Toyota emerge con fuerza tras una madruagada pasada por agua

Las previsiones hablaban de una noche 'toledana' en Le Mans... y no fallaron. La lluvia fue protagonista intermitente desde las 22:00 horas y absoluta desde el ecuador. De hecho, toda la parte más 'profunda' de las 24 Horas de Le Mans 2024 quedó reducidas a una procesión de más de cuatro horas tras el Safety Car por las malas condiciones de visibilidad de la pista.

El agua y, sobre todo, el frío, fue la kriptonita de Ferrari, que vio como el rendimiento de sus prototipos -dominadores del primer cuarto de carrera- menguó con la pista mojada y el asfalto frío. Eso, y algunas acciones innecesarias de sus pilotos, como el incidente entre #83 de Kubica y el BMW de Vanthoor, en el que el polaco no jugó limpio con el prototipo alemán.

Esa maniobra le costó un stop and go de 30 segundos (más de un minuto de sanción efectiva), que bajó al #83 del liderato que había ocupado durante buena parte de la tarde... y del que quizá se acuerden al final del día los hombres de AF Corse.

Al contrario que para Ferrari, para Toyota el agua fue un bálsamo para sus heridas. Los nipones necesitaban recuperar posiciones desde la salida y supieron utilizar la climatología para reforzar sus opciones. Tanto que en el arranque de la madrugada -antes incluso de que Kubica cediera el mando de la prueba- ya tenían colocados a sus dos coches en puestos de podio. Y durante el periodo de Safety Car el #8 (Buemi, Hartley e Hirakawa) fue el que llegó líder al amanecer.

Ocho horas por delante

La buena noticia para los aficionados, que tuvieron que soportar estoicamente el sueño, el frío, la lluvia todo ello mezclado con la falta de acción, es que la carrera se compactó de nuevo y con once coches en la misma vuelta del líder en la categoría reina: los dos Toyota, dos de los tres Porsche Penske (el #6, muy entonado toda la carrera, y el #5) y los dos privados de JOTA, los tres Ferrari y dos Cadillac.

Entre ellos el #2 de Álex Palou, que sigue con sus opciones intactas en la séptima posición. Cuatro por delante, en el último lugar del podio, se encuentra el Ferrari #50 de Miguel Molina, al que el Safety Car le ha venido de perlas porque antes de su aparición rodaba con más de dos minutos de desventaja sobre los líderes.

Adiós al sueño de Rossi

Durante las primeras horas de la madrugada se produjo una de las noticias de la prueba: el abandono del BMW #46 de Valentino Rossi, tras sufrir un accidente.

El GT alemán había manejado muy bien la tarde, recuperando muchas posiciones con estrategias de neumáticos acertadas cuando la lluvia hacía su aparición. Había hecho lo más difícil... hasta que su piloto bronce -el menos experto-, acabó con las esperanzas del nueve veces campeón del mundo de MotoGP en su estreno en Le Mans.

Hasta entonces estaba luchando con los dos Porsche 911, que sí supieron mantener sus posiciones durante la noche. Una fase que le vino bastante bien al Aston Martin #27 de Álex Riberas, que está tercero y, por tanto, con muchas opciones de pelear por los puestos de podio.