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El futuro de Rodrygo Goes en el Real Madrid ha sido tema central de un encendido debate en las últimas horas. Con la llegada de nuevas estrellas como Kylian Mbappé, Endrick y el joven talento argentino Franco Mastantuono, el atacante brasileño parece haber perdido protagonismo en un equipo que cada vez tiene más opciones en la zona ofensiva.
Una de las posturas más repetidas es que el club blanco debe: “Darle salida”. Con tantos jugadores en la misma zona del campo Vinicius, Mbappé, Brahim, Güler, Endrick y la evidente necesidad de hacer caja para afrontar futuras operaciones o reforzar otras posiciones, la venta de Rodrygo podría ser vista como una decisión lógica. “Hace un año se hablaba de un valor de mercado cercano a los 100 millones, ahora quizás haya que bajar un escalón, pero sigue siendo una venta valiosa”, comentaban durante el debate.
Otro punto importante que se mencionó fue el hecho de que Rodrygo, pese a los muchos minutos que tuvo con Carlo Ancelotti, no parece encajar con comodidad en el perfil de extremo derecho. De hecho, se le ve más cómodo por la izquierda, donde el intocable Vinicius Junior es dueño y señor. Esta situación ha generado la percepción de que Rodrygo no ha sido plenamente feliz en el club. Algunos istas incluso aludieron a unas declaraciones antes de la final de Wembley como reveladoras de su incomodidad.
Rodrygo no quiere ser un crack en otro club, quiere serlo en el Real Madrid
Desde la perspectiva de futuro, se planteó que Rodrygo podría dar un salto en su carrera si fichara por un club donde se le permitiera jugar de forma continua en su posición natural. Se mencionaron destinos como el Arsenal, el Manchester City, el Bayern e incluso el Barcelona como lugares donde podría brillar con más protagonismo. “En un equipo donde sea titular indiscutido por la izquierda, Rodrygo puede ser un jugador de élite mundial”, afirmaba un contertulio.
La situación se torna más interesante con la próxima participación del Real Madrid en el Mundial de Clubes. Rodrygo está inscrito y se espera que tenga minutos. Su rendimiento en ese torneo podría ser decisivo para definir su futuro inmediato: si destaca, podría revalorizarse de cara al mercado o convencer a Xabi Alonso, nuevo técnico blanco, de que merece un rol más importante en el proyecto.
Pero no todo es tan simple. Se habló también del factor ego. “Rodrygo no quiere ser un crack en otro club, quiere serlo en el Real Madrid”, apuntaba Adrián Blanco. Esa ambición podría complicar su salida si las ofertas no vienen de equipos que él considere “del nivel adecuado”. El caso del Manchester City, al que elogió públicamente el propio jugador, parece ser el único destino que colmaría todas sus aspiraciones.
Al mismo tiempo, hay dudas sobre el papel que Rodrygo podría jugar en la selección brasileña si sigue siendo un jugador de rotación en el Madrid. Con una gran competencia por los puestos ofensivos Raphinha, Matheus Cunha, Martinelli, entre otros, su lugar como titular para el Mundial 2026 no está garantizado.
En definitiva, el caso Rodrygo parece ser uno de los grandes dilemas del verano en Chamartín. Tiene talento, ha rendido en momentos clave y aún es joven, pero la acumulación de estrellas y su perfil táctico encajan cada vez menos con el presente del equipo. Lo que ocurra en el Mundial de Clubes y en las oficinas del Bernabéu en las próximas semanas marcará el destino de uno de los jugadores más prometedores del proyecto blanco.
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