Pintaba muy bien la 63ª edición de las 24 Horas de Daytona para las aspiraciones españolas con una participación inmejorable: Álex Palou en uno de los mejores coches de la clase reina, García y Juncadella compartiendo uno de los Corvette oficiales, siempre candidatos a todo, Molina y Costa al volante de uno de los Ferrari y Álex Riberas con el Aston Martin que tan por la mano tiene desde hace años.
Pero de todos ellos, el único que pudo pelear por el triunfo fue el Corvette #3 de Antonio García y Daniel Juncadella en GTD Pro, que se mantuvo en todo momento en la vuelta del líder y supo sacar todo el jugo al coche americano en la pelea final. Viniendo desde atrás en la resalida de la última amarilla, a menos de 40 minutos para el final, Álexander Sims (el piloto designado para hacer el último relevo del Corvette) supo progresar hasta ponerse segundo tras el Ford Mustang #65 (de Olsen-Vervisch-Mies) a los 20 minutos finales.
Sims tuvo entonces que preocuparse más por contener al BMW de Van der Linde que por tratar de pasar a Olsen, que tuvo un final más cómodo de lo esperado hacia un triunfo valiosísimo para Ford. En esa lucha por la segunda plaza el segundo Corvette, con Varrone al volante -que marchaba cuarto- se pasó de impulsivo y le quitó a Sims al enemigo de enmedio a empujones... con la consiguiente sanción para el argentino, que tiró a la basura un podio a su alcance.
Triunfo trabajadísimo de Porsche
Los cuatro protagonistas del día en la clase reina se disputaron el triunfo en un sprint final de 40 minutos provocado por una oportuna amarilla justo en la ventana de la última parada de los prototipos. Eso permitió a los dos Porsche Penske oficiales, al BMW #24 (claramente el más rápido en pista) y al Acura #60 jugárselo todo en igualdad de condiciones.
Se preveía una complicada papeleta para los Porsche para contener la velocidad del prototipo alemán... pero Vanthoor tiró un triunfo más que probable a la basura al tocar en la resalida al Porsche #7 y romper su morro.
En ese instante el triunfo parecía claro para los de Stuttgart, pero la lucha entre Nasr y Campbell, los protagonistas del último relevo en los coches alemanes, metió en la carrera al Acura de Blomqvist (que compartía con Scott Dixon, Félix Rosenqvist y Colin Braun). El sueco, con menos velocidad que los Porsche, sólo pudo estropearles el doblete superando a un Campbell que se diluyó en el tramo final.
El triunfo de Nasr, Vanthoor y Tandy es histórico ya que este último se convierte en el primer piloto que consigue ganar las cuatro grandes carreas mundiales de resistencia de 24 Horas: Le Mans, Nürburgring, Spa y, ahora, Daytona.
Palou, sin opciones desde el principio
Nuestra única baza a la victoria absoluta era Álex Palou, pero sus opciones se diluyeron antes del anochecer. El catalán y sus compañeros del Acura #93 (Yelloly, Ohta y Van der Zande) partían en segunda posición y en las primeras horas pudieron mantener el ritmo inicial del rapidísimo BMW de Rast, Frinjs, Van der Linde y Wittmann. Hasta el punto de que cuando al tricampeón de la Indycar le tocó subirse al coche lo hizo en primera posición.
Sin embargo, una rotura de la suspensión trasera que arrancó varios cables de la transmisión del Acura le obligó a pasar por los garajes para reparar y perder una hora. Y, con ello, todas las opciones de triunfo. Al menos lograron acabar en octava posición entre los GTP. El Rolex tendrá que esperar para él...
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