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El duelo entre Real Madrid y Leganés es algo que hoy no suena raro. El de esta noche en Chamartín será ya el quinto en Primera. Durante muchos años, ese partido parecía imposible de imaginar. Eran dos clubes que vivieron en universos absolutamente distintos desde 1928, cuando nació el equipo del sur de Madrid, y que en partidos oficiales no se vieron hasta el año 2003.
Sin embargo, a principios de la década de los 30 del pasado siglo, el Madrid jugó varios amistosos en Leganés. La primera vez que eso ocurrió fue el 17 de agosto de 1930. En plena canícula, el equipo blanco jugó su primer partido de la temporada en el Campo de Tiro de Leganés, los terrenos que el Ejército cedía al equipo de fútbol del pueblo. El Madrid se presentó en el sur con un grupo en el que destacaban las figuras de Lazcano y García de la Puerta.
Con muchas caras que después no tendrían cabida en el equipo que entrenaba Lippo Hertzka y los refuerzos de dos zagueros del Imperio (Villa, canterano que regresaría, y Villalba), el partido acabó en empate a cuatro. Los cuatro jugadores citados anotaron para el Madrid; los locales se repartieron los goles a partes iguales entre Pérez de la Serna y Pedrín.
Ya sin el Real y la corona
No sería esa la única visita esa temporada del Madrid a la ciudad de la que los historiadores afirman que su nombre, como el de la madrileña calle Leganitos, procede de le época árabe y de la palabra algannet (huertas).
Una semana después de acabar su participación en la Copa, al ganar 1-0 al Betis en Chamartín pero no poder remontar el 3-0 de Sevilla, el Madrid aprovechó el fin de semana reservado para las semifinales coperas para jugar un amistoso en Leganés.
Llegó sin el título de Real, que desapareció de su nombre tras la proclamación de la II República el 17 de abril de 1931. Ese partido tuvo un marcado matiz con la situación política que se vivía en el país. Al Madrid se le propuso jugar de nuevo en Leganés, esta vez un partido con un fin benéfico: ayudar a los obreros que estaban en el paro en la ciudad del sur.
El Madrid envió un equipo con jugadores que habían contado menos para Hertzka durante la temporada. El once madridista, que se impuso por 3-7 el 7 de junio de 1931, fue el siguiente: Vidal; Morera, Zugazarte, Leoncito, Antoñito, Pérez, Eugenio, Hoyos, Antonio, Rodríguez, Urretavizcaya. De ellos, sólo Leoncito y Eugenio habían estado presentes en el intento de remontada ante el Betis.
El apoyo a los obreros en paro era una de las prioridades sociales en esos meses. Se abrieron numerosas cuentas para realizar donaciones, una de ellas auspiciada por el obispado de Madrid. El 17 de junio se inauguró la plaza de toros de La Ventas con una corrida a beneficio de los parados.
La idea del partido de Leganés partió del secretario de la Federación Castellana, el señor Álvarez Zamanillo. Él fue quién puso en o a la directiva del Leganés con la del Madrid para cerrar un acuerdo que se alcanzó de manera inmediata.
A las cinco de la tarde arrancó un partido del que se informó poco y de manera confusa. Se supo que el Madrid había ganado por cuatro goles. La Voz, por ejemplo, publicó un marcador de 4-0 en vez del 3-7 real.
Un año después de su primera visita, el Madrid repitió el arranque. Su estreno veraniego fue el 15 de agosto en Leganés. El Madrid, que esa temporada sería campeón de Liga por primera vez, se marchaba después a un larga gira por Europa que lo llevó a Budapest, Praga, Berlín, Leipzig, Zagreb y Milán.
Esta vez, el once de Madrid en Leganés era de postín: Zamora (Vidal 45’); Bonet, Quesada; Prats (Iglesias 45´), Esparza, Leoncito; Luis Marín, Bestit, Olivares, Hilario, Eugenio. En un partido que acabó 3-8, el equipo local formó con Flores I; Salinero, La Cruz; Cuesta, Sanz, Ráez; Álvarez, Flores II, Enríquez, Perlado (Lambea 45’), Pérez de la Serna. Los tres goles para el Madrid de Olivares fueron la gran nota de la tarde.
Adiós al Leganés
Esas visitas a Leganés no se repitieron más. La Guerra Civil borró la actividad deportiva del club nacido en 1928 de la idea de Félix López de la Serna, la primera presidencia de Ramón del Hierro, jugadores que llegaron de un club llamado Once Leones y el azul y grana como primeros colores de su camiseta.
El drama que vivió España amenazó con la desaparición del Leganés. Pero en 1946, un grupo de 30 aficionados recuperaron el fútbol para su pueblo. Cien pesetas de cada uno y el verde como color de camiseta, lo que les valió el apodo de pepineros, fueron los puntos de partida.
6 de agosto de 1997
Esa fue la fecha en la que Leganés y Real Madrid se volvieron a encontrar. Como en los años 30, fue en el mes de agosto. El equipo que esa temporada sería campeón de Europa después de 32 años de sequía, fue el invitado por el Leganés para un partido con entradas entre 2.000 y 1.000 pesetas, socios incluidos.
El Madrid, con goles de Seedorf y Petkovic y el de Juanmi para el Leganés, ganó 1-2. La noche estuvo marcada por la larga charla que tuvieron sobre el césped Lorenzo Sanz y su entrenador,Jupp Heynckes, para hablar de fichajes.
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