El mundo literario despide este lunes 9 de junio a uno de sus grandes referentes: Frederick Forsyth, célebre escritor británico de novelas de espionaje y thrillers políticos, ha muerto a los 86 años, según confirmaron fuentes cercanas a su familia y medios británicos.
Nacido en Ashford, Kent, el 25 de agosto de 1938, Forsyth deja un legado monumental que redefinió el género del thriller moderno. Con más de 75 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, su obra se caracterizó por una narrativa detallada, rigurosa en la documentación, y con tramas inspiradas en su propia experiencia como piloto de combate, corresponsal internacional y colaborador del servicio secreto británico, el MI6.
Su consagración llegó en 1971 con The Day of the Jackal (El día del Chacal), un relato ficticio sobre un intento de asesinato contra el presidente francés Charles de Gaulle. La novela, escrita en apenas 35 días y rechazada por múltiples editoriales antes de su publicación, se convirtió en un fenómeno internacional y fue adaptada al cine en una exitosa versión dirigida por Fred Zinnemann.
Le siguieron otros títulos igualmente influyentes como The Odessa File (1972), The Dogs of War (1974), The Fourth Protocol (1984) y The Fist of God (1994), en los que combinó intrigas geopolíticas con un estilo periodístico minucioso y envolvente. Muchas de sus novelas fueron llevadas al cine o a la televisión, contribuyendo a su fama global.
Fue piloto de la Fuerza Aérea británica y colaboró con el MI6
Antes de su carrera literaria, Forsyth fue piloto de la Real Fuerza Aérea británica y trabajó como corresponsal para Reuters y la BBC. Su paso por zonas de conflicto como Biafra durante la guerra civil nigeriana marcó profundamente su visión del poder, la violencia y la política internacional.
En 2015, reveló que durante más de 20 años había colaborado como informante ocasional del MI6, lo que aportó aún más realismo a sus ficciones. Ese mismo año publicó su autobiografía, The Outsider: My Life in Intrigue, en la que relató con franqueza sus experiencias dentro y fuera del espionaje.
Forsyth se retiró formalmente de la ficción en 2016, tras la publicación de The Fox, aunque continuó escribiendo artículos de opinión y participando en debates sobre política exterior y seguridad internacional.
Su obra influyó a generaciones de escritores y cineastas, y consolidó un modelo de thriller que mezcla precisión técnica, tensión narrativa y un profundo conocimiento del poder oculto tras los gobiernos.
Con su muerte, desaparece no solo un autor de best sellers, sino un cronista de la Guerra Fría, del terrorismo internacional y de los dilemas morales del espionaje moderno.
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