Mientras se negocia un alto el fuego y se estudia un futuro acuerdo de paz, mientras Volodimir Zelenski asume el nuevo orden internacional que trata de imponer Donald Trump y que no le favorece, mientras en el campo de batalla Rusia golpea posiciones... mientras todo eso sucede, el fútbol trata de abrirse paso en Ucrania como herramienta para superar los traumas de la guerra. Que son físicos y que son psíquicos. En el marco de las iniciativas que se vienen sucediendo en los últimos meses, veteranos de la contienda que han sufrido amputaciones se alineaban en el FC Pokrova y en el League of the Strong para disputar un partido amistoso hace escasos días en Lviv, localidad situada al oeste del país, cerca de la frontera con Polonia.
Es la mejor rehabilitación, juego con hermanos de armas que pasaron por lo mismo que yo
La Federación Ucraniana de Fútbol presentó un proyecto social llamado precisamente Liga de los Fuertes, con ese objetivo de involucrar a las personas con discapacidades en alguna de sus extremidades en el deporte más practicado del planeta. “En Ucrania hay más de 100.000 personas con amputaciones y nuestra tarea es crear las condiciones para su rehabilitación y conseguir que practiquen deportes. El fútbol tiene un poder único para ayudar a la recuperación física y emocional. Estamos muy contentos de abrir camino y será una prioridad para nosotros en los próximos años”, considera el presidente, un ‘tal’ Andriy Shevchenko.
La mayoría de los jugadores, efectivamente, se recuperan de las heridas que sufrieron hace apenas unos meses. “En este tiempo suelen pensar en cómo encontrar una prótesis, en cómo evitar el dolor y en cómo lidiar con la burocracia”, explica Bohdan Melnyk, uno de los técnicos del Pokrova. Así que el primer reto pasa por llevar al soldado a un entrenamiento. “Después de esto, seguramente se quedará con nosotros. Mientras entrena no piensa en el dolor en las piernas o en los brazos, sólo en dar un pase o marcar un gol”, añade. “Cada vez que veo una pelota, quiero jugar. El hecho de que me falte una pierna no cambia eso, porque nada puede sustituir esta adrenalina. Hemos encontrado lo nuestro y ahora queremos competir”, concede en ese sentido Markian Trach, que perdió su extremidad inferior en la región de Donetsk después de que un dron le arrojara una granada.
Y para competir se crean en las comunidades locales equipos de seis jugadores de campo con amputaciones en las extremidades inferiores (utilizando muletas) y un portero con amputaciones en las extremidades superiores. “Estamos intentando desarrollar nuestro campeonato interno y crear un equipo fuerte que represente a nuestro país a nivel internacional”, desarrolla Valentyn Osovskyi, otro que se viste de corto. “El fútbol es la mejor rehabilitación para mí. Ayuda mucho tanto física como mentalmente, porque lo hago con hermanos de armas que pasaron por lo mismo que yo”, completa Mykola Gatala.
En Ucrania hay más de 100.000 personas con amputaciones y el fútbol tiene un poder único para la recuperación
El fútbol en Ucrania sólo paró con motivo de la invasión en el curso 21-22, adjudicándose el Shakhtar Donetsk los dos campeonatos domésticos posteriores y circulando ahora mismo el Dinamo Kiev en cabeza del mismo. Hay partidos que tienen que interrumpirse por alerta de ataque, pero tanto el público como los propios protagonistas se han acostumbrado lamentablemente a ese tipo de situaciones. El balompié para amputados no tiene la misma repercusión, por supuesto, pero ha pasado a ser un instrumento eficaz para ayudar a los heridos de guerra. “Lviv se ha convertido en un importante centro de rehabilitación, pero los muchachos de toda Ucrania pueden formar sus propios equipos cuando regresen por fin a sus hogares”, cierra Melnyk.
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