Desde Arabia en la Supercopa, cuando parte de la plantilla mostró su descontento con la dirección del club por la gestión de los familiares y aficionados desplazados, algo ha pasado y se ha roto en el Mallorca. Esto, sumado a los malos resultados de la segunda vuelta (muy distintos a los de una primera vuelta brillante con 30 puntos), ha calentado a la grada al entender que, desde el verde, y en los despachos por falta de ambición e inversión deportiva tanto en verano como en invierno, se podría haber hecho más por cumplir el sueño no obligatorio pero que estaba a tiro de Europa.
La tensión empezó a subir en Girona
El ambiente está enrarecido desde hace mucho tiempo y las miradas van directas hacia la parte noble. Al menos eso hicieron las peñas hace unos días, concretamente desde el Moviment Mallorquinista. “Es muy significativo que una temporada que debería estar llena de ilusión y ambición por parte de todos haya acabado generando nervios y tensión en el entorno mallorquinista”, explicaron en un comunicado lanzado tras la polémica en Girona, donde hubo el primer desencuentro entre algunos aficionados y la plantilla. Desde las peñas consideran que el club ha alimentado este mal ambiente por la falta de ambición, la mala atención al abonado o el coste de las entradas. Y de nuevo reclamaron una “figura institucional” que les represente. El discurso que se desliza de la entidad hace tiempo que no cala, esa es la sensación.
El ambiente es preocupante y se notó en la derrota ante el Getafe. El intercambio de gestos de Maffeo con la grada de animación, con el jugador ondeando una camiseta cuando se le cantó “Maffeo vete ya”, algo inesperado que habla de lo larga que se está haciendo la temporada en Mallorca. También se le cantaron cánticos más grave como "Maffeo subnormal" o "Maffeo cabrón fuera de Son Moix". La tribuna principal desaprobó esos cánticos, pero luego sí se unió a los que realizaron contra Larin. El “Larin vete ya” sonó con más fuerza en el estadio después de los gestos del canadiense a la grada, en los que se le vio mandando a callar y pidiendo calma. El conflicto subió cuando marca el 1-2 y vuelve a hacer gestos y manda callar al respetable. No gustó y la sensación es que el delantero puede haber jugado su último partido en Son Moix.
No entrar en “autodestrucción”
El primero que aprecia lo que sucede, tras una segunda vuelta “mala” según define él mismo, es Jagoba Arrasate. Seguramente, incluso sorprendido, porque le está tocando lidiar con problemas sociales que ni mucho menos son responsabilidad suya. En los gestos de algún jugador si puede entrar a intentar cortarlo de raíz, pero la crispación social viene por otro lado y es responsabilidad de los de arriba.
“A ver si vamos a entrar en autodestrucción como otros clubes. Eso sería peligrosísimo. Y antes de llegar a eso, tenemos que hacer autocrítica todos, y los primeros nosotros”, dijo el técnico cuando se le preguntó por el conflicto entre la grada y parte del equipo durante el partido. También habló de que están inmersos en “una dinámica peligrosa” de la que habrá que trabajar para salir. Y, por supuesto, apuntó a que “habrá que hacer un buen mercado” el próximo verano.
La derrota ante el Getafe deja a los bermellones sin opciones europeas y ahora el club debe ponerse a trabajar para calmar las aguas. La tensión de las gradas ha pasado al equipo y la entidad debe ponerse el mono de trabajo para cambiar una situación que se está enquistando a lo grande. Se vienen cambios en el Mallorca.
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