Sydney Sweeney vuelve a acaparar titulares con su aparición más arriesgada hasta la fecha. La actriz estadounidense protagoniza la portada de la edición de verano de W Magazine con una sesión fotográfica que recorre décadas de moda, donde se atreve con estilos audaces, piezas icónicas y una actitud provocadora que confirma su estatus como icono actual del cine y la moda.
El editorial, titulado "Sydney Sweeney juega en una liga aparte", no solo deslumbra por su estilismo, sino también por el enfoque personal de la intérprete. Fotografiada por Carlijn Jacobs y estilizada por Allia Alliata di Montereale, Sweeney posa con un vestido lencero azul, un recogido retro voluminoso y una banda irónica que dice “Golden Girl”, en clara alusión a los concursos de belleza clásicos con un guiño contemporáneo.
Otros estilismos destacados incluyen un total look de gabardina de Fendi, una minifalda roja de Balenciaga que combina con calcetines hasta el muslo y tacones de aguja (con la que posa con el pie sobre un balón de fútbol), además de una reinterpretación moderna de Caperucita Roja en punto rojo. La actriz demuestra así su versatilidad al pasar sin esfuerzo de lo hiperfemenino a lo vanguardista.
En la entrevista, Sweeney reconoce que se lanza a todo lo que la desafía: “En general, si algo me da miedo, normalmente lo hago, porque eso significa que me estoy retando a mí misma”. Y añade: “Pero tengo un miedo escénico terrible... Le doy un gran crédito a cualquiera que haga teatro o programas de entrevistas en vivo”. También confesó sentirse muy cómoda con la desnudez: "Creo que el cuerpo femenino es algo muy poderoso. Y estoy contando la historia de mi personaje, así que les debo contarla bien".
Con proyectos recientes como The Housemaid, una biopic sobre Christy Martin y el inminente estreno de Echo Valley en Apple TV+, Sweeney continúa demostrando que su crecimiento profesional no tiene freno. Y mientras tanto, su influencia en la moda solo se consolida más con cada aparición pública.
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