La plata de Faustino: Capítulo 4

Capítulo 4: Faustino, entre sombras

La cocaína, el alcohol y las pastillas llevan a Faustino Reyes a los infiernos. Su carrera se desvanece, el sueño de ser oro en Atlanta 96 se esfuma poco a poco y los problemas le acaban llevando a la cárcel: "Las drogas son el diablo. Te destruyen física, mental, familiar y económicamente. Me defraudé a mí mismo. Fui el responsable de todo. Mi gran error fue no quedarme en Almería con mi entrenador, que fue como un segundo padre para mí. No debí irme nunca a la selección española. En la selección española me trataron fatal. Allí no era yo mismo".

Faustino Reyes también se abre en canal para narrar su experiencia en prisión: "Allí toqué fondo. Mi cárcel era una cárcel muy fuerte, de castigo, de mucho respeto, de mucha disciplina. Eso es lo que yo necesitaba. Dios fue el que me metió en la cárcel, necesitaba esa disciplina dura. Cuando entré estaba todo el día alcoholizado, drogado... Era un desastre, un desastre. Allí dentro empecé a dar clases de boxeo a convictos y empecé a recuperarme. También tuve la ayuda del Comité Olímpico Español (COE). Dios me puso una grandísima persona como Alejandro Blanco para ayudarme. Gracias al COE y a Alejandro Blanco estoy vivo. Yo entré en prisión con una mano delante y otra detrás. Alejandro me mandó ropa deportiva, me visitió de los pies a la cabeza, me mandó dinero para comprarme dentro un café, una tableta de chopped... Me mandó ayuda. Luego también me ayudó mucho Rubén Martínez, el presidente de la Federación Española de Boxeo, que me salvó la vida en 1998. Cuando yo estaba ya con la droga, inyectándome... él me pagó el mejor centro de desintoxicación del mundo. Me fui a Francia para recuperarme".

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"Yo no tenía nada que ver con el boxeo". En las calles de Marchena, primero, en los barrios humildes de Almería, después, un niño llamado Faustino Reyes encuentra en ese deporte una salida, una razón y un refugio. Un mundo hasta ahora desconocido que le abriría las puertas del éxito unos años más tarde. Sin herencia deportiva ni ayudas para conseguirlo, su realidad cambia por completo el día que entra por primera vez a un gimnasio siguiendo a varios amigos. Con su entrenador Fernando Serra como segundo padre, Faustino comienza su ascenso (deportivo y académico).
Ver el capítulo 1

Con apenas 16 años, Faustino pelea contra todo y contra todos. Se clasifica para los Juegos Olímpicos de Barcelona dando un recital en el preolímpico de 'BOXAM 92'. Enfrentándose a rivales de talla mundial, el adolescente Faustino se sube al ring combinando talento y bravura... y usando material que no es suyo en la final. "Se me olvidó todo en la Villa Olímpica. Un cubano me prestó sus botas y el protector bucal". Su gesta culmina con una medalla de plata que lo convierte, de la noche a la mañana, en héroe nacional. El vértigo de una fama prematura empezaría pronto a torcer su camino.
Ver el capítulo 2

"Un amigo me ofreció cocaína. Dudé, pero terminé aceptando". La gloria de Faustino se transformó en excesos. El dinero, la fama y la juventud fue un combinado que le arrastró a un mundo hasta ahora desconocido para él: viajes a la Ruta del Bakalao, noches eternas y el boxeo cada vez más en un segundo plano. El héroe juvenil de España comenzó a desmoronarse a los 17 años de edad. "Nadie me llevó por la mala vida. Yo solo me metí en eso. Empecé a juntarme con gente que frecuentaba la Ruta del Bakalao. Con 17 años tenía fama, dinero... 
Ver el capítulo 3

La cocaína, el alcohol y las pastillas llevan a Faustino Reyes a los infiernos. Su carrera se desvanece, el sueño de ser oro en Atlanta 96 se esfuma poco a poco y los problemas le acaban llevando a la cárcel: "Las drogas son el diablo. Te destruyen física, mental, familiar y económicamente. Me defraudé a mí mismo. Fui el responsable de todo. Mi gran error fue no quedarme en Almería con mi entrenador, que fue como un segundo padre para mí. No debí irme nunca a la selección española. En la selección española me trataron fatal. Allí no era yo mismo".
Ver el capítulo 4

Hoy Faustino es un nombre nuevo. Tuvo que pelear en el combate más importante de su vida y ganó. Tuvo a aliados para superar las adversidades: el COE, la ayuda en la sombra de Alejandro Blanco y la familia. En la historia de Faustino hubo abandono... pero asume su responsabilidad. Ahora, y gracias a su plata, Faustino Reyes disfrutará de la Libreta de Campeones, un plan de pensiones de 420.000 euros a cobrar a la edad de los 50 años y por haber sido medallista en 1992. Faustino los cumplió el pasado 27 de abril.
Ver el capítulo 5

Redacción:
Javier Estepa
Diseño / Maquetación
Emilio Alcalde - Raúl Escudero - Antonio Barrado
Vídeos:
Jorge Juan Latorre - Ramón Navarro