"Por un breve instante, la vida y el fútbol fueron coherentes y justos"

Hay algo de poético en que los goles de la salvación del Getafe CF y del Deportivo Alavés los marcaran Mauro Arambarri, Christantus Uche y Kike García. Es como si la Primera División hubiera querido darles un merecido reconocimiento a los jugadores que más han hecho por mantenerse en ella. Por un breve y efímero instante, la vida y el fútbol fueron coherentes y justos. Con quienes se lo merecían.

Más allá de que el desenlace fuera parecido, ambos clubes protagonizaron historias muy diferentes esta temporada. El Deportivo Alavés cambió de entrenador a mitad de curso sin que el equipo de Luis García Plaza estuviera nunca en puestos de descenso. La plantilla había sufrido muchos cambios en verano y a LGP no estaba pudiendo sacarle el máximo partido a los nuevos fichajes. Pero aun así hubo mucho de mala suerte. En todos los sentidos.

Recuerdo, sobre el césped de Metropolitano, como Luis García Plaza me dijo durante la entrevista postpartido de DAZN que todo este mal fario se termina equilibrando a final de temporada.
Pero que igual esto ya no lo disfrutaría él, sino su sustituto. Y así ha sido.
Palabra por palabra. El Chacho Coudet tuvo un impacto positivo y bajo mi punto de vista mejoró a un equipo que tiene menos calidad que el año pasado pero que nunca ha dejado de ser competitivo. Pero es innegable que lo que a LGP le salió mal al Chacho le ha salido bien. Al final, en una Liga, todo se suele equilibrar. Y aquí lo importante para el Glorioso es que la media le ha dado para mantenerse en la élite.

Pintaba a que iba a ser menos sufrida de lo que finalmente ha sido. En la jornada 30 la había dejado prácticamente cerrada. En ese momento, con 39 puntos,
estaba a solo un par de empates de lograrla y desde fuera hablábamos ya más de Europa que de la salvación. Bordalás no quería saber nada de aquello. “¿Estás de broma, no?”, llegó a decirle a un periodista cuando le preguntaron por esa posibilidad. Bordalás se olía lo que podía pasar… Y terminó sucediendo. 6 derrotas consecutivas devolvieron al Getafe a la única pelea que por plantilla podía ganar.

Es verdad que en cierto tramo, por la forma en la que Bordalás optimiza a sus equipos y saca lo mejor de sus futbolistas, todos llegamos a pensar en por qué no podía pelea por Europa. Pero era un espejismo. Para mí la del Getafe no es una de las tres peores plantillas, pero está confeccionado, en tiempo y forma, De una manera tremendamente antinatural que, a mi juicio, la hace muy difícil de entrenar. Y lo ha sido hasta para José Bordalás. No sé qué hará en el futuro, no sé si será su último año en Getafe. Pero resulta evidente que lo que le vale al club azulón con Bordalás no le valdrá con sus sucesores.