La actual situación política de nuestro país está generando un clima de tensión, no solo entre los políticos, también en la sociedad en general y eso es algo que se puede ver en los diferentes programas de televisión que tratan asuntos de esta índole. Uno de ellos es el que ahora presenta Jesús Cintora en La 2, ‘Malas Lenguas’, un espacio que, además, está teniendo una muy buena acogida por parte de la audiencia.
En este programa, que el pasado jueves se emitió en La 1 con motivo de la rueda de prensa del presidente Pedro Sánchez, uno de sus colaboradores es Pablo Iglesias. En un momento del programa del viernes, se estaba debatiendo si en nuestro país la corrupción es algo sistémico, algo que sucede siempre independientemente del partido que gobierne. Con motivo de la intervención del fundador de Podemos, éste quiso remarcar de qué manera se gestaban las negociaciones cuando él estaba como vicepresidente de la nación.
Pablo Iglesias: “Cada medida fue el resultado de una pelea difícil”
Pablo Iglesias ha querido explicar de qué manera se negociaban los asuntos políticos cuando él se encontraba en el Gobierno. “Es una cuestión de voluntad política, nosotros asumimos que el Gobierno era un terreno de combate y que cada cosa que sacábamos era el resultado de una discusión muy severa con el PSOE. Ninguna de las medidas que sacamos adelante se logró sin una pelea muy intensa en la comisión de secretarios de Estado, negociando mano a mano con el presidente, algo que me tocó muchas veces y eso que nuestro ámbito de competencia era extremadamente limitado”.
“Nosotros tuvimos que pelear con el ministerio de inclusión el Ingreso Mínimo Vital que no querían, de hecho quedó un IMV muy diferente al que a nosotros nos hubiera gustado. Nos tocó pelear el aumento del salario mínimo, nos tocó pelear medidas feministas…”, explicó.
También apuntó esa circunstancia referida a su etapa en el Ejecutivo como poco prolífica, ya que les hubiera gustado llegar a muchos más ámbitos de la política. “A nosotros lo que nos hubiera gustado también era estar en el ministerio del Interior y en el ministerio de Justicia para hacer cosas que hubieran sido necesarias. Por ejemplo, se hubiera reformado la Ley Orgánica que establece el criterio de elección del Consejo General del Poder Judicial y lo hubiéramos dejado en mayoría absoluta, que es más de lo que hace falta para elegir un presidente del Gobierno, con eso no habría que pactar con el PP los vocales del CGPJ”.
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