Denis Le Vot, CEO mundial de Dacia, fue el encargado de dar el pistolezo de salida al proyecto... y de presentar a la máxima responsable del equipo, la sa Tiphanie Isnard (team principal) y a Philip Dunabin, director técnico de Dacia, además de a los otros dos protagonistas de la alineación.
Loeb será, sin duda, el líder del equipo. Y el objetivo que se marca no puede ser más ambicioso: "El objetivo es ganar, claro. Hemos estado cerca y ahora con este coche nuevo con tanto trabajo detrás... por qué no vamos a ser capaces. Nos prepararemos lo mejor posible para lograrlo", dijo, aunque una victoria en el Dakar para los últimos fabricantes que se han lanzado siempre ha costado más de un año...
Había cierto morbo por saber si Loeb estaba frustrado por no haber tenido la ayuda de Al-Attiyah, su ahora compañero, en el pasado Dakar. Pero el tercer clasificado en la pasada edición no cargó las tintas contra el catarí: "Es difícil saberlo. Quizá el coche no era lo suficientemente sólido, eso no habría cambiado, aunque seguro que habría sido mejor tener a alguien detrás". Pero prefirió mirar al futuro: "No me quejo, acabamos en el podio y lo intentaremos de nuevo este año".
Para quien sí tuvo palabras de elogio fue para su compañera: "Cristina ha mejorado mucho, tiene muy buenas cualidades y sabe cómo mejorar. Ya tiene buena experiencia en la disciplina, tendrá que dar un paso adelante, pero no es un coche mucho más difícil de pilotar que un T3. Ha ganado con él y ha demostrado que sabe hacerlo, será muy competitiva, seguro", vaticinó.
Precisamente Cristina Gutiérrez reafirmó algo que ya ha manifestado en los últimos días: que se tomará el primer año para adaptarse a la categoría y al coche, aunque sin arrugarse en cuanto a sus opciones: "Iré paso a paso, pero tenemos las mejores armas para ser competitivos. Quiero aprender mucho de mis dos compañeros y del coche, ya he probado el T1+ antes y creo que puedo dar el máximo en esta nueva categoría", aseguró la burgalesa, que hará algunas carreras del Mundial W2RC y el Extreme E para seguir progresando en su pilotaje.
Dacia SandRider
El coche con el que Dacia se lanzará a la conquista del Dakar los próximos tres años se llamará SandRider. Ha sido diseñado por la marca rumana del grupo Renault con algunos detalles interesantes, como la pintura antirreflejante en el salpicadero, una tecnología de la industria aeroespacial.
El salpicadero es modulable, para adaptarse a la fisionomía de cada piloto y los diseñadores han creado un prototipo que mejora la visibilidad delantera, algo de especial importancia en la conducción en rally-raid... y el aspecto que más preocupó a Loeb en los meses de desarrollo previo.
El diseño incorpora detalles inteligentes como un sistema muy sencillo para liberar las ruedas de repuesto o soportes magnéticos para no perder los tornillos y tuercas en caso de reparación, aportación de Cristina Gutiérrez (que confesó haber aprendido esa lección en el pasado).
El diseño del coche es completamente nuevo. Aunque hereda el conocimiento obtenido con el Prodrive Hunter, se trata de un modelo creado desde cero, con mejoras especialmente en el espacio interior y mejoras en cuanto al peso (es 50 kg más ligero), su reparto entre los dos ejes y la posición del centro de gravedad (más bajo que en su predecesor).
El motor es un 3.0 V6 biturbo derivado de los modelos de calle de Nissan e Infiniti, con 265 kW (390 CV) de potencia y que funciona con combustible sintético suministrado por Aramco. La transmisión es totalmente nueva también, así como el equipo de los frenos.
Trabajo de desarrollo desde primavera
El Dacia SandRider se encuentra en su fase final de diseño y en las próximas semanas se iniciará su fabricación. La primera unidad estará lista en abril, cuando se realizará un primer roll out en las instalaciones de Prodrive en Reino Unido.
El verano será la etapa más intensa de desarrollo, con Marruecos como banco de pruebas... precisamente el lugar en el que se producirá su debut en competición, el próximo mes de octubre. "La prioridad será la puesta a punto del coche", aseguró un Loeb que no competirá en 2024 para llevar el peso de estas tareas
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