La portada

H ay días en los que la historia del deporte se da la vuelta y cambia la película para siempre. Cuando el irreverente Fernando Alonso aguantó 12 vueltas infernales al legendario Michael Schumacher en el Gran Premio de San Marino de 2005 se acababa una era y empezaba la del español. 'El Kaiser' dejaba de ser intocable: un asturiano de 23 años mostraba al mundo que eso era posible. Fueron 12 vueltas durísimas, en las que Alonso se sobreponía a los problemas cerrando todos los huecos a Schumacher, que nunca se había visto en semejantes problemas. Cuando, tras la batalla, Alonso entró en meta, levantó tres dedos, el mismo gesto que hizo en el podio. Representaba su tercera victoria en ese Mundial