De la pala a la pelota. Así ha sido el viaje deportivo de Kike Salas, actual defensa del Sevilla Fútbol Club y que en los últimos meses ha estado en boca de todos al ser investigado por presuntas apuestas ilegales de personas de su círculo que apostaban a sus tarjetas amarillas durante los partidos.
Salas, que ha sido internacional con las categorías inferiores de la Selección española aunque recientemente ha sido uno de los descartados por Santi Denia y no jugará el Europeo Sub 21 que se disputará al inicio de este verano, empezó su andadura deportiva en el pádel e incluso llegó a compaginarlo con su actual profesión: el fútbol.
En Morón de la Frontera dio sus primeros 'palazos' en un club de pádel regentado por sus padres y llegó a convertirse en una de las grandes promesas del pádel nacional, alzando incluso dos campeonatos de España, dos de Andalucía, uno de España por selecciones y uno del mundo. Nada mal.
En 2012, de hecho, logró el campeonato nacional con uno de los mejores jugador de pádel de la actualidad, Mike Yanguas, y en 2014, ya con otro compañero, repitió título ganando en la final al propio Yanguas, quien jugaba al lado de un tal Arturo Coello, actual número 1 de Premier Padel.
Sin embargo, la llamada del Sevilla -a pesar de haber tenido varios pretendientes fuertes en toda Andalucía- fue lo que le cambió la vida. El club hispalense era especial para él y para los suyos, e ingresar en la cantera requería despedirse de un deporte que, para siempre, se preguntará qué podría haber sido de él.
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