Matteo Berrettini ha logrado este domingo en el Martín Carpena de Málaga lo que fueron incapaces de hacer Rafael Nadal y Daniel Altmaier. Él sí ganó a Botic Van De Zandschulp, por 6-4 y 6-2.
La apuesta de Filipo Volandri como número dos, tras la derrota el primer día de Lorenzo Musetti ante Fran Cerúndolo, ha dado sus frutos.
Berrettini ha sumado en positivo sus tres presencias en pista esta semana. El jueves ganó el punto decisivo ante Argentina en el dobles, el sábado superó a Thanasi Kokkinakis y hoy ha hecho lo propio con Van de Zandschulp.
Jugaba para todo un país
Matteo tiene un martillo en su brazo derecho, que resulta prácticamente intocable para sus rivales, tanto en la ejecución del saque como la derecha. Botic se reía cada vez que veía pasar un misil. Una rotura en el noveno juego de la manga inicial le dio la primera renta en el marcador.
Van de Zandschulp es el 80 del mundo y este domingo se le notó más que nunca ese ranking. El hombre tranquilo estaba nervioso porque la cita era para la historia. El último verdugo de Nadal jamás volverá a verse en otra igual.
Una doble falta del neerlandés en el tercer juego de la continuación aceleró el desenlace. Países Bajos juega sin red y Tallon Griekspoor se enfrenta a Jannik Sinner, invicto desde la final de Pekín con Carlos Alcaraz. Palabras mayores. Fue el último partido arbitrado por el brasileño Carlos Bernardes después de 8.000 a sus espaldas. Se marcha un grande.
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