieron en el interior de un coche en Boston. Tras analizar el rastro de Daniel de Abreu y Safiro Furtado, apareció el nombre de Aaron. Todos ellos salían, presuntamente, en una grabación de un local nocturno. A pesar de que uno de los acompañantes del jugador de la NFL, amigo por aquel entonces, le acusó de estas dos muertes, Aaron consiguió no ser condenado. Su abogado, José Báez, logró sembrar la duda en el jurado y Hernández terminó absuelto en este caso.

Cinco días después terminó ahorcándose en su propia celda. No pudo superar la realidad de una vida para la que nunca estuvo preparado. Lesiones físicas y psicológicas que 'condenaron' a una de las grandes estrellas de la NFL. Tras su muerte, y teniendo en cuenta la doctrina que determinaba que una condena no debía considerarse definitiva hasta que una apelación pudiera determinar si se cometieron errores que privaron en su momento al acusado de un juicio justo, la condena de Hernández fue eliminada. Aunque finalmente, el Tribunal Supremo de Massachusetts la restableció en 2019 para tratar así de considerar al máximo el honor de la víctima.

La realidad de los Hernández

Una realidad, la de los Hernández, que ha vuelto al foco mediático tras la condena recibida por su hermano, Dennis. Sentenciado a 18 meses de prisión (ya cumplidos) recientemente. Él mismo se declaró culpable el pasado 18 de diciembre. Amenazó varias veces con planear un tiroteo contra la universidad UConn. Además, el 18 y 19 de julio de 2023, Dennis presuntamente hizo múltiples publicaciones en Facebook amenazando con dañar o matar a tres personas que viven fuera del estado, incluido un juez de un Tribunal Estatal.

La salud mental y un camino para el que ninguno de los Hernández estaba preparado. Un cúmulo de circunstancias que terminaron con la vida de Aaron y de Odin Lloyd, en diferentes condiciones, pero siendo víctimas ambos de su propia realidad.