- Dauphiné Así vivimos la etapa 6
Tadej Pogacar. El esloveno tenía mal recuerdo de Combloux, donde perdió mucho tiempo con Vingegaard en la cronoescalada del Tour de 2023, y malas sensaciones desde la contrarreloj de este Dauphiné. Pero se estaba guardando las fuerzas para su terreno. Y, en la alta montaña, nadie puede con el esloveno. Desde el pie de Domancy, sin levantarse del sillín, dejó atrás a todos sus rivales y empezó a meterles segundos y segundos. Hasta recuperar lo que no era suyo desde la primera etapa: el maillot amarillo de líder. Justo antes de la etapa reina, con el encadenado criminal que afrontará el pelotón este sábado.
Llegaba la montaña y, con ella, llegaban las ganas de ganar de los favoritos de la clasificación general. Tadej Pogacar quería resarcirse de su pérdida de tiempo en la contrarreloj; Remco Evenepoel, prolongar su maillot amarillo un día más; y Jonas Vingegaard, vestirlo por primera vez. Después de cinco puertos puntuables, el que dio un golpe sobre la mesa fue el esloveno.
Antes de la salida, ciclistas como Romain Bardet o Alex Baudin afirmaron que pretendían meterse en la escapada, pero sabían que tendrían que estar muy pendientes de los favoritos de la general si querían hacerse con la victoria de etapa. Y la acción empezó muy pronto: Mathieu van der Poel saltó desde el pelotón cuando apenas habían transcurrido dos kilómetros desde la salida oficial, aunque su grupo fue absorbido pronto. El dueño del maillot verde, no obstante, volvió a ser protagonista en la fuga que sí se consolidó, acompañado de ciclistas como Romain Bardet, Anthony Turgis o Bruno Armirail.
Salta la carrera en el Mont-Saxonnex
Visma y UAE estaban muy bien situados para tener a la fuga bajo control, sin permitir que la diferencia pasara de dos minutos. Esa buena posición les sirvió para ponerse a tirar cuando el pelotón se separó y Evenepoel se quedó cortado, aunque el Soudal del belga reaccionó rápido y el maillot amarillo no pasó mayores apuros. Los equipos de los favoritos siguieron controlando a la fuga a través de los dos primeros puertos puntuables del día, no permitiendo que se fueran a más de dos minutos.
La carrera explotó en la subida al Mont-Saxonnex, el único de primera categoría. Un ataque de Lipowitz, que llegaba a la etapa segundo en la general, obligó a moverse a los favoritos. El ritmo endiablado dejó a Evenepoel sin gregarios, a Vingegaard con Jorgenson y Tulett y a Pogacar con Wellens. Por delante, entre los escapados, sólo resistieron a la subida Michael Leonard y Alex Baudin. En el siguiente llano, antes de las cotas finales, el grupo de los favoritos frenó para recoger gregarios de cara a la batalla que se avecinaba.
Baudin dejó atrás a Leonard nada más entrar en la subida a Domancy, y el empuje de Wellens deshizo por completo el grupo de los favoritos. Evenepoel se quedó atrás y, entonces, la locura. Entró en acción Tadej Pogacar, prácticamente sin levantarse del sillín. Vingegaard hizo el amago de seguirle, pero el danés se abrió muy pocos metros después. El esloveno cogió a Baudin, que seguía liderando en solitario, y siguió subiendo sin aparente sensación de esfuerzo. Al final, 1:01 sobre Vingegaard y 1:50 sobre Evenepoel para hacerse con el maillot amarillo de nuevo.
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