Momo González es uno de los jugadores -quizás, el que más- carismáticos del circuito profesional de pádel. El de Antequera, siempre con la sonrisa dibujada, vive ahora una nueva etapa al lado del navarro Jon Sanz, con el que llegó a semifinales en el anterior torneo en Buenos Aires, y ahora antes de disputar el segundo 'grande' de la temporada en Roma ha charlado con MARCA para repasar la actualidad, su actual proyecto y lo que dio de sí toda la temporada pasada.
P. ¿Cómo se encuentra tras la semana intensa en Buenos Aires?
R. Ahora no sé por qué tengo mucho jet lag, pero yo personalmente suelo usar estas semanas de parón para entrenar porque tenemos pocas, ahora encima con uno de los torneos más importantes del año por delante.
P. ¿Qué valoración hace del proyecto con Jon cuando se han jugado nueve torneos? ¿Está dentro de las expectativas que tenían?
R. Al principio nos costó mucho encontrar nuestro juego y adaptarnos el uno al otro, aunque creo que es algo normal, es difícil de primeras. Pero conforme han ido pasando los torneos nos hemos ido encontrando mejor y, resultados aparte, pienso que el nivel que hemos mostrado sí se acerca a lo que esperábamos. Necesitábamos tiempo y creo que iremos jugando todavía mejor.
Álex podría haber sido más directo conmigo en la ruptura y decirme: oye, que me voy con Javi
P. ¿Las expectativas parten, como mínimo, de hacer cuartos de final todos los torneos?
R. Sí. Empezamos de pareja 6 y ahora estamos 5 y nuestro objetivo era ese, por ranking, y luego aumentar el nivel para meternos en varias semis. Es cierto que el nivel está altísimo, hay parejas que vienen pisando muy fuerte desde abajo y es muy complicado. Pero si queríamos mejorar había que plantearse este tipo de escenarios.
P. ¿Es Jon tan intenso fuera de pista como se ve dentro de ella?
R. ¡Es exactamente igual! Es un torbellino que en un momento está arriba y de repente está abajo, pero te hablo de un momento a otro. En 10 segundos pasa de ser el más feliz del planeta al más triste (risas). Es un compañero de 10, fuera de la pista se hacen súper amenos los días con él y por ello estoy muy contento.
P. Por lo que dice, parece que le ha venido bien ese 'chute de energía' de Jon tras un 2024 con muchos cambios.
R. Sí, y una cosa que me gustaba de él era esa locura que tenía y ese hambre de ganar, por así decirlo, que yo también tengo pero que quizás no me sale mostrarlo tanto de cara al público como hace él. Esa chispa me ayuda a demostrar que yo también tengo ese hambre de ganar. Eso fue un punto muy a favor para decirle que sí.
Jon me hace mostrar mi hambre fe ganar que quizás no enseño al público
P. ¿Le cambia mucho en la adaptación a un nuevo compañero que sea zurdo?
R. Más que el hecho de ser zurdo, porque puede ser más ofensivo o defensivo, depende más del estilo de juego. Jon es un jugador de winners que me viene muy bien porque yo por lo general genero muchas opciones de puntos ganadores que él puede aprovechar. Nos congeniamos bien y como te he dicho, poco a poco vamos encajando.
P. ¿Cómo surgió esta unión?
R. A finales del año pasado, antes del Master, me escribió y me dijo que le llamase. Hablamos y nada, fue sencillo, y ya después llamé a Edu al momento para contarle el tema. Jon imagino que ya habría hablado con Coki, aunque eso es cosa de ellos.
P. Repasemos lo que fue aquel 2024. Parece lejanísimo ese Momo-Chingotto del inicio... ¿Qué recuerdo guarda de aquello, aunque fue breve?
R. Entendí a Fede al aceptar a Galán, y mira cómo están ahora. Me dio pena que en esos tres torneos no logramos demostrar el nivel que teníamos entrenando, porque de verdad que la pretemporada fue muy muy bien, a un nivel altísimo, y sin embargo cuando jugamos esos torneos no se plasmó. Somos ahora dos grandes amigos y en ese momento teníamos muchas ganas de estar juntos, pero no se dieron las cosas.
Me debo a la gente, y si tengo que pararmea las 4 de la mañana a hacerme una foto, lo hago
P. Luego llega la etapa con Álex, la 2.0. ¿Se ilusionó tanto como los aficionados? Siempre fueron una pareja muy querida que, además, rindió bien.
R. Claro, siempre me gustaba jugar con Álex y ya comprobamos que jugamos muy bien. De aquella etapa me gustó mucho que había sido capaz de sacar una versión de mí, digamos, más potente y agresiva. Es verdad que al final no duró mucho... pero bien, la verdad.
P. Álex estuvo hace poco en MARCA y reconoció que se equivocó, que le dolió mucho la ruptura y que, en definitiva, se equivocó. ¿Cómo lo vivió usted?
R. A ver... por una parte, no me lo tomé mal porque esto es pádel y cada uno mira por sí mismo. Él vio que con Javi quizás podría tener mejores resultados y ya está, y si él vio la oportunidad, lo veo correcto que lo decidiese. Es verdad que me dolió un poco el hecho de que yo salí un poco perjudicado, y ojo, fue Álex pero podría haber sido otra persona, no fue con él directamente. Estaba en el ranking 12 ó 13, bien clasificado, y por cómo se dieron los cambios de pareja empecé con Edu pareja 10, fuera de las 8, y cuando te sales de las ocho primeras... hay mucha diferencia, lo otro es una situación de privilegio. Pero bueno, supe sobreponerme, con Edu hice una gran pareja. Ya te digo que dolido en ese aspecto de 'oh, lo que me ha hecho'... no lo sentí así.
P. Por cerrar este tema. Álex dijo que ya encontraría el momento de sincerarse y sentarse bien contigo.. y que tenéis un café pendiente.
R. No creo que tenga que disculparse, de verdad, creo que cada uno tiene que hacer lo que siente en cada momento. A día de hoy nos seguimos llevando muy bien, en los torneos seguimos teniendo relación como la de antes, sin problemas, así que de verdad no veo necesario ese perdón. Igual que lo decidió él lo pude decidir yo. Quizás, si tengo que achacar algo, fue el cómo se dio todo: me entero primero por aquí, después es que sí, después no... creo que podría haber sido mucho más directo conmigo y decirme: oye, que me voy con Javi. Me hubiese jodido, pero lo hubiese entendido. Pero insisto en que son cosas que pasan.
No esperaba que fuese tan bien con Edu... pero sabía que lo íbamos a hacer bien
P. ¿Se esperaba lo bien que fue la etapa con Edu Alonso?
R. A ver, no esperaba que fuese tan bien, pero sí que iba a jugar muy bien con él. Durante varias semanas en el año ya había jugado partidos de entrenamiento con él porque teníamos a nuestros compañeros fuera de Madrid, y la verdad que las 3-4 veces que nos juntamos lo hicimos muy bien. Luego, claro, la competición es otra cosa, y la verdad que al final no esperaba tanto tanto tanto.
P. ¿Se llegó a plantear seguir con él en 2025? Más aún acabando el año con ese victorión en cuartos del Finals de Barcelona ante Galán y Chingotto.
R. En ese momento se te pasan muchas cosas por la cabeza, pero la decisión estaba tomada. Tocaba continuarla... y si no, haberlo pensado mejor antes (risas).
P. ¿Cree que merecía ir al Mundial?
R. Me jodió no ir, la verdad. Sé que podía no ir porque había muchos jugadores que tenían la opción de estar seleccionados, como 11-12, así que tampoco me sorprendió en exceso. Sí que creo que podría haber ido y en el momento me molestó, pero son cosas que pasan. También como llevaron a Lebrón como jugador de revés... quizás a nosotros por esa parte nos quitaron un puesto. Fue todo muy difícil y obviamente me jodió, pero entiendo que fuesen otros.
Me jodió no ir al Mundial, pero no me sorprendió
P. ¿Cómo se trabaja a nivel mental un año con tantos cambios, más aún cuando usted es una persona a la que le gustan los proyectos más largos?
R. Un buen jugador es el que sabe adaptarse a situaciones y nuevos compañeros, y si quiero ser el mejor jugador posible tengo que saber lidiar con todo lo que venga. Por esa parte creo que soy una persona que se adapta bastante, pero el mayor trabajo que tuve que hacer fue cuando inicié la etapa con Edu, sobre todo por lo de empezar como pareja 10 tras estar varios años en el top-8. Salir en ese momento me costó, pero con Gaby Reca y con Alejo, mi psicólogo, hicimos un gran trabajo. De hecho a Edu le dije que íbamos a acabar entre las 8 y mira... hicimos las cosas bien.
P. ¿Se le pasó por la cabeza en algún momento volver a probar en la derecha?
R. Ahora mismo no se me pasa por la cabeza, aunque en un futuro... no lo sé. Creo que no lo hice mal del todo y, como dije, quizás si me das un añito de pretemporada puedo hacerlo mejor, pero sinceramente pienso que ya son muchos en el revés y no estoy nada afianzado a esos movimientos jugando en el lado contrario.
El 60% de Coello/Tapia y Galán/Chingotto es como el 90-100 del resto
P. ¿Ve más cerca todavía ganar su primer gran título con Jon, que el año pasado ya 'rompió la barrera' junto a Coki?
R. Honestamente, lo veo igual de cerca. Creo que en cualquier momento puede llegar, pero es muy difícil porque hay dos parejas que están muy por encima del resto en cuanto nivel... y sabes que si quieres un título, les vas a tener que ganar. Estamos lejos pero a la vez cerca, porque se ha demostrado que un día cualquiera tienes un buen día, los otros uno malo... y les ganas. Yo a los torneos voy con la expectativa alta, obviamente con la idea de hacer mínimo cuartos por ránking, pero yo voy con el pensamiento de que todos puedo ganarlos. Luego no pasa... (risas), pero pasará.
P. ¿Tiene algo entre ceja y ceja a mejorar ante un pádel cambiante en el que la pegada está siendo cada vez más determinante?
R. El pádel está cambiando mucho, los que salen son casi todos de 2 metros y pegadores, pero sobre todo porque las pistas suelen ser la mayoría rápidas. Yo, si te soy sincero, no estoy focalizado al 100% en un aspecto, yo tengo mi estilo de juego y quiero mejorarlo. Es mejorar en lo que soy bueno, como la transición. No voy a cambiar mi forma de jugar porque es lo que más me da.
P. Entiendo que no comparte entonces que ese 'drive clásico' como Chingotto o Di Nenno está muriendo y aquello de que el revés sólo tiene que ser pegador.
R. Es lo que te digo, tal y como están las pistas esto lo premia, claro, pero luego hay jugadores como Chingotto, Bergamini, Coki, Stupa, yo... somos varios quizás que no somos tan tan pegadores y ahí seguimos. Es un estilo de juego que la gente de atrás ya no lo quiere tanto porque ven más fácil llegar arriba siendo pegador, pero se demuestra que si en el resto de variables eres bueno, llegarás.
P. ¿Están realmente tan lejos de nivel las parejas 1 y 2 del resto?
R. Hay una brecha muy grande. Ellos te pueden jugar a un ritmo base durante todo el partido que casi es tu 100%. Su 60% es como tu 90%... y tú estás jugando todo el rato al límite y a ellos los ven tranquilos, y a la mínima que bajas, te meten el hachazo. Es un nivel de concentración muy alto durante mucho tiempo.
P. ¿Cómo está viviendo un año tan movido como el que está teniendo Premier Padel?
R. El tema de Buenos Aires me pierdo un poco y no sé de quién fue la culpa o el problema. Lo peor fue tener que jugar dos partidos en un día y yo el sábado acabé muerto no, lo siguiente... Entramos casi a las 2 de la mañana y éramos zombies, contra Coello y Tapia estábamos los cuatro igual. Salió luego un partido decente pero, como te he dicho, si quieres ser el mejor jugador posible, te toca adaptarte a todo lo que venga. Y, dicho esto y aunque hay sorpresas, se ve que casi siempre llegan los mismos a las finales.
En cuanto al año global pues nos gustaría estar más estables sin líos ni problemas, pero creo que estamos con un mal de ojo y pasa de todo. En el país más seco del mundo va y llueve... pasa de todo, pero toca llevarlo de la mejor forma posible y rendir cuando estamos en la pista, que es nuestro trabajo.
Lo que más me dolió de romper con Álex es que salí muy perjudicado a nivel de ránking
P. ¿Qué tal lleva lo de ser uno de los jugadores más carismáticos y queridos del circuito a pesar del paso de los años?
R. No sé si soy el más carismático, pero es verdad que en redes sociales el 99,999% de los mensajes que recibo son todos buenos. Caigo bien y simpático y me gusta e intento devolver todo ese cariño. Hay gente que está esperando para firmar y suelo quedarme un rato a charlar y a firmar... y luego en pista soy alegre y siempre estoy con la sonrisa, por lo que creo que transmito amabilidad. Y mira, sobre todo en Argentina, y quitando Málaga creo que es el lugar del que más cariño recibo. Me siento casi como uno de allí.
P. Pero entiendo que, a pesar de estar casi todo el tiempo sonriendo, habrá momentos en los que esté más de bajón y no le salga...
R. ¡Claro! Hay momentos en los que estoy de bajón pero cuando estoy en un torneo de cara al público intento llevarlo por dentro y siempre ofrecer la mejor de mis caras posibles. Obviamente cuando pierdo ya te digo que no estoy feliz y quiero irme a mi casa y romper la pala si pudiese, lo que pasa que no lo hago porque me contengo. Pero sé que hay mucha gente que está esperando y se ha quedado y ha pagado para verte... y bueno, aunque tú estés jodido por una derrota creo que me debo a ellos. Yo soy jugador de pádel gracias a ellos. Ellos dan, yo doy... y aunque muchas veces no te apetezca, por lo que sea, porque somos personas... pues si con una simple foto puedo hacer feliz a alguien, aunque sean las 4 de la mañana como el otro día después de Tapia y Coello... pues ahí estaré.
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