Jordi Roca 'despide' a Ibai Llanos del Celler de Can Roca tras un día trabajando como chef

El Celler de Can Roca es uno de los principales restaurantes de nuestro país. Ibai ya ha aparecido en varias ocasiones con Jordi Roca, pastelero del restaurante y uno de los chefs más conocidos. En esta ocasión, el streamer se ha infiltrado en su cocina para trabajar a sus órdenes.

Dentro de un restaurante de alta cocina no solo el chef tiene que ser bueno, y la comida exquisita, sino que se han de cuidar todos los detalles. Ibai se ha convertido por un día en camarero, chef y jefe de sala, para ser juzgado por Roca.

Un trabajo al más mínimo detalle para una experiencia genial

Ibai ha sentido en sus carnes lo que significa la excelencia en todos los aspectos del restaurante. Contaba con 10 vidas para tratar de sobrevivir a las cinco pruebas, desde poner la mesa o hacer un huevo a emplatar o explicar el menú.

Ya la primera de las pruebas le costó tres vidas. Poner la mesa en un restaurante de alto nivel requiere mucha atención a los detalles, e Ibai no se la puso. Falló a la hora de planchar bien el mantel, colocar correctamente los platos y la decoración, y al doblar las servilletas. Un mal comienzo para el streamer. 

Posteriormente ha pasado a freir un huevo, lo cual ha hecho realmente bien, consiguiendo que le saliera puntilla, y con la llema líquida. Aquí no ha perdido ningún punto, lo cual ha sido un alivio después del desastre del comienzo. 

Sí perdió una vida en la prueba de cortar una cebolla, la cual no hizo tan finamente como Jordi, pero no estuvo mal. Llegaba a las dos últimas pruebas, las dos más difíciles probablemente, con seis vidas. Tocaba emplatar y presentar los platos.

La primera parte ha sido lo que claramente más se le ha complicado. Tenía que preparar un plato a la naranja, que ha visto hacer antes a Jordi. Por desgracia, no lo ha podido hacer tan delicadamente como él, y desde los jefes de cocina le han dicho que con eso no podían salir, que tendría que volver a intentarlo. Con eso ha perdido cinco vidas, quedándose solo con una. 

Por suerte, la presentación del plato sí que ha sido correcta por su parte, inventándose varios de los datos, pero dando a probar el pato a la naranja al propio Jordi y su hermano Josep, uno de los mejores sumilleres del mundo. Le quitaron solo media vida, dejándole finalmente con otra media, aprobando el día.