Un apático Oviedo saca petróleo en el Heliodoro

El Oviedo sacó petróleo de su visita a Tenerife. El equipo de Paunovic, apático y dominado por los isleños durante la mayor parte del choque, aprovechó un clamoroso error del ecuatoriano Landázuri en la salida de balón para adjudicarse los tres puntos tras el tanto materializado por Nacho Vidal, en el minuto 73, que deja a los ovetenses con opciones de pelear todavía por el ascenso directo en la última jornada. Por su parte, el equipo dirigido por Álvaro Cervera dio la cara, en su despedida del fútbol profesional en el Heliodoro, pero acumula ya siete jornadas sin ganar.

El primer acto fue dominado por los locales. Salieron mucho más enchufados que el Oviedo y tuvieron tres oportunidades muy claras para inaugurar el marcador. Lo hicieron, de hecho, en el minuto tres. Pero el colegiado estimó que el balón servido por Luismi Cruz desde la derecha, y que acabó alojando en la red un zaguero visitante, había salido por la línea de fondo. El Heliodoro, de uñas con los árbitros, pitó la decisión de manera unánime y elevó los decibelios al mismo nivel que antes de iniciarse el choque, cuando los silbatos que portaban los aficionados en las gradas atronaron de manera unánime la salida del trío de colegiados. No fue la única que tuvo el Tenerife en los compases iniciales, ya que Aarón salvó sobre la línea un cabezazo de Bodiger que se colaba por el primer palo y, poco después, Luismi Cruz cabeceó a la base del poste derecho un pase de Waldo Rubio.

Veljko Paunovic, consciente de que su equipo jugaba con fuego, realizó un triple cambio en el minuto 60 que no varió demasiado las cosas. El Tenerife seguía monopolizando el balón y, aunque no encontró la claridad del primer acto, llegaba más al área ovetense que los visitantes a la de Salvi Carrasco. Sin embargo, en una acción aislada, los asturianos supieron aprovechar el regalo que les hizo Landázuri, que entregó a Nacho Vidal una salida de balón para que el lateral fusilase con la zurda al guardameta isleño en su salida. Desde ahí y hasta el final, los visitantes se limitaron a conservar el resultado con oficio mientras el Tenerife, impotente, protagonizaba otro quiero y no puedo como en la mayor parte de esta temporada.