El Olympiacos ganó este domingo al Panathinaikos en el cuarto partido de la final y logró su decimoquinto título de campeón de la liga griega de baloncesto, que este año corrió peligro por el enfrentamiento entre los presidentes de ambos clubes.
La final de la liga griega se reanudó el viernes tras los incidentes del segundo partido con un triunfo a domicilio del Olympiacos, que este domingo cerró el círculo al ganar por 85-71 en el cuarto duelo.
El estadounidense Shaquille McKissic lideró el triunfo del equipo de El Pireo con 20 puntos.
La final de este año ha estado cargada de tensión. Dimitris Giannakópulos, presidente del Panathinaikos, y los presidentes del Olympiacos, Yorgos y Panayotis Angelópulos, mantuvieron el pasado miércoles por separado una reunión con el viceministro de Deportes griego, Yannis Vrutsis, con el que acordaron reanudar la liga tras darle garantías para la seguridad de la fase final y mantener un juego limpio.
Todo empezó el domingo anterior cuando durante el segundo encuentro de la final, jugado en el pabellón del Olympiacos, los hinchas locales corearon insultos groseros contra la hija de 18 años de Giannakópulos antes de arrancar el partido.
El presidente del Panathinaikos pidió a los árbitros que registrasen esos insultos en el parte y que llamaran al orden a los hinchas.
Unos segundos después, Giannakópulos hizo una peineta y otros gestos groseros a los hinchas del Olympiacos, por lo que los árbitros lo expulsaron de la cancha.
Tras el partido Yorgos Angelópulos denunció que el presidente de Panathinaikos "amenazó con violar" a su hija que es menor de edad, por lo que ha presentado una denuncia contra Giannakópulos.
ESAKE multó también al equipo de Olympiacos con pagar 15.800 euros por "los insultos coreados" contra Giannakópulos y su hija.
Giannakópulos fue sancionado con una prohibición de entrada de 10 meses en partidos de la liga griega de baloncesto.
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