- Premier League. Reijnders-Manchester City, acuerdo casi cerrado por 70 millones
En un gesto que ya se ha convertido en emblema del fútbol inglés moderno, los 20 clubes de la Premier League han acordado una vez más mantener el precio máximo de las entradas para los aficionados visitantes en 30 libras por partido. Con esta decisión, la medida cumplirá su décima temporada consecutiva en vigor, consolidándose como uno de los compromisos más firmes de la liga con su base de aficionados.
En una era donde el fútbol de élite parece cada vez más alejado de sus hinchas tradicionales, la Premier vuelve a marcar una diferencia importante. Y lo hace justo cuando otras grandes ligas europeas, como LaLiga española, siguen sumidas en debates y quejas por los altos precios y las condiciones para los seguidores visitantes.
Un hito con sentido social
La medida fue introducida en 2016 tras una intensa campaña de grupos de aficionados que denunciaban el encarecimiento progresivo de las entradas. La presión surtió efecto, y desde entonces, ninguna entrada para la afición visitante puede superar las 30 libras (unos 35 euros) en partidos de la Premier.
A diferencia de muchos compromisos simbólicos, este tope ha sido respetado y renovado sistemáticamente por los clubes, incluso en contextos de inflación, crisis económica o aumentos en costes operativos.
Mientras Inglaterra celebra una década de precios contenidos, el contraste con España es evidente. En LaLiga, no existe una regulación que fije el precio máximo de entradas para los visitantes, lo que ha provocado históricas disparidades entre clubes y múltiples quejas de aficionados.
Una Premier más consciente y rentable
La paradoja del modelo inglés es que, a pesar de contener los precios visitantes, la Premier League continúa siendo la liga más rentable del mundo. La lógica es simple: mantener accesible la experiencia para el aficionado de a pie no significa perder dinero, sino potenciar un ecosistema más sostenible y con identidad.
Los clubes de la Premier compensan este límite de precios con ingresos récord por derechos de televisión, patrocinios globales y una gestión más eficiente de su producto. Y lo hacen manteniendo estadios llenos, incluso en partidos menos atractivos del calendario.
Además, la presencia activa de los aficionados visitantes contribuye al ambiente en los estadios, uno de los grandes atractivos del fútbol inglés en el exterior. El ‘away fan’ no solo es parte de la tradición, sino también de la marca.
Con esta decisión, la Premier League no solo refuerza su imagen como la competición más potente del planeta, sino que también marca un camino posible para otras ligas europeas. En un contexto donde el fútbol lucha por reconectar con sus bases más fieles, proteger al aficionado que viaja, el más comprometido, el que gasta de su bolsillo sin garantías de éxito— es una declaración de principios.
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