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Marc Márquez activó el modo apisonadora en el Gran Premio de Aragón favorecido por las complicadas condiciones del asfalto de Alcañiz. Y también por las características de un trazado idóneo para su forma de pilotar (en las curvas a izquierdas, el '93' es sumamente rápido). Así que desde el viernes de entrenamientos se le vio muy superior al resto. Dominó todas las prácticas, firmó la pole y luego arrasó en el Sprint y en la carrera larga.
Hacía 1043 días que el de Cervera no ganaba en MotoGP, pero lo esencial no es que pusiera fin al hechizo, sino el modo de rubricarlo. Ganó con tanta autoridad que provocó la inquietud de los adversarios más cualificados de la parrilla. No obstante, Pecco Bagnaia y Jorge Martín se aferran al hecho irrefutable de que Marc está pecando de irregularidad. Y lo más doloroso para el ilerdense es que se ha dejado en el camino muchos puntos por caídas evitables. En suma, le ha faltado la consistencia necesaria para estar en lo más alto de la general del certamen.
El paso definitivo
La distancia de Marc con respecto a Martinator sigue siendo muy considerable (70 puntos) y Bagnaia también está bastante lejos (a 47 unidades). Así es lógico que el de Gresini asegure que no se ve luchando por el título este año. "De aquí a final de temporada, una de las cosas que me gustaría trabajar es el buscar la consistencia. Buscar el rendimiento alto para poder luchar con los que lideran. Yo creo que para el título estamos lejos. Son dos pilotos (Martín y Bagnaia) que están demostrando más consistencia", indicaba el octocampeón, tras meterse en el bolsillo 37 puntos de una tacada en MotorLand.
Más a gusto con la GP23
Además, Jorge y Pecco pueden estar más inquietos por el evidente paso adelante que ha dado Marc al manillar de la Ducati Desmosedici GP23 (una moto algo inferior en la aceleración a la pata negra). "Es cierto que he empezado a pilotar de una manera más natural. Entiendo mejor el comportamiento del neumático trasero, pero sobre todo he dejado de fijarme en los reglajes que hacen los pilotos de fábrica con la GP24. Y es que son motos diferentes. Debemos centrarnos en nuestra máquina y en ese punto nuestro equipo está realizando un gran trabajo y por eso estoy pilotando cada vez con más suavidad, algo que marca la diferencia", desvelaba el competidor español.
Lo que sí es evidente es que Bagnaia puede respirar aliviado porque se avecina un doblete en Misano. En Aragón, Marc era capaz de inclinarse cinco grados más que Pecco en las curvas a izquierdas. Pero eso ya es agua pasada y ahora le toca correr en casa.
Los elogios del gurú ducatista
Eso sí, seguro que el '1' tiene presente las palabras de Gigi Dall'Igna a la hora de analizar lo sucedido en Aragón. "Marc estuvo increíble. Corrió con una naturalidad y una confianza arrolladoras: una clase cristalina aplicada a una determinación digna de una apisonadora. Dominó durante todo el fin de semana y el desenlace nunca estuvo en duda", enfatizaba el mandamás de Ducati Corse.
Falta por saber si el '93' es capaz de convertir en habitual esa forma de arrollar. ¿Lo volverá a hacer este año o tendrá que esperar a 2025? Veremos.
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