Surat Thani es una de las cárceles más peligrosas de Tailandia. El centro penitenciario en el que se encuentra Daniel Sancho es muy diferente al de Koh Samui: concentración de presos elevada, poca comida y peleas son algunas de las situaciones con las deberá lidiar el chef español. Javier Casado, de la ONG Fundación +34, dedicada a la ayuda a los presos de nuestro país en el extranjero, analiza el escenario en una entrevista en Pronto.
Casado insiste en que lo mejor que puede hacer Daniel Sancho es mantenerse totalmente fuera del radar para evitar problemas. "Le recomiendo que sea un 'fantasma', que no se haga notar bajo ningún concepto, que desaparezca para bien y para mal", subraya. El responsable de la ONG subraya la importancia de alejarse "de cualquier tipo de confrontación" ya que las peleas, advierte, son "muy peligrosas".
Por otra parte, una de las ventajas para Daniel Sancho es su ubicación. Cuando sea trasladado a Bangkok, la capital del país, las comunicaciones son mucho mejores, lo que supone más facilidades para visitas de familiares y abogados, por ejemplo. "La ventaja es que se encuentra en la capital, que es mucho más accesible para visitarle que la actual, que está a 1.200 kilómetros y peor comunicada para visitas de abogados o de familiares", explican desde la Fundación +34.
Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua
El chef español esquivó la pena de muerte a la que se enfrentaba. De todos modos, Daniel Sancho fue condenado a cadena perpetua. Además, deberá pagar 106.000 euros a la familia de Edwin Arrieta, a quien asesinó con premeditación. La defensa ya ha anunciado que recurrirá la sentencia del tribunal. Además, de forma paralela, se trabaja para que cumpla la condena en España y no en Tailandia.
Más de 900 presos españoles en el extranjero
La cifra de españoles en cárceles ubicadas en el extranjero, en 70 países distintos, especialmente en Alemania y Francia, asciende a más de 900. Un 88,5 por ciento de los presos son hombres y más de la mitad (el 57 por ciento) están condenados por tráfico de drogas. El porcentaje de condenados por otros delitos, como asesinatos o robos, es del 12 por ciento.
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