Ogier aumenta su leyenda y Rovanpera ya asusta al WRC

Cuando Sébastien Ogier subió a lo más alto del podio en el Rally de Montecarlo rompió a llorar. "Es el más especial", decía tras ganar por décima vez en el lugar más mágico del WRC. Muchos interpretaban ese mensaje como casi despedida. Ya había cerrado el círculo, no quería seguir exigiéndose dar la vuelta al mundo buscando el título y ponía el broche. Pero Seb, viejo zorro, no termina ahí una carrera llena de monumentos. Sumó su victoria 63 al cruzar primero la meta de Fafe, el tramo más icónico del Rally de Portugal. Más leyenda todavía.

Ogier, que no quiere hacer el Mundial al completo y por eso no lo pelea, ganó en Portugal por séptima vez. Allí fue su primera victoria, aquella que inició una guerra civil en Citroen contra el mito Sébastien Loeb y provocó su salida a Volkswagen a final de temporada 2010. Y en las mismas especiales vuelve a triunfar. Revalida el triunfo de 2024 y prolonga la hegemonía de Toyota este curso. No pierden, entre sus dos éxitos, los dos de Evans y el de Rovanpera en Gran Canaria.

Es la realidad del WRC. Ogier, que saca dos triunfos al mito Markku Alén en suelo luso, se hizo fuerte ante otro hundimiento de Hyundai. El i20 de Tanak se quedó sin dirección asistida en Amarante y perdió sus opciones a triunfo. El estonio, eso sí, encontró su velocidad del domingo para apretar y pasar a un Rovanpera conservador y subir a un podio que compensa otro desastre del equipo coreano. Lejos de Ogier, claro. "Era difícil apretar y no romper por completo las ruedas", decía el báltico. 

El galo sí que levantó los brazos, su enésima exhibición. "Me siento orgulloso por ser competitivo tras tantos años. Demostramos que la gestión de la prueba es lo mejor que tenemos y salimos victoriosos de una fuerte lucha con Ott [Tanak], pero no fue justo el final por su problema. Él era, claramente, más rápido", contó.

Me siento orgulloso por ser competitivo tras tantos años. Demostramos que la gestión de la prueba es lo mejor que tenemos y salimos victoriosos de una fuerte lucha con Ott [Tanak], pero no fue justo el final por su problema. Él era, claramente, más rápido

Sébastien Ogier

Rovanpera, por lo menos, subió al podio y su persecución ante Elfyn Evans, compañero y líder del Mundial, se pone más seria si cabe. Les separan 30 puntos -quedan nueve rallyes- en el campeonato tras un Portugal gris del galés (6º). Le condenó abrir pista durante dos días, incluido el maratoniano estreno -más de 100 kilómetros y hora y media total de conducción-. Pero no pudo ni con su compañero Katsuta (5º). 

"Estoy decepcionado, no tenía más velocidad que esa", expresó el finlandés. Aunque no esté enchufado sí que saca la cabeza y ve la diferencia caer ante el 'maratón de grava' que vive el Mundial de Rallyes. Y se destaca ante los Hyundai (Tanak, con 84, es el mejor). El campeón Neuville queda con 78 tras su 4º en Portugal. No fue malo después de casi quedar fuera en el primer día, pero tampoco brilló. Y la renta ante los Yaris es cada vez más grande con un Hyundai al que no han sentado bien las evoluciones.

Los españoles se salvan en WRC2

En clave española, el Rally de Portugal representaba una ilusión entre los Rally2, la segunda categoría del campeonato. Para Dani Sordo, en clave Nacional de Portugal, acabó pronto tras un problema eléctrico. Mismo destino vivió Diego Ruiloba, tras dos días de problemas. Y, tristemente, se sumó Alejandro Cachón al acumular varios pinchazos en los tramos finales de la prueba. Solo Jan Solans, quinto, rescató un resultado positivo en una prueba que dominó Oliver Solberg.

Clasificación del Rally de Portugal

Clasificación del Mundial