El Levante entra en los libros de historia por ser el primer equipo que logra ganar un partido en el Johan Cruyff. Las granotas superaron al Barcelona (1-2) gracias a los goles de Alharilla y Chacón y acaban con el pleno de victorias ligueras de las azulgrana, que no perdían un partido en el campeonato doméstico desde hace 622 días (2-1 frente al Madrid CFF el 21 de mayo de 2023) y no caían como local en Liga desde hace 2.180 días (2-3 ante el Sporting de Huelva el 13 de febrero de 2019).
Las locales ofrecieron en la previa a su público la Supercopa de España conquistada la pasada semana en Leganés. Un torneo que dejó víctimas colaterales, véase la lesión de Patri Guijarro, y que obligó a Romeu a rotar quizás más de lo habitual.
Lo alternativo del equipo, o la resaca del éxito, puede justificar que al conjunto local le costara carburar. Tuvo el dominio del balón desde el pitido inicial, pero le faltó algo de chispa a la hora de finalizar las jugadas. Sólo Bonmatí y Graham parecían tener esa velocidad de más que acostumbra a ver el Barcelona. La doble Balón de Oro puso un balón perfecto a Salma, cuyo cabezazo se fue fuera tras rebotar en una rival, y probó con la zurda en una jugada marca de la casa que despejó en área pequeña Eva Alonso.
La noruega, por su parte, remató de primeras un pase de Kika y mandó el balón al palo. También se topó con la madera Salma, justo antes del descanso, tras controlar dentro del área y pegarla con la zurda.
La sorpresa saltó en el arranque de la segunda parte con el gol de Alharilla. La capitana del Levante aprovechó un excelso cambio de orientación de Bascu para ganar la espalda de Brugts, hacer dos bicicletas y pegarle con el alma para ver, cómo después de golpear en los dos postes, el balón entraba en la jaula.
Pasada la hora de juego, Romeu movió el banquillo y metió sobre el verde a Rolfö, Alexia y Pajor. Poco después, se unieron Mapi y Pina. A medida que se consumía el crono el duelo se convirtió en un acoso constante sobre la meta de una Tarazona que tuvo que ser atendida en varias ocasiones por unos problemas musculares que dilataron el partido con 14 minutos de añadido.
El Barcelona lo intentó con todo: dos testarazos de Alexia; un remate a bocajarro de Graham que salvó Carbonell bajo palos; un derechazo de Bonmatí desde fuera del área que fue repelido con un vuelo sin motor de Andrea; un remate arriba de Paredes a la salida de un córner... pero fue el Levante quien logró ampliar distancias en una contra en la que Chacón, incombustible, se fue de Engen en carrera, sorteó a Roebuck y marcó a placer.
Aún habría tiempo para el gol de Rolfö, que remató un pase de Graham que se paseó por el área, la expulsión de Bascu por una doble amonestación, un remate de Alexia que sacó Alharilla sobre la línea y la lesión de Gabaldón que abandonó el terreno de juego entre lágrimas. Las granotas acabaron con dos jugadoras menos y embotelladas en su área para lograr lo hasta ahora imposible: ganar en el Johan Cruyff.
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