La magia de la Copa Davis es que no siempre se cumple la lógica y hay equipos tapados que logran hacer historia. Es el caso de Países Bajos. Una selección con las semifinales de 2001 como mejor resultado se ha plantado en la final del Martín Carpena de Málaga. En ese combinado estaba Paul Haarhuis, el actual seleccionador neerlandés. Quedaron eliminados ante Francia en Rotterdam.
A pesar de ocupar la sexta posición en el ranking de la Federación Internacional de Tenis nadie contaba con ellos en la presente edición de la Final a 8. La razón era que en los cuartos se enfrentaban a España, equipo anfitrión y que contaba en sus filas con Carlos Alcaraz y Rafael Nadal.
Único equipo con cuatro jugadores
La fórmula del éxito del primer finalista de la Copa Davis ha sido bien sencilla. A la conclusión de París-Bercy, Tallon Griekspoor y Botic van de Znadschulp se marcharon de vacaciones. Jesper de Jong se fue a jugar a Metz y sólo Wesley Koolhof compitió la semana previa a la cita de Málaga en las ATP Finals de Turín. Formó pareja con el croata Nikola Mektic y cedieron en la fase de grupos.
La clave del éxito es creer en nosotros, el objetivo era no perder por tercer año en los cuartos
Haarhuis es el único capitán que convocó a sólo cuatro jugadores. Los otros siete combinados participantes presentaban una lista con cinco. De Jong, el 111 del ranking, no cuenta para ser titular. Todo pasa por Griekspoor, Van de Zandschulp y Koolhof. Lo que no pudo conseguir la generación de Krajicek, Haarhuis, Schalken y Sluiter lo han hecho tres nombres desconocidos para el gran público.
Los neerlandeses se plantaban por tercer año seguido en la fase final gracias a haber superado la fase de grupos de Bolonia. Fueron segundos tras Italia a pesar de sólo ganar el cruce con Brasil. Perdieron con los locales y con Bélgica. "El objetivo era no perder otra vez en cuartos", dice el seleccionador. Al ser los tapados juegan sin presión, en especial el doblista Koolhof, que cuelga la raqueta en la cita.
Los flamantes finalistas no están solos. Unos 600 compatriotas ponen color en las gradas y son la afición más animosa de todas las presentes.
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