Era un día para la historia pero España siguió la misma rutina de siempre, la que hasta ahora le había funcionado durante todo el torneo, incluidas las canciones con las que siempre salían de la Villa o llegaban al pabellón Arena Olímpico de Río, como la brasileña Homem Falou, que les da energía y "buen rollo".
Entraron dispuestos a salir de él con la medalla de oro. Todos lo habían avisado en la previa. No se conformaban con la plata, no querían irse de Río perdiendo. Por eso plantaron cara a la todopoderosa Estados Unidos desde el pitido inicial del partido.
La primera canasta fue para la ÑBA sobre ruedas, para Alejandro Zarzuela, uno de los baluartes del equipo. Pero Estados Unidos dejó clara la estrategia desde el principio: un marcaje continuo a Asier García, el canalizador del juego, para evitar que el vasco pudiera construir y dar salida al balón hacia los hermanos Zarzuela. Asfixiando a Asier, encerrándole, asfixiarían a España, que un día más defendió muy bien. La defensa ha sido la clave para llegar hasta la final dejando por el camino a la campeona paralímpica, del mundo y de Europa. Ahora tocaba ganar a la favorita, a Estados Unidos.
España aguantó hasta el último cuarto
El primer cuarto estuvo muy igualado y acabó con Estados Unidos sólo cuatro puntos por encima de España (12-8). El mismo guión se repetiría en los dos siguientes, los americanos mandando en la pista, pero los españoles aguantando los envites del rival y dejando claro que si querían el oro, tendrían que sudar. Tras el descanso, Artacho había dejado a Asier en el banquillo buscando descolocar al rival.
España comenzó el último cuarto cinco puntos por debajo en el luminoso (47-42) y escuchándose en la grada gritos de "sí se puede". Pero la maquinaria estadounidense terminó de engrasarse y quedó patente las diferencias entre ambos en cuanto a profundidad de banquillo>. EE.UU. llevaban 28 años sin jugar una final olímpica y acabó llevándosela por (68-52). España es de plata, España hace historia.