Entrevista a Marc Cucalón: Cuando volví a dar un paso la llorera con la familia fue para flipar | Calendario de Adviento de MARCA.com

Marc Cucalón

"Cuando volví a dar un paso la llorera con la familia fue para flipar"

Un nueve de septiembre de 2022 el fútbol se acabó para Marc Cucalón (Alfajarín, Zaragoza, 2004) tal y como él lo había soñado. Una dura entrada sufrida en un partido de Youth League fue el punto de partida para un calvario que duró dos años y terminó con una inevitable retirada. Era una de las perlas de la Fábrica, estaba en los planes de Santi Denia para la Selección nacional y Arbeloa apostaba por él como internacional absoluto.

Tras caminar por un largo túnel, este joven zaragozano ha visto de nuevo la luz, cambiado sus planes y no duda de que su relación con el balón no ha hecho nada más que empezar. Ha compaginado una interminable recuperación con una formación que le hará llegar hasta los banquillos o hasta donde él quiera. Apunten porque se viene un técnico de élite.

"Llegué a cinco operaciones para quedarme más o menos bien"

Pablo Egea
por Pablo Egea

PREGUNTA. ¿Cómo estás?

RESPUESTA. La verdad es que bien dentro de lo que cabe, todo bien. Algo más feliz. Me he quitado un peso de encima y la verdad es que mejor.

P. ¿Cómo ha sido tener que tomar una decisión, que ha debido de ser la más complicada de su vida?

R. La verdad es que cuesta, pero ya te vas mentalizando. Sucedió lo que sucedió y te vas mentalizando y uno lo va asimilando. Es cierto que he tenido un entorno con el que me he sentido un privilegiado, he estado en el mejor club del mundo y he tenido un entorno increíble. Tanto mi familia, que me ha apoyado en todo momento, como el club y mis representantes. Cristian Catena e Iván de la Peña, que para mí han sido mis ángeles de la guarda. Adidas también, mi patrocinador, que nunca me ha dejado de lado. En los peores momentos siempre ha estado conmigo y la verdad es que ha sido, dentro de lo que cabe, fácil porque estaba en el mejor sitio.

La ayuda psicológica me vino muy bien con todo el entorno de Madrid y mi familia

P. ¿Qué se siente cuando uno la lucha por un sueño y se le esfuma cuando uno lo tiene prácticamente en la mano?

R. Es complicado, la verdad. Porque es mi pasión, el fútbol ha sido mi vida. Dejas algo al lado que tenías muy cerquita y que es lo más grande para ti. Yo empecé a jugar al fútbol por divertirme, porque me gustaba. Luego, con el paso del tiempo y con diferentes equipos vas viendo que va bien, que puedes ir a más y es muy complicado. Hoy en día, después de todo, lo vas asimilando y vas mejor. Pero tienes esa espinita, como que se te ha quedado ahí. Pero dentro de lo que cabe estoy feliz, asimilando qué es importante y viendo lo positivo. Ha pasado y hay que pensar en lo positivo, en lo que viene de aquí adelante.

P. ¿Qué siente uno el primer día que pisa Valdebebas después de salir de su pueblo, que tiene unos 3000 habitantes, siendo tan jovencito?

R. Soy muy de pueblo, me encanta mi pueblo y me encanta estar aquí con mi gente, con mi familia y la verdad es que me costó por eso. Ir a una ciudad tan grande, a la capital, lo cierto es que ese paso me dio un poco de miedo. Los primeros días, me costaba un montón, echaba mucho de menos a mis padres. Recuerdo todas las noches yéndome a dormir llorando. Lloraba muchos días, la verdad. Y queriéndome ir a casa porque echaba de menos a mi gente, a mi familia, a todos. Pero con el tiempo me fui adaptando mejor. Tuve toda la facilidad del mundo. El Madrid me dejó todo perfecto para seguir, para evolucionar y estar más tranquilo y tomármelo mejor, porque al principio cuesta estar fuera de tu casa y de tu entorno. Pero la verdad es que el Madrid lo tiene todo y se me hizo mucho más fácil. Fui relacionándome, me abrí más porque yo era un chico introvertido y me costaba abrirme un poco más, pero hice amigos increíbles que ahora están casi todos en Primera División. Es muy bonito ver esas relaciones de amistad. Me han inculcado valores, he madurado y me ha hecho como persona. Estoy súper feliz de haber tomado esa decisión.

P. Con 14 años, ¿qué es lo que más le sorprende a un niño cuando llega a Valdebebas?

R. Yo soy de un pueblo pequeñito y ver eso, la Ciudad Deportiva del Real Madrid, que es gigante, me daba cosa ver todo porque es enorme. Parece un pueblo o una ciudad. Ver todos los medios que hay, los campos de fútbol impresionantes, campos de hierba natural perfectos que parecen alfombras... Todo lo que forma al Real Madrid, los trabajadores, que están súper atentos, la residencia Real Madrid que estuve ahí... La verdad es que es increíble. Me hicieron todo súper fácil. Profesores... era como otro mundo, un mundo gigante y fue impresionante poder vivir esa experiencia.

P. Vas subiendo de categoría y todo va muy bien. Vivía instalado en la felicidad, todo era perfecto.

R. Era impresionante, parecía estar viviendo en una película. Iba todo perfecto, era todo increíble, el mejor club del mundo, el mejor sitio y es increíble. Tienes todo a tu alcance, tienes todo. Disfrutas jugando al fútbol, que lo que más te gusta. Estás en el mejor sitio para seguir adelante y vas dando pasitos para intentar cumplir tu sueño, que es el de debutar en el Real Madrid y ser futbolista. Era la felicidad pura. Me levantaba cada día feliz de donde estaba. Era impresionante.

P. ¿Y cómo se gestionaba todo eso? Porque claro vivías en una burbuja.

R. He tenido mucha suerte y mi familia siempre me ha hecho tener los pies en la tierra. Estaba viviendo cosas que nunca podía imaginar, pero no miraba nada más allá, siempre he estado en un entorno muy bueno, en el que me han apoyado y me han hecho ser humilde siempre. Y es algo de lo que estoy agradecido y lo contaba todos los días. Me acuerdo de llamarle todas las noches por videollamada y explicarles los entrenamientos que había hecho o que había visto a un jugador del primer equipo. Era impresionante y contabas todo con una ilusión increíble.

Era impresionante, parecía estar viviendo en una película. Iba todo perfecto, era todo increíble

P. Arbeloa llegó a decir que ibas a ser internacional absoluto, todo iba perfecto, pero llega el fatídico día de septiembre de 2022. ¿Cómo lo recuerda?

R. Fue complicado. Fue un partido en Glasgow contra el Celtic e íbamos 6-0. Estaba todo encaminado. Ellos habían visto una roja y estaba todo encaminado. Faltaban pocos minutos y me acuerdo de hacer un partido bastante bueno, me sentía muy cómodo, uno de los partidos en los que mejor me lo pasaba y en un momento desafortunado vi que un rival venía hacia mí. Intenté defender y a lo que me di cuenta, se me cayó encima. Note un crujido y que algo no iba bien. Recuerdo levantarme y mirar al banquillo, ver Arbeloa y comentarle que me había roto, que algo iba mal. Recuerdo de llegar a banquillo y el míster me calmó mucho, la verdad. Me dio mucho apoyo, me dijo que estuviese tranquilo, que íbamos a ver qué decían las pruebas, que estuviese tranquilo. Entré después al vestuario y me hicieron una prueba los médicos. Entonces ya parecía algo raro, pero no le dimos toda la importancia que era, sino que queríamos esperar a llegar a Madrid y hacer todas las pruebas. No podíamos descartar nada, pero era más que otra cosa para estar calmado en este viaje de vuelta y ya se vería.

P. Ese viaje de vuelta fue especial porque ya empezó a recibir esas innumerables muestras de cariño. Sin ir más lejos, de Toni Kroos.

R. Sí, recuerdo en el viaje de vuelta estar muy triste. Recuerdo viajar en el mismo avión que el primer equipo y sentarme aparte. No quería sentarme con nadie, quería ir a mi bola con los cascos e intentar dormir un poquito. Recuerdo estar sentado mirando la ventana, intentar dormir, pero no podía. Estaba dándole vueltas a la acción, ver qué podía pasar. Y entonces me tocó a alguien y veo que es que es Kroos con una camiseta. Me levanté y no sabía ni qué decir. Él me preguntó que qué tal estaba, que estuviese tranquilo, que me daba la camiseta como apoyo y fue increíble. Tengo que dar las gracias a Arbeloa, que le comentó el caso a Kross y fue impresionante. Y aún recuerdo que alguna vez, después de la operación, yo pensaba que no se iba acordar de mí, pero lo veía por la Ciudad deportiva y se acordaba de mí. Me preguntaba qué tal iba todo. De jugador ni te cuento, pero como persona, increíble.

"Cuando se cierra una puerta se abre una ventana y la verdad es que miro el lado positivo"

P. Le llamaban el Xabi Alonso de La Fábrica. ¿Quién le puso ese mote?

R. Fue Arbeloa, que es amigo de Xabi Alonso. En pretemporada me decía que me fijase mucho, me enseñaba vídeos, me enseñaba sobre todo el desplazamiento, que siempre lo tenía, pero me costaba, me costaba hacerlo el desplazamiento en los partidos. En los entrenamientos muy bien, pero me cortaba un poco más en los partidos. Siempre jugaba muy cerca y fue Arbeloa el que me dio ese impulso y me dijo que jugara como Xabi Alonso, que era muy parecido y me hablaba de él mucho. Me ayudaba y se fue diciendo eso por Arbeloa.

P. ¿Cómo fue la llegada a Madrid y los días siguientes tras la lesión?

R. La llegada fue complicada. Llegamos de madrugada porque volvimos justo después del partido del primer equipo y tenía las pruebas de la lesión justo la mañana siguiente. Esa noche no dormí nada, le daba vueltas e incluso probaba si podía correr. Buscaba en internet información de lo que podía haber pasado y al día siguiente sí que recuerdo de levantarme sin dormir nada e ir a las pruebas. Vino mi familia de Zaragoza para estar conmigo en ese momento y en el momento que me dan los resultados y me dicen que es el cruzado, se me vino el mundo abajo, me pegué una llorera de una hora o dos con mis padres abrazados. Dentro de lo que cabe fui un afortunado por estar con mi familia, que dejó todo y vino a Madrid para apoyarme. También Arbeloa, Raúl González, que estuvieron ahí, me preguntaron. Todo el equipo del Juvenil A de ese año... Estuve muy apoyado y es increíble el apoyo que tuve de todo el club.

P. ¿En qué momento uno cambia el chip y piensa en el proceso de recuperarse?

R. Esos primeros días fueron muy malos. Recuerdo que me dieron fiesta para venir a Alfajarín y despejarme un poco. Estar en mi pueblo, con mi gente y con mi familia. Recuerdo que justo esa semana falleció mi abuelo y en Barcelona y no pude despedirme de él porque estaba con unas pruebas. Es una cosa que me fastidió bastante. No poder despedirme de él justo en ese momento en el que yo también estaba bastante mal. Pero con el paso del tiempo y junto a mi familia, mi gente y sobre todo el Real Madrid, que me apoyó muchísimo, lograron darme el empujoncito para seguir adelante. Fue algo que pasó y uno no puede mirar atrás, no se podía cambiar nada, así que tenía que que seguir hacia adelante. Con el tiempo fui mejorando y fui preparándome mentalmente, sobre todo para para la operación.

P. ¿Cómo fue la operación?

R. Recuerdo llegar bien a la operación, ir contento, con confianza, en positivo. Fue una operación que salió, en teoría todo bien, pero por desgracia al tiempo, cuando llegué a casa para para estar descansando unos días antes de empezar con fisios, notaba que algo iba mal. Tenía fiebre, tenía un dolor... Sabía que esa operación daba un dolor bastante fuerte, pero no era un dolor normal, era algo más. No sabía lo que me estaba pasando y recuerdo ir a Madrid para hablar con los médicos y decirles que algo no iba bien, que era un dolor insufrible, que algo había pasado.

Una infección que le puede pasar a cualquiera porque son los riesgos que hay cuando uno entra al quirófano

P. ¿Cómo se lleva todo eso? Porque el dolor quizá se soporte, pero es muy difícil no darle vueltas a la cabeza y se piensan muchas cosas me imagino.

R. Con el dolor pocas vueltas te la cabeza porque estás pensando en eso y poco más. Pero es verdad que piensas en lo que puede pasar. Pero como no entiendes mucho de ese tema no sabes lo que puede pasar. Recuerdo ir a Madrid para que me hicieran pruebas y me sacaron una infección. Una infección que le puede pasar a cualquiera porque son los riesgos que hay cuando uno entra al quirófano. Me pasó a mí, por desgracia, pero lo llevé bien. Tuve dos operaciones más de lavado para intentar deshacernos de la bacteria y fue mejorando la cosa. Me pegué un mes ingresado en un hospital con antibióticos y fui mejorando. Tenía un dolor insufrible y fue uno de los peores momentos de mi vida, sin duda. Pero estuve apoyado de mi gente, que eso fue lo más importante. Estuve con todos los medios, los mejores cirujanos, los mejores médicos... gracias a eso hoy estoy bien dentro de lo que cabe. Estoy súper agradecido por eso. Después tuve dos operaciones más. En total llegué a cinco operaciones para quedarme más o menos bien. Estoy contento y saco el lado positivo de que podía ser peor. Es que he sido un afortunado por donde estaba y estar como estoy bien hoy. Estoy feliz. Siempre saco el lado positivo y me ha venido muy bien para mentalizarme de que en los peores momentos tienes que estar centrado en lo que puedes sacar positivo, no centrarte en por qué me ha pasado a mí o porque esto a mí, si no darle más importancia a las cosas, a valorar las cosas, que parece un tópico y todo el mundo lo dice, pero hasta que no te pasa a ti algo importante no te das cuenta. El simple hecho de andar sin muletas. Recuerdo soñar que andaba sin muletas o con muletas. Recuerdo soñar con mi hermano que iba sin muletas y levantarme y decir bueno, voy a intentar conseguir eso en vez de mirar más allá. Voy a tener pequeños objetivos cada día, pequeñas batallas que se van dando cada día. Y te centras en eso, en lo positivo y en valorar el simple hecho de caminar sin muletas, el simple hecho de bajar una escalera tú solo, no necesitar el apoyo de alguien, ir al baño tú solo, no tener el apoyo de alguien para poder caminar decentemente. Me centré en eso.

P. ¿Cuántas veces uno piensa en ese 'porqué a mí'?

R. Siempre te fijas en ti y te preguntas porqué esto a mí y no a otro. Qué he hecho yo. Pero te fijas más al principio, pero luego vas pensando en lo que puedes mejorar en la mente. Le doy mucha importancia a la salud mental, tuve una época muy mala y doy las gracias al Madrid, que me dio ayuda psicológica y me vino muy bien. Me hizo replantearme muchas cosas y cambiar el estilo de vida, mentalizarme en cosas positivas. Fue un paso muy grande, parece que cuesta, pero al final todo pasa, y siempre digo que todo pasa por algo y nos centramos en lo positivo. Lo que no puedes controlar hay que dejarlo a un lado y centrarte, dar todo de ti en lo que puedes controlar.

P. Ahora lo mira todo de una forma más positiva pero esos días eran muy complicados. Sólo podía estar sentado.

R. Ni eso, no podía estar ni sentado. Estaba en el hospital ingresado y no podía ni mover la pierna para ir al baño a ducharme. Era un drama. Necesitaba el apoyo de dos médicos o mi familia para poder moverme. El simple hecho de estar con la pierna apoyada me dolía. Fue súper duro y en ese momento empiezas a valorar las cosas, como te he dicho, ahí empiezas a valorar lo que te parece una chorrada. El simple hecho de caminar tú solo, el simple hecho de estar un momento sin dolor. Pero bueno, es una cosa que le das importancia porque luego ya dices que bien se está cuando no tienes dolor o qué bien se está cuando no estás enfermo y ya das importancia cuando ya estás bien y dices mira qué malos momentos, vamos a aprovechar. Ahora lo que tenemos es para valorar, valorar la salud que tenemos hoy en día.

P. ¿Ese primer pasito con muletas fue tu primera Champions?

R. Sí, fue como si hubiera ganado un Mundial. Recuerdo que estaba a mi tía, que le tengo un cariño inmenso y fue ella quien me agarró del brazo, me soltó y seguí dando pasitos y fue una llorera de toda la familia para flipar, porque es un paso que para una persona que no ha tenido nada no lo valora, pero para mí fue como ganar una Champions o un Mundial.

P. En ese momento todavía pensaba en volver a jugar.

R. Sí, en ese momento sí. No te fijas mucho, pero tienes la esperanza de ver qué pasa, a ver si me levanto mejor mañana, a ver si con esto va mejor... Siempre tienes la esperanza de que puede salir aunque estés en el peor momento y las cosa vaya muy mal. Siempre tienes la esperanza esa de a ver qué pasa. La dejé en un lado para más adelante, pero bueno, hice todo lo todo lo que pude. He hecho todo, todo lo que ha estado en mis manos y no se ha podido. Pero estoy feliz Pero bueno, la verdad que feliz, contento de quedarme bien y sobre todo del simple hecho de tener una vida normal. Es de valorar.

P. ¿En esos momentos cómo era la relación con tus compañeros de equipo? Porque veías que ellos tenían su su día a día y tú estás en el hospital ingresado.

R. Yo el fútbol no lo quería ni ver. Hubo un divorcio con el fútbol de que no podía ni ver partidos de Champions. Me costaba una barbaridad. Sólo podía ver los partidos de mi equipo porque sentía que todo el apoyo que me han brindado se lo debía, pero lo pasaba fatal. Recuerdo ver partidos de Champions en el salón y tener que irme a la habitación a llorar porque no me imaginaba que no podía estar ahí y lo pasaba fatal. Pero el equipo siempre me apoyó. He tenido una suerte impresionante de tener una generación increíble, un entrenador que me estaba apoyando en todo momento y voy a estar eternamente agradecido con él y mi familia también. Me dieron ese impulso de volver a ver fútbol. Si el fútbol es mi vida, ¿cómo voy ahora mismo a no ver fútbol o a dejarlo atrás? Una vez que toqué fondo dije, 'ha pasado, no podemos hacer nada, ¿qué podemos sacar provecho?' Empecé a ver el fútbol más desde fuera, a ser más analítico en cada cosa, a fijarme en qué se puede hacer mejor con una perspectiva más como de entrenador, a sacarle provecho. Si no puedo estar ahí, vamos a sacar el provecho de qué puedo hacer ahora. Y fue eso, ver partidos, analizar más el porqué ha hecho esto este jugador... Fue bueno sacar lo positivo a lo que me pasó.

P. ¿Cuánto tiempo pasa entre la primera operación y la última?

R. La primera fue en 2022, las dos siguientes fueron muy rápidas porque fueron de urgencia para eliminar la bacteria y la última fue en 2024, a principios de 2024, para mejorar la articulación y mejorar la movilidad de rodilla. Pasó mucho tiempo, fue un camino muy duro, pero fue un proceso que me hizo mejor persona, me hizo ver las cosas buenas que hay en la vida y me hizo madurar un montón.

P. ¿En qué momento te das cuenta de que hay que pensar en otra cosa?

R. Llega un momento en el que hablas con tu círculo cercano, sobre todo con los con los expertos, que son los que más saben, con los cirujanos, con los médicos. Y llega un momento que ves lo que hay, que lo lo mejor va a ser tanto por tu futuro como por tu salud dejarlo a un lado y empezar a hacer una vida normal, empezar a luchar por una vida normal.

Llegué a cinco operaciones para quedarme más o menos bien

P. ¿Se siente como una persona especial?

R. Cada persona es un mundo, pero yo soy muy afortunado por la gente que he tenido a mi alrededor. Siempre han estado centrados, siempre me han hecho estar con los pies en la tierra. He seguido estudiando, he seguido formándome, que es una cosa muy importante, que hay mucha gente que en el fútbol va dejando a un lado los estudios o dejando al lado su formación. Yo pienso que el fútbol, los estudios y la formación van de la mano. Tenemos que seguir formándonos y estudiando, ya sea a nivel competitivo o en el equipo que estés. Hay que seguir, hay que seguir. El Madrid me ha inculcado eso de siempre, formarme, siempre tener unos estudios. Me han ayudado en todo lo posible. Estoy estudiando un grado universitario en la Camilo José Cela y también me estoy formando como entrenador. Es súper importante, ya sea la edad que tengas, el nivel competitivo que tengas, el club que estés, seguir estudiando y formándote, porque eso va de la mano con el fútbol.

P. La lesión te ha robado tus sueños, pero te ha dado cosas buenas que es esta mentalidad y la capacidad de pensar en un futuro para lo que pueda venir.

R. El fútbol, además de las amistades de todo el mundo que te da y de todas las experiencias, me ha dado esta mentalidad y que estoy súper agradecido. Me ha hecho cambiar. Siempre he sido una persona que ha estado centrada, pero ahora aún más al darle importancia a todo. He seguido formándome, me gustaría dar un pasito, pero siempre con el fútbol. He dado un paso atrás en el fútbol a nivel del campo, pero quién sabe si en un futuro puedo ser entrenador. Para eso estoy formándome. El fútbol es mi vida y ya te digo que mi vida gira en torno del fútbol y seguro que acabaré en él.

P. Participa en Commongoal, ha recibido un cariño que muy pocos lo han recibido, todo el mundo habla maravillas de ti... ¿Se siente como alguien especial?

R. Soy un persona que siempre he sido muy agradecido con lo que he tenido. Commongoal es una ayuda para la gente que más lo necesita, damos el 1% para que sea un mundo mejor y es un movimiento que me parece muy bonito, que cada uno con lo que tiene pueda dar un pequeño apoyo para la gente que lo necesita. No me considero una persona especial, sino que intento hacer las cosas bien, que es lo que me han inculcado mi familia y mi entorno desde pequeñito.

P. ¿Desde cuándo tenía clara su retirada?

R. Desde las primeras operaciones ya veía que algo iba mal y te vas mentalizando de lo que puede pasar. La ayuda psicológica me vino muy bien con todo el entorno de Madrid y mi familia. Me hizo pensar de que podía suceder y desde hace bastante, más de un año, ya veía que no iba bien y que era lo mejor. Me fui mentalizando para que el momento de decirlo y de abrirme al mundo estuviese en un buen momento para contarlo.

P. Llega el anuncio y el apoyo que hay sobre ti es increíble. ¿Qué se siente en ese momento?

R. Yo sabía que iba a tener impacto, pero no me imaginaba tanto impacto a nivel mundial, a nivel de jugadores que uno ve por la televisión y los tenía como ídolos. No te imaginas que te den ese mensaje de apoyo que me vino increíble. Yo lancé la noticia y dejé el móvil. Al momento tenía mensajes de gente importantísima, de mi gente, que fue increíble. Entonces te das cuenta de lo bien que lo has hecho o de la persona que eres porque sientes el cariño de todo el mundo. Uno piensa que ha hecho las cosas bien y parece que soy buena persona.

P. ¿Hay algún mensaje que no esperara o que le hizo especial ilusión?

R. Hay jugadores a nivel mundial increíbles, pero sí que quiero agradecer mucho a Sergio Canales, que ha estado siempre al tanto conmigo desde que me lesioné. Arbeloa le facilito mi o y me llamó antes de la operación y siempre, después de las operaciones, me ha ido preguntando que qué tal iba, si iba mejorando, me daba consejos. De una persona que quizá no ha vivido algo tan grave, pero una en lesiones de cruzado es experto. Me daba consejos que la verdad me han venido perfecto. Recuerdo ver sus documentales con mi familia y que me estuviese llamando para darme ánimos y consejos. Fue increíble y tanto mi familia como yo le tenemos un cariño inmenso, se lo agradeceremos siempre.

He hecho todo, todo lo que ha estado en mis manos y no se ha podido, pero estoy feliz

P. Ahora mira al futuro y vienen muchas cosas.

R. Cuando se cierra una puerta se abre una ventana y la verdad es que miro el lado positivo. Me estoy formando, que es lo importante y cuando sea el momento de dar un paso lo daré. Y la verdad es que estoy feliz. El fútbol es mi vida y seguro que será algo así.

P. ¿Te ves como entrenador, dirección deportiva, gestión de clubes, cómo se ve?

R. Todo lo que esté relacionado con el fútbol me vale, estoy formándome para ello. Le tengo especial cariño al hecho de ser entrenador porque he tenido entrenadores increíbles como Arbeloa o Raúl González. Todos los de la cantera Real Madrid han sido los mejores y he palpado muchas cosas buenas de ellos. Me han enseñado una barbaridad. Estando en la cantera del Real Madrid, que es la mejor del mundo, he aprendido muchísimo y me he empezado a fijar ahora un poco más. Estoy formándome y con todas las experiencias que me han ayudado y me ha dado el club con todos los entrenos que he tenido. Espero ser un buen entrenador.

P. ¿Cómo ves el fútbol y a quién te gustaría parecerte?

R. Me fijo mucho en muchos entrenadores. Te diría que Xabi Alonso. Como jugador ya me fijaba, por que como entrenador también. Es impresionante y me fijo me fijo en equipos ofensivos. Arbeloa me encanta como mantiene el equipo. Lo poco que he estado con él en pretemporada, justo cuando me lesioné, vi el fútbol aún más allá. Intenté entenderlo mejor y él me lo explicó y la verdad es que es un modelo de juego que me gusta mucho. Arbeloa, como persona es increíble y como entrenador lo he tenido poco, pero he aprendido mucho, como si hubiese estado diez años con él.

P. Cómo ha sido volver a tu pueblo, a Alfajarín?

R. El pueblo es siempre mi lugar favorito, donde me refugio. Siempre me refugiaba cuando peor estaba en mi pueblo, en mi gente, en mi familia, en mis amigos. Es verdad que hay momentos en los que te levantas mejor, con más ánimo, más triste. Siempre me preguntaban que qué tal iba, que cuando volvía y hasta que no di el anuncio, pues no me sentaba mal, pero sí que me costaba. No sabía ni qué responder, si iba mejor o peor, pero siempre iba con buena fue. estoy feliz ahora con mi familia y con mi gente. El club Alfajarín se ha portado genial conmigo, todo lo que he necesitado me lo ha dado, siempre me han apoyado. Me pueblo querido está siempre en mí.

P. ¿Qué consejo daría a algún niño que se haya podido lesionar de gravedad?

R. Les diría que piensen en positivo, que la mente es muy importante. El pensar bien aunque las cosas vayan mal o no veas mejoría de un día para otro, que todo es muy largo y que estén tranquilos, que piensen que va a salir bien, siempre positivo, mentalidad positiva. Son cosas que pasan, que pasan a todo el mundo y hoy en día más, que hay muchas lesiones como éstas. Y lo único, que sigan estudiando, sigan formándose y que piensen en positivo siempre, saquen lo bueno, lo positivo de cada situación.

P. ¿Piensa en poder volver a hacer deporte, por ejemplo?

R. Siempre piensas en ver si puedes jugar un poco aunque sea jugar una pachanga, pero no es una cosa que ahora me corre mucha prisa. Ya me he quitado la tensión y he dejado un poco atrás el volver corriendo a ver si puedo. Me he quitado ese peso de encima y ahora sigo con fisios, sigo con rehabilitación y mejorando poco a poco. Para la vida cotidiana feliz y ya veremos un futuro qué puede pasar.

Redacción:
Pablo Egea
Diseño / Maquetación / Infografía:
Emilio Alcalde - Raúl Escudero - MARCANIT
SEO:
Gonzalo Mendo - Damien Santiago
Fotografías:
Rodolfo Espinosa
Vídeo:
Rodolfo Espinosa