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La Roma salvó el honor del fútbol italiano esta semana (se fueron a la calle en Champions Milan, Atalanta y Juve) y se clasificó para octavos de la Europa League tras superar al Oporto gracias a un espectacular partido de Paulo Dybala (doblete del argentino), y pese al gol inicial del español Samu para el Porto, que jugó con 10 desde el minuto 50.
La Roma podría ser rival del Athletic en los octavos en el sorteo que se celebra mañana en Nyon.
Fue un partido definido por un crack al que el cuerpo de la Roma se le queda pequeño: Paulo Dybala, cuya calidad es muy superior a la del equipo. El argentino, él solito, remontó el gol del español Samu. Fue una entrega desde atrás del meta Svilar, con fallo de Paredes, que tras unos rechaces, encontró el español Samu de chilena. Un golazo.
Pero luego, en pocos minutos, llegó el show de PD. Su primer tanto, en el 35', fue de genio, en el área pequeña, y el segundo, en el 39', tras un gran zurdazo en el área pequeña. 2-1 y el partido ya era otro. Paulo lleva 42 dianas en todos los torneos en la Roma desde su llegada, el doble que cualquier otro jugador en el mismo periodo en la historia romana. Grandes números pese a que a veces se pierde partidos por lesiones.
En la segunda parte, el juego estuvo mediatizado por la roja a Eustaquio. Una roja injusta. Paredes le provoca, le toca y el canadiense respondió con un pequeña manotazo ante el que exageró de manera teatral un Paredes que consiguió lo que quería: la roja. Y el árbitro se la 'compró'. El Oporto estuvo a partir de ahí más cerca del 3-1 que de empatar la eliminatoria. El uzbeko Shomurodov falló un gol cantado y luego marcó, pero en fuera de juego.
En el 68' vino lo que fue la única ocasión del Oporto para haber igualado, una carrera mano a mano de Samu contra Svilar que terminó en el palo. Ahí terminaron las opciones portuguesas, y más tras el gol de Pisilli, un joven de 20 años que aprovechó la asistencia del gallego Angeliño, que firmó otro extraordinario partido.
El choque terminó con el definitivo 3-2, cuando el partido ya estaba acabado. Gol marcado por Rensch en propia puerta. No hubo tiempo para más y la Roma se mete en octavos de Europa League (¿ante el Athletic?), donde será uno de los favoritos.
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