- Estadísticas del partido Así lo vivimos
El Real Madrid ya le ha dado a los suyos un regalo en la mañana de espera a los Reyes. Linda mañana para las blancas (con Caicedo como paje real), que se llevan el derbi, suman tres puntos para consolidar y casi sentenciar la segunda plaza en la Liga F y dejan carbón bajo el árbol de Víctor Martín, muy tocado tras otro tropiezo. Y de los que duelen.
La primera parte fue como un capítulo de Oliver y Benji de esos en los que en todas las jugadas de ataque del New Team lleva la pelota Atom y en todas las del Mambo las dirige Julian Ross. Ajibade y Linda recibían siempre y con una única consigna, llevar la pelota lo más cerca posible de la portería rival. Pero la colombiana estuvo mejor acompañada.
Caroline Weir es la estrella del MarioKart, todo lo que toca lo acelera. Juega como si fuese la única figura del futbolín capaz de soltarse de la barra, se mueve sobre el césped libre e indetectable. En la primera parte bailó entre líneas para ayudar a salir de la presión y convertir las posesiones horizontales y aburridas de su equipo en verticales y picantes cuando la bola pasaba por sus botas.
En una de esas acciones prendió la mecha de Linda Caicedo, que recibió todo el partido pegada a la banda y que en cuanto cazó un balón en el carril central no se lo pensó. Fue directa a la frontal, se puso la bola en la derecha y la mandó al fondo de la red.
El golpe le llegó al Atleti justo antes del descanso y lo acusó a la vuelta de vestuarios. En menos de diez minutos Linda Caicedo volvió a destrozar a la zaga rojiblanca para hacer el segundo. Cazó un centro que se iba por línea de fondo, pisó la bola, detuvo el tiempo, invitó a bailar a Moraza y en dos pasos le hizo perder el tempo y salirse de la pista. La colombiana se giró, la puso fuerte al área y Gaby, que no quería, metió el pie para batir a Lola Gallardo.
El partido era de sentencia blanca y un minuto después la tuvo, porque Weir falló un gol que nadie imaginó que iba a fallar. El Atleti se vio con vida, se fue arriba y encontró motivos para la esperanza en un zapatazo lejano de Lloris que tocó en el palo, en el guante de Misa y entró llorando tras la línea de gol del Real Madrid.
El gol y los cambios espolearon a las rojiblancas, pero Lakrar y María Méndez estuvieron espectaculares en la contención y poco a poco, con la entrada de Alba Redondo y Athenea desde el banquillo, las de Toril recuperaron el colmillo y la frescura para acabar de finiquitar el partido. El Madrid se va a seis puntos del Atleti y con dos partidos menos. Las de Víctor Martín suman dos derrotas seguidas en Liga, cuatro jornadas sin ganar y seis tropiezos en las últimas siete. Sin Papá Noel ni los Reyes para ayudar, le toca buscar otro tipo de soluciones.
Comentarios