Hay historias que no pueden tener un final feliz pero un final es siempre mejor que la incertidumbre de no saber nunca qué pasó realmente con un ser querido, como el caso que nos ocupa. El pasado 7 de diciembre, durante su intento de alcanzar la cumbre de Rulhe (2.783 metros), habían desaparecido los montañeros catalanes Txell Fusté y Esteve Carbonell.
El pico de Rulhe está en el departamento francés de Arièja, cerca de la frontera con Andorra. La ascensión es bastante exigente así que sólo los montañeros más experimentados deben afrontar este reto.
Era el caso de Txell Fusté y Esteve Carbonell, dos montañeros catalanes con mucha experiencia que esta vez se vieron sorprendidos por una tormenta de nieve y fuertes vientos.
Según informa el diario Sport, la pareja había pasado la noche anterior en su furgoneta, estacionada en el Pla de les Peyres. A las nueve de la mañana habían iniciado la ascensión y a las once enviaron una fotografía a sus familias desde las inmediaciones del refugio de Rulhe, que estaba cerrado por temporada.
Esa fue la última vez que dieron señales de vida. Media hora después, se perdió todo rastro.
Equipos especializados de Francia, Andorra y España activaron de inmediato las labores de rescate pero las condiciones extremas de nieve, viento y visibilidad nula obligaron a suspender la búsqueda de los dos montañeros.
El diario francés La Dépêche du Midi fue el primero en informar de que el cuerpo de Esteve Carbonell había sido encontrado por un grupo de excursionistas.
“Ha sido el deshielo lo que ha hecho visible el cuerpo”, explicó uno de ellos. Dos semanas después ha aparecido el cuerpo de Txell Fusté, en una zona cercana, bajo una gran roca.
Txell Fusté tenía 52 años y era vecina de Manresa. Esteve Carbonell, de 46 años, era natural de Puig-reig.