Un nuevo escándalo sacude a la prisión de Brieva, donde Ana Julia Quezada, condenada por el asesinato del pequeño Gabriel Cruz, cumple su pena. Según reveló 'El Programa de Ana Rosa' el 11 de junio, Quezada habría intentado envenenar a una compañera reclusa en septiembre de 2023, ofreciéndole una merienda preparada por ella misma que provocó que la interna tuviera que ser hospitalizada.
La víctima relató que Ana Julia le preparó una mezcla de leche con maicena, tras la cual comenzó a sentirse mal. Aunque no cree que la intención fuera matarla, sospecha que sí buscaba enfermarla. La reclusa fue atendida inicialmente en la enfermería del centro, pero posteriormente trasladada al hospital de Ávila. Actualmente, un juez ha solicitado los informes médicos y analíticas para determinar si hubo intoxicación.
Esta misma interna ha denunciado que Quezada nunca ha mostrado arrepentimiento por sus actos y la describe como "manipuladora y obsesiva". Además, afirma que Ana Julia disfrutaba de privilegios en la cárcel, comparables a los de una funcionaria, y que su obsesión era encontrar a alguien con quien cartearse para manipularlo.
El intento de envenenamiento se suma a otras denuncias recientes contra Quezada, incluyendo amenazas de muerte hacia Patricia Ramírez, madre de Gabriel Cruz, y la supuesta participación en la grabación de un documental desde prisión. Estas acciones han generado preocupación sobre la seguridad y el control dentro del centro penitenciario.
Ante estos hechos, se ha activado el protocolo de prevención de suicidios para Ana Julia Quezada, asignándole una presa de confianza y aumentando la vigilancia sobre ella. Las autoridades penitenciarias y judiciales continúan investigando las irregularidades en la prisión de Brieva para garantizar la seguridad de las internas y el cumplimiento de las normas.
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